Columna

Will y Trump

'Will & Grace' regresa 11 años después ampliando la gama cromática de su bandera. Ahora se postula como la voz de todos los colectivos afectados por el poder de Trump

Will & Grace es una comedia deliberadamente frívola, pero no inofensiva. Apenas había series protagonizadas por homosexuales cuando se estrenó hace casi dos décadas. Pero nunca tuvo miedo a ondear banderas. Ahora tampoco lo tiene. En su regreso a la parrilla estadounidense amplía la gama cromática de su insignia multicolor. Durante su primer capítulo en 11 años coloca a sus protagonistas en la Casa Blanca durant...

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Will & Grace es una comedia deliberadamente frívola, pero no inofensiva. Apenas había series protagonizadas por homosexuales cuando se estrenó hace casi dos décadas. Pero nunca tuvo miedo a ondear banderas. Ahora tampoco lo tiene. En su regreso a la parrilla estadounidense amplía la gama cromática de su insignia multicolor. Durante su primer capítulo en 11 años coloca a sus protagonistas en la Casa Blanca durante una noche. Entre burla y burla, se postula como la voz de todos los estadounidenses que se sienten desorientados, e incluso aterrados, por su nuevo presidente. No le importa despertar el rechazo de casi la mitad de sus potenciales espectadores. Mientras, sigue trasladando el concepto de orgullo al humor televisivo.

Ya lanzaba su órdago cuando en su día, en vez de encargarse de eliminar tópicos sobre la comunidad gay, los aprovechaba para la autoparodia. Su lema sigue siendo "nunca se es demasiado". Ni demasiado amanerado, ni demasiado mariliendre, ni demasiado cínico, ni demasiado hedonista. Y nos recuerda que nadie debe imponer lo contrario. Así, es como terminó arrastrando a una audiencia mucho más amplia que el colectivo al que en principio representaba.

Su vuelta se gestó en YouTube. Justo antes de las elecciones estadounidenses, el cuarteto protagonista se reunió en el mismo salón en el que sucedieron muchas de sus antiguas tramas. Rodaron un sketch de 9 minutos con el que pedían a las claras el voto para Hillary Clinton, ante la amenaza de tener a Donald Trump en el poder. A pesar de los 7 millones de personas que vieron el vídeo, el mensaje no caló lo suficiente. Al menos sirvió para comprobar que, milagrosamente, la excelente química entre sus actores seguía intacta.

Sus personajes han iniciado esta nueva temporada con mucho chiste y poca broma. ¿Qué va a pasar ahora con la protección al medio ambiente o el acoso a las minorías raciales? ¿Cómo se vive siendo de nuevo los ciudadanos en desventaja? Sus creadores han decidido volver para contar la misma historia desde un nuevo punto de partida, aun a costa de perder algo de frescura en el camino.

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