LAS COSAS QUE SÉ QUE SON VERDAD

Un drama familiar de manual

'Las cosas que sé que son verdad' es una obra tan correcta que acaba resultando demasiado masticada

Imagen de 'Las cosas que sé que son verdad'.JAVIER NAVAL

Un matrimonio de clase media bien avenido. Cuatro hijos ya mayores con problemillas menores. Todos parecen quererse, pero poco a poco se va descubriendo que los problemillas son más gordos de lo que parece y que algunos de ellos, cómo no, tienen que ver con sus relaciones familiares: la matriarca que lo controla todo, el padre sin autoridad, la hija que no quiere ser como la madre, el hijo que no quiere ser como el padre…

Esta es la nueva propuesta del director Julián Fuentes Reta después del éxito que logró con su anterior montaje, ...

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Un matrimonio de clase media bien avenido. Cuatro hijos ya mayores con problemillas menores. Todos parecen quererse, pero poco a poco se va descubriendo que los problemillas son más gordos de lo que parece y que algunos de ellos, cómo no, tienen que ver con sus relaciones familiares: la matriarca que lo controla todo, el padre sin autoridad, la hija que no quiere ser como la madre, el hijo que no quiere ser como el padre…

Esta es la nueva propuesta del director Julián Fuentes Reta después del éxito que logró con su anterior montaje, Cuando deje de llover, un texto del australiano Andrew Bovell, al que parece haberle cogido gusto pues esta nueva obra es de ese mismo autor. Se titula Las cosas que sé que son verdad y no hay duda de que pertenece al género “drama familiar con paisaje social de fondo”, ese que llevaron a la cima los grandes realistas norteamericanos (O’Neill, Miller, Williams, Albee) y del que queda ya poco que explorar. Así que lo que ocurre aquí resuena bastante como cosa ya vista.

Eso no quita para que la función se disfrute con placer: si hubiera un manual de cómo escribir y dirigir el drama familiar perfecto, este espectáculo sería su ejecución exacta. El texto expone ordenadamente los conflictos de cada personaje. La escenografía, impecable: un árbol de grandes raíces como metáfora evidente de la familia. Los intérpretes: contenidos, no caen en el melodrama, Verónica Forqué está estupenda como matriarca. Pero tan correcto y cristalino es todo, se quiere ofrecer tan masticado, que la obra se alarga demasiado y se echan de menos corrientes subterráneas: espacios para que los actores desarrollen sus personajes más allá de lo que expresan sus diálogos, silencios durante los cuales esos dramas puedan rebotar en las vidas de los espectadores.

Las cosas que sé que son verdad. Texto: Andrew Bovell. Dirección: Julián Fuentes Reta. Teatros del Canal. Madrid. Hasta el 15 de diciembre. Gira por España en 2020. Enero: Bilbao, Sevilla, Granada. Febrero: Majadahonda, Murcia, Villena, Soria, Vitoria, Salamanca, Getafe, San Sebastian de los Reyes, Castellón, Alcorcón, Pozuelo de Alarcón. Marzo: Segovia, Ponferrada, Palencia, Benavente, Miranda de Ebro, León, Medina del Campo, Logroño, Pamplona, Aranda de Duero, Valladolid. Abril: San Sebastian, Villanueva de la Cañada, Burgos, Paterna, Elche. Mayo: Tenerife, Las Palmas, Móstoles, Avilés, Gijón. Junio: El Ejido. Septiembre: Ceuta. Octubre: Cádiz, Barakaldo, Córdoba, Alicante. Noviembre: Villalba, Albacete, Martos, Azuqueca.

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