Tentaciones

TOY, 'Toy'

Toy viene al Primavera Club de diciembre en Barcelona y Madrid "Este es un disco de grandes canciones ('Dead and gone' y 'Make it mine' son imperiales) compuesto por una gente con muy poco carácter"

Cuando en 2001 aparecieron The Strokes nadie en su sano juicio hubiese pensado que años más tarde podrían salir bandas que sonaran como ellos. Se consensuó que Is this it? era un gran disco con grandes canciones, e incluso se propuso su relevancia en cierto cambio de paradigma en formas y gustos que duraría prácticamente toda la década y que haría que algunas cosas ya no fueran nunca igual. Pero su potaje de influencias era tan obvio (Television, Modern Lovers, Velvet Underground), que parecía claro que se podría imitar e...

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Cuando en 2001 aparecieron The Strokes nadie en su sano juicio hubiese pensado que años más tarde podrían salir bandas que sonaran como ellos. Se consensuó que Is this it? era un gran disco con grandes canciones, e incluso se propuso su relevancia en cierto cambio de paradigma en formas y gustos que duraría prácticamente toda la década y que haría que algunas cosas ya no fueran nunca igual. Pero su potaje de influencias era tan obvio (Television, Modern Lovers, Velvet Underground), que parecía claro que se podría imitar el efecto sísmico de su irrupción, pero era imposible (e inútil) repicar un sonido tan poco personal (imitaciones de una interpretación solo es capaz de hacer de forma convincente Robert de Niro). Pero hace un par de años surgieron grupos como The Vaccines, que no sonaban a Television, ni a Modern Lovers, ni mucho menos a la Velvet. Sonaban como The Strokes, algo que ni los propios Strokes parecían haber logrado y que en su momento ni siquiera las bandas que se subieron al carro del fashion rock buscaron repicar (The Vines, BRMC, o The Hives compartían con ellos poco más que espacio en las revistas de tendencias y en el plan de medios de Converse). Grupos que suenan como otros grupos los ha habido siempre, pero grupos sin sonido propio que se convierten en referente, ya no tantos.

Género: Pop rock

Título: Toy

Sello: Heavenly

Año: 2012

Puntuación: 3 y 1/2

Escuchando el debut de Toy, banda liderada por Tom Dougall, una suerte de Zelig del indie británico que primero fue batería de The Pipettes (las Crystals de Brighton), luego estuvo en Joe Lean & The Jing Jang Jong (los Libertines de Top Shop) y ahora, cuatro años después, aparece liderando este quinteto, lo primero que a uno se le pasa por la cabeza es que suenan como The Horrors. ¿Es posible recordar a una banda que recuerda a tantas cosas? Pregúntenle a The Vaccines, o incluso a Menswear, que en su tiempo consiguieron que Elastica pareciera una idea original. Y es que, a partir de la refundación de la banda llevada a cabo por The Horrors en su segundo largo, Toy reconstruyen una versión más ligera y melódica (la voz de Dougall tiene menos personalidad que la de Badwan, pero es capaz de alcanzar muchas más notas) de la propuesta alrededor de kraut gótico que les llevó a pasar de broma recurrente a algo muy serio, tanto que, en vez de escuchar a Jason Pierce cantando encima del Hallogallo de Neu! En Motorik, uno ve a The Horrors transportados por Geoff Barrow a bordo de un descarte del tercer largo de Portishead. En vez de observar a Robert Smith intentando recordar en qué año escribió eso The reasons why, lo que se escucha es a Faris Badwan cantando sobre una montaña de Rimmel y aspirando laca. En vez de entender que Colours running out es una versión para todos los públicos del XTRMNTR de Primal Scream, se adivina la estación que se saltaron The Horrors entre su segundo y su tercer disco.

Todo este potaje de ingredientes recalentados, referencias cruzadas y demás, debería resultar en un disco broma, pero lo cierto es que el debut de Toy es una obra maestra del pensamiento lateral aplicado al laberinto sin salida que es hoy el pop analógico y, sobre todo, un ejercicio posmoderno basado en el buen gusto (ninguna de sus referencias suena caduca, ninguna de sus aproximaciones es más previsible de lo recomendado) más que la originalidad, algo que en estos tiempos en que prima la interpretación sobre la creación y la plataforma sobre el contenido se ha asumido ya como forma legítima de presentarse. Es este, pues, un disco de grandes canciones (Dead and gone y Make it mine son imperiales) compuesto por una gente con muy poco carácter.

Valoración: 0 ABERRANTE, el mundo sería mejor sin él; 1 PRESCINDIBLE, nadie se acordará de él; 2 PASABLE, para incondicionales; 3 ACONSEJABLE, en su estilo merece la pena; 4 INDISPENSABLE, un éxito asegurado; 5 OBRA MAESTRA, uno entre un millón.

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