La ultraderecha chilena dobla a la derecha tradicional a menos de un mes de la elección
Kast y Kaiser, candidatos extremos, promedian juntos 35,21%. Matthei un 15,9%
En la recta final de la elección presidencial chilena del domingo 16 de noviembre, uno de los fenómenos que llama la atención de los analistas apunta a la fuerza de la derecha radical en esta carrera por La Moneda 2026. El candidato republicano José Antonio Kast, en su tercera postulación, obtiene un 23,26% en los promedios de las encuestas. Johannes Kaiser, candidato presidencial y diputado del Partido Nacional Libertario, que ha sobrepasado a Kast en la radicalidad de sus propuestas, alcanza un promedio de 11,95%. Juntos, por lo tanto, alcanzan un 35,16% y más que duplican a Evelyn Matthei, de la derecha moderada, que llega al 15,9% a menos de un mes de la primera vuelta.
Matthei se ha instalado en los últimos meses en el tercer lugar. Aunque no le permite pasar a segunda vuelta, un porcentaje en torno al 10% le permite sostener todavía a los candidatos al Parlamento de Chile Vamos -de la derecha histórica- y los partidos centristas Amarillos y Demócratas. Pero la tendencia al alza de Kast los inquieta. Aunque el presidente de Evópoli, Juan Manuel Santa Cruz, afirmó este lunes que Matthei logró estrechar la distancia con Kast y que ambos candidatos se hallan en un “empate técnico”, Kaiser se le acerca de acuerdo a los sondeos dados a conocer el fin de semana. Aunque la candidata apela al voto responsable y sensato, y a que muchos de los electores en el sistema obligatorio deciden a última hora, no se descarta que Matthei incluso quede en el cuarto lugar.
Incluso Jeannette Jara, la candidata de oficialismo de Gabriel Boric, militante comunista, se refirió a este asunto este lunes, cuando debutó en su encuentro semanal con la prensa. “Kast se trató de mover hacia Matthei y Kaiser le creció para el lado”, aseguró la abanderada de la izquierda, centroizquierda y la Democracia Cristiana. Aunque la exministra del Trabajo de Boric se encuentra en primer lugar en las encuestas -promedia 29,54%-, no ha logrado superar el 30% del respaldo que históricamente ha tenido el actual Gobierno. Dada la fuerza de la oposición para estas presidenciales 2026, a Jara le resulta difícil imponerse en el balotaje del 14 de diciembre. En el oficialismo aseguran que todo puede ocurrir -un error de última hora de Kast, por ejemplo-, pero hace mucho tiempo que en la izquierda, en privado, dan por perdida esta elección presidencial.
El hecho de que las derechas ultras de Kast y Kaiser doblen a Matthei, al menos según las encuestas, muestra que los electores chilenos piden un cambio respecto de la actual Administración. Es lo que ha sucedido en todos los últimos gobiernos: ningún presidente desde 2006 le ha entregado la banda presidencial a un sucesor del mismo signo político. Pero los electores no solo buscan un cambio, sino radicalidad en las propuestas. En una elección marcada por tres temas clave -la delincuencia, migración y economía-, Kaiser, por ejemplo, ha dicho sobre la educación a niños migrantes que “si hay niños extranjeros y están ilegalmente en Chile, nuestra obligación es devolverlos a su país de origen. No es mantenerlos acá”. Kast, en tanto, apuesta a la motosierra para el Estado: busca recortar 6.000 millones de dólares en 18 meses y ha habido prácticamente un consenso general en que no se puede realizar sin afectar derechos sociales. “No es viable, porque más del 85% del gasto público está fijado por ley. Y, dentro de lo que está fijado por ley, los grandes ítems están asociados a derechos sociales, a políticas que trascienden el horizonte de los gobiernos”, aseguró a EL PAÍS el exministro de Hacienda de Boric, Mario Marcel. “Es evidente que Kast no sabe cómo recortar los 6.000 millones de dólares”, agregó.
La radicalidad de las propuestas de Kast quedaron en evidencia en los últimos días con una columna de opinión de su principal estratega, Cristián Valenzuela, que llamó parásitos a los funcionarios públicos.
Matthei, en tanto, a la que se le acaba el tiempo, apuesta a mostrarse como la candidata que entrega mayores certezas al país. “En los últimos años, Chile ha ido de tumbo en tumbo y de extremo en extremo. Nosotros podemos darle estabilidad”, aseguró este fin de semana.