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Renuncia la ministra Maya Fernández al Gobierno de Boric tras la compra fallida de la casa de su abuelo Salvador Allende

La dimisión se produce en la víspera de que diputados de la oposición presentaran una acusación constitucional en su contra, para conseguir su inhabilitación por cinco años en cargos públicos

Maya Fernández Allende en la embajada chilena en Madrid, en marzo de 2023.Alejandro Martinez (Getty Images)

La ministra de Defensa del Gobierno de Gabriel Boric, Maya Fernández Allende, ha renunciado este lunes al cargo en medio la controversia generada tras la fallida compra y venta de la casa de sus abuelos, el expresidente Salvador Allende (1970-1973) y su esposa Hortensia Bussi, que la Administración de izquierdas pretendía transformar un museo en honor a la memoria del exmandatario socialista. La secretaria de Estado, junto a la senadora Isabel Allende Bussi, es una de los cuatro copropietarios de la residencia, ubicada en la calle Guardia Vieja en el municipio de Providencia, en el sector oriente de Santiago. Este caso, de gran connotación pública en Chile, había hecho caer a comienzos de enero a la que era ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval, del Frente Amplio, el partido del presidente, que apostó erróneamente por cerrar la trama con su salida.

La dimisión de Fernández, del Partido Socialista (PS), como su tía, se produjo luego de que diputados opositores anunciaron una acusación constitucional en su contra con el fin de destituirla por cinco años para ocupar cargos públicos. La acusación –un proceso de destitución– sería presentado esta semana y existían opciones de que tuviera éxito en la Cámara de Diputados. El argumento legal del libelo es por infringir la Constitución, debido a que un artículo prohíbe a las autoridades celebrar contratos con el Estado.

El Gobierno de Boric ha informado de la renuncia de Fernández a través de un comunicado, aunque en la prensa chilena se ha informado que la nieta de Allende tuvo que salir por presiones de la misma Administración, donde se consideraba insostenible su permanencia. En Defensa asume en su reemplazo Adriana Delpiano, del Partido por la Democracia (PPD), de la centroizquierda. Delpiano, asistente social, fue parte de los exconglomerados la Concertación y la Nueva Mayoría. Entre sus cargos, ha sido ministra de Bienes Nacionales en la Administración del democristiano Eduardo Frei (1994-2000); del Servicio Nacional de la Mujer con Ricardo Lagos (200-2006) y de Educación en el segundo Gobierno de Michelle Bachelet (2014-2018). Nuevamente, por lo tanto, el Gobierno echa mano a los antiguos cuadros del sector para seguir navegando.

A comienzos de enero, cuando se hizo pública la controversia por la venta de la emblemática casa de Guardia Vieja, Maya Fernández admitió que “el proceso no fue bien llevado y eso lamento”. “Siempre uno tiene que hacer autocrítica respecto de los procedimientos” y agregó que “el legado del presidente [Allende] no está en la casa; está en la historia”, dijo Fernández, hija de Beatriz Tati Allende, la segunda de las tres hijas de Salvador Allende.

La ahora exministra de Boric, su hermano Alejandro y las dos hijas del exmandatario, la senadora socialista Isabel Allende Bussi y Carmen Paz Allende Bussi, son los cuatro herederos de la casa que el expresidente adquirió en 1953 y vivió junto a Hortensia Bussi hasta 1971, un año después de asumir en La Moneda. El Gobierno de Boric anunció el 31 de diciembre su adquisición —por 933 millones de pesos (unos 922.000 dólares)— junto a dos propiedades del expresidente democristiano Patricio Aylwin (1990-1994), para hacerlas museos. Pero sólo prosperó el segundo proyecto.

Actualmente, además de la acusación constitucional que se presentaría esta semana, Fernández enfrenta una causa judicial por la compra de la casa, al igual que su tía Isabel, la que ha sido por décadas la principal embajadora política de la familia Allende en el mundo. La Cámara de Diputados, además, abrió una comisión investigadora para ahondar en el caso y, adicionalmente, la oposición llevó al Tribunal Constitucional una solicitud de remoción contra Fernández, que se había aceptado. En definitiva, la socialista tenía muchos flancos abiertos.

Junto con la renuncia de Maya Fernández, el Gobierno también anunció la dimisión de Miguel Crispi, a cargo de liderar su equipo de asesores del presidente Boric. El sociológo del Frente Amplio era parte de la generación del mandatario que entró a inicios de su Gobierno y, pese a que estuvo en el ojo del huracán durante meses, Boric se resistió a sacarlo, hasta ahora, horas después de que protagonizara un complejo encuentro con los diputados en la comisión que investiga el caso de Manuel Monsalve, el exsubsecretario del Interior investigado por abuso sexual y violación, tras ser denuciado por una asesora: revian la actuación de las autoridades. Crispi será reemplazado por el ingeniero civil industrial Felipe Melo Rivara.

La salida de Maya Fernández del Gabinete se produce seis días después de la dimisión de Carolina Tohá (PPD) a la cartera de Interior para iniciar una carrera presidencial. El PPD, una formación histórica de la centroizquierda, desde su salida pedía mayor presencia en el Gabinete.

Los cambios en el corazón de la Administración de izquierdas ocurren en la víspera de que Boric inicie este martes 11 de marzo el último tramo de su Gobierno. Este lunes, además, su Administración anunció que ha sido nombrada como ministra de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) –cartera que lleva las relaciones con el Congreso–, Macarena Lobos en reemplazo del socialista Álvaro Elizalde, que asumió en Interior tras la salida de Tohá. Lobos no milita, pero es cercana a la Democracia Cristiana.

Una herida en el corazón del allendismo

Su nombramiento como ministra de Defensa en el Gobierno de Boric, en marzo de 2022, fue un gesto político y simbólico de gran envergadura a comienzos de esta Administración. En este cargo a Fernández le tocó liderar las conmemoraciones por los 50 años del golpe.

Hija de Beatriz Tati Allende y del cubano Luis Fernández Oña, tuvo una infancia marcada por historia política de Chile, como toda su familia. Su madre, médico cirujano como Salvador Allende, era la más revolucionaria de las hermanas, y su colaboradora más influyente. El 11 de septiembre de 1973 estuvo con el presidente mientras La Moneda era bombardeada, pero él la obligó a salir. Estaba embarazada de siete meses y tenía una hija de menos de dos años, Maya.

Allende se suicidó en medio del bombardeo al palacio de Gobierno. Tati partió al exilio a Cuba. En 1977, a los 34 años, se quitó la vida en La Habana. La ministra de Defensa tenía seis años, y su hermano Alejandro, cuatro. Es un periodo que Tencha Buchi de Allende (1914-2009), la abuela de Maya Fernández, alguna vez describió así: “Recordar ese 11 de septiembre de 1973 para mí es una pesadilla. Hasta ese día yo tenía marido, tres hijas, y después de ese día, yo perdí a mi marido, perdí a una hija, mis nietos están dispersos en diversas partes del mundo”.

Maya y Alejandro crecieron en La Habana. “Yo era una niña más del barrio. Nunca fue una carga ser reconocida como nieta de Allende”, dijo en 2012 a EL PAÍS con acento cubano y tono decidido. Tencha Bussi viajaba con regularidad desde México para ver a sus dos nietos. En esas visitas, la niña conoció a Fidel Castro. Pero, aclaraba, “la relación con él no era, en ningún caso, cotidiana”. ¿Y qué opinaba del régimen? “En Cuba tiene que haber un recambio”, decía la nieta de Allende. “Es bueno para la democracia, en todas las partes del mundo, que una misma persona no vaya a la reelección permanentemente. En la isla hay personas muy formadas que podrían ser grandes dirigentes políticos”.

En 1992, ya en democracia, ella y su hermano regresaron a Chile a reencontrarse con la familia —que había retornado al país—, y “echar raíces”. Alejandro estudió periodismo y, después de asumir su homosexualidad, dejó el país y se radicó en Australia junto a su pareja. Ella estudió Biología y Veterinaria y se inscribió en el Partido Socialista, donde tuvo durante años una militancia discreta. En 2008 se animó a postular como concejal por Ñuñoa —resultó electa— y en 2010 formó parte del comité central del partido. A diferencia de su tía Isabel, senadora, Maya Fernández no era una figura conocida en el país, pero luego, entre 2014 y 2022, fue electa dos veces diputada. Llegó a presidir la Cámara.

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