Machismo

“Un día se nos ocurrió quitarnos el sombrero y al pasar por la Puerta del Sol nos apedrearon”. Es Maruja Mallo la que cuenta y justifica el documental dirigido por Tania Balló, Manuel Jiménez Núñez y Serrana Torres que Imprescindibles (La 2) exhibió el pasado viernes con el título ‘Las sinsombrero’, una reivindicación de ocho mujeres, escritoras y pintoras, que quedaron ocultas en la historia de la generación del 27.

María Zambrano, Rosa Chacel, Josefina de la Torre, la ya citada Maruja Mallo, la ilustradora Marga Gil Roësset, Ernestina de Champourcin, María Teresa León y Concha Méndez,...

“Un día se nos ocurrió quitarnos el sombrero y al pasar por la Puerta del Sol nos apedrearon”. Es Maruja Mallo la que cuenta y justifica el documental dirigido por Tania Balló, Manuel Jiménez Núñez y Serrana Torres que Imprescindibles (La 2) exhibió el pasado viernes con el título ‘Las sinsombrero’, una reivindicación de ocho mujeres, escritoras y pintoras, que quedaron ocultas en la historia de la generación del 27.

María Zambrano, Rosa Chacel, Josefina de la Torre, la ya citada Maruja Mallo, la ilustradora Marga Gil Roësset, Ernestina de Champourcin, María Teresa León y Concha Méndez, a juicio de los numerosos historiadores de la literatura y escritores que surgen en la pantalla, fueron esenciales en un tiempo en plena ebullición política, social y cultural. Superaron todas las barreras imaginables menos la del machismo, esa “actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres”, como lo define la RAE, y que, de una forma consciente o inconscientemente, también campó a sus anchas entre los miembros de aquella extraordinaria generación.

Fue Orwell el que dijo que “la historia la escriben los vencedores” pero en lo que respecta al papel de las mujeres en la misma, también la escriben los perdedores. Tras ver ‘Las sinsombrero’, nadie puede dudar del maltrato a unas mujeres que crearon, se comprometieron y estimularon la divulgación de una cultura vanguardista en igual medida que los hombres.

Lo inquietante es que 90 años más tarde aún leemos que “el 33% de los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años, uno de cada tres, considera inevitable o aceptable en algunas circunstancias controlar los horarios de sus parejas, impedir que vean a sus familias o amistades, no permitirles que trabajen o estudien o decirles lo que pueden o no hacer". Es la conclusión de un estudio del CIS por encargo del Ministerio de Sanidad publicado el pasado 27 de enero.