Mario Marcel: “Las AFP se han jugado porque no haya reforma de pensiones, pero se han ido quedando solas en su intransigencia”
El ministro de Hacienda de Boric habla en la semana clave de las negociaciones para el avance del proyecto para cambiar el sistema previsional y dice que las probabilidades de llegar a un acuerdo en el Senado van “en un 85 %”
La reforma de pensiones, una promesa de campaña del presidente Gabriel Boric, ha entrado en una fase crucial tras dos años de tramitación en el Congreso. El ministro de Hacienda, Mario Marcel (Santiago, 65 años), junto a su par del Trabajo, Jeannette Jara, tiene un papel clave en empujar que el proyecto emblema de la Admninistración de izquierdas vea la luz. Por estos días, las negociaciones entre el oficialismo y la oposición —la derecha tradicional— se han centrado en destrabar en especial el mayor nudo del proyecto: la repartición del 6% adicional con cargo al empleador.
En esta entrevista con EL PAÍS, realizada este jueves en su amplia oficina frente a La Moneda, Marcel se muestra optimista sobre el avance de las negociaciones de la reforma y señala que las probabilidades de que se produzca un acuerdo “yo las pondría en un 85%”. También, aborda las proyecciones de crecimiento de Chile para la próxima década y dice que las oportunidades para que el país sudamericano “crezca sistemáticamente más que el 1,8%, existen” y que “se están dando pasos para avanzar en esa dirección”.
Pregunta. ¿Cómo está Chile?
Respuesta. Chile viene saliendo de un período de mucha inestabilidad e incertidumbre. Hoy, la economía está creciendo. Estamos entrando en un período de normalidad después de varios años muy inusuales, y es el momento en el cual podemos abordar temas de más largo plazo sin estar interferidos por la coyuntura.
P.¿Qué ha sido lo más complejo en el trámite legislativo de la reforma de pensiones?
R. Lo más complejo ha sido tratar de aunar visiones entre lo que se quiere lograr tomando distancia de los medios o de las propuestas para hacerlo, porque, desgraciadamente, muchas veces en la política pública los actores tienden a aferrarse a ciertas soluciones o propuestas de política que no son necesariamente reconciliables, especialmente si están marcadas por preferencias ideológicas. Por eso, uno tiene que tratar de ir siempre hacia los objetivos que busca lograr. Hemos salido adelante con eso y, por ello, hoy hay tantos actores que están hablando a favor de la reforma previsional, porque al final han terminado por imponerse esos objetivos por encima del asunto de los medios.
P. En este momento, ¿hay luces o destellos de un acuerdo?
R. Luces. Hay muchas voces a favor. Ha habido un cambio muy notorio en el clima de la discusión, donde hasta hace poco teníamos que lidiar con el escepticismo y oposición directamente. Hoy se están sumando muchos actores que no hubiéramos pensado hace un tiempo atrás a favor de que se concuerde una reforma.
P. ¿Qué probabilidades hay de lograr un acuerdo en el Senado?
R. Esas probabilidades yo las pondría en un 85%.
P. ¿Le va bien, entonces?
R. Va bien, pero hay un 15% restante que no se debe subestimar.
P. ¿A quiénes se refiere con ese 15% restante? ¿Al Partido Republicano?
R. No. Republicanos nunca ha estado a favor, y no lo estará, de ninguna reforma. El referente del Partido Republicano es la política de los años 80. Entonces, nunca ha jugado ningún papel en el debate de la reforma previsional y dudo que lo vaya a hacer.
P. ¿Y, entonces, quiénes son ese 15%?
R. Algunos, en distintos puntos del arco político, tienen todavía dudas respecto de tal o cual componente del proyecto. No sé si las AFP [Administradoras de Fondos de Pensiones] seguirán haciendo campaña en contra de la reforma.
P. ¿Cuánto ha complicado el debate la campaña publicitaria de las AFP?
R. Esta campaña se ha extendido por varios años. Han sido muy insistentes en ciertos mensajes, pero al final la gente termina siendo más inteligente de lo que muchas veces se piensa.
P. La encuesta de Cadem, del domingo pasado, dice que el 80% de los encuestados creen importante de que se apruebe una reforma de pensiones antes de que termine este gobierno.
R. Las AFP se han jugado porque no haya reforma de pensiones, pero se han ido quedando solas en su intransigencia.
P. ¿Cuál sería el impacto de esta reforma de pensiones en el mercado de capitales?
R. Es un impulso para la economía porque va a permitir la acumulación de mayores ahorros, la reactivación del mercado de capitales de largo plazo y un mejor financiamiento para los créditos hipotecarios, para las empresas y pyme [Pequeña y mediana empresa], al propio gobierno. Todo eso es beneficioso para la economía.
P. ¿Por qué igualar las pensiones de mujeres con las de los hombres ha sido uno de los nudos del debate?
R. Para quien decía que todo debía ir a las cuentas individuales, esa posibilidad simplemente no existía. Ahora se plantea un mecanismo que, en la práctica, es un seguro porque administra el efecto de las diferencias en expectativas de vida de hombres y mujeres.
P. El proyecto de reforma de pensiones no es el mismo que el gobierno ingresó en el Congreso. ¿Qué opina de ello?
R. No describiría los cambios solo como un retroceso. En la reforma se propuso mejorar las pensiones futuras y actuales, la situación de las mujeres, generar más competencia en la industria, y hacer todo eso de manera sostenible en el tiempo. Si miramos lo que se está discutiendo, uno puede reconocer todos esos objetivos en el diseño que hay hoy. Más que retrocesos, ha habido un esfuerzo por encontrar nuevas soluciones con las que todos podamos vivir.
P. ¿Es una reforma de pensiones con ‘realismo con renuncia’?
R. Es una reforma de pensiones que tiene su mirada puesta en el largo plazo, pero que, al mismo tiempo, es consciente de que hay temas que resolver en el corto plazo y tiene respuesta para eso.
P. ¿Cuál será el legado económico de este gobierno?
R. Este será un gobierno que logrará estabilizar la economía. No hemos tenido ningún gobierno, del cual tengamos memoria, que haya partido con tantos desequilibrios económicos como los que nos tocó enfrentar. En segundo lugar, habrá abierto una brecha o un camino para recuperar el potencial de crecimiento de nuestra economía.
P. Las proyecciones del PIB tendencial apuntan a un promedio del 1,8% en la próxima década. ¿Qué hacer para volver a crecer sobre el 2%?
R. Chile este año está creciendo más del 1,8% y no se está incubando ningún gran desequilibrio en materia de inflación, ni en la cuenta corriente de la balanza de pago, y el próximo año, si uno ve las proyecciones del propio Banco Central, estará sobre el 2%. Se puede decir que eso es porque hay ciertas capacidades ociosas en la economía, pero está claro que no hay ni un muro de crecimiento con el que nos vayamos a estrellar y que, entre tanto, podemos trabajar para elevar el potencial de crecimiento a futuro. En eso no nos ayudan mucho las estimaciones que hacemos los economistas, porque calculamos el crecimiento tendencial básicamente mirando hacia atrás y no mirando hacia delante.
P. ¿Usted es más optimista?
R. Lo que quiero decir es que las oportunidades para que Chile crezca sistemáticamente más que el 1,8% existen, y se están dando pasos para avanzar en esa dirección. Si uno toma las estimaciones de la Comisión Marfán, ellos midieron los impactos de la reducción de 30% del tiempo para los permisos de inversión, del desarrollo de la industria de hidrógeno verde, de una reducción en la tasa del impuesto de la primera categoría. Todo eso junto les dio algo más de medio punto adicional de crecimiento anual como crecimiento tendencial.
Ahí todavía hay cosas que no estaban contabilizadas, como el desarrollo de la industria del litio, el cambio en precios relativos de la energía, una mayor participación de las mujeres en la fuerza de trabajo producto de, si se aprueba la legislación de sala cuna universal y el desarrollo de un sistema de cuidado. Todas esas cosas van agregando décimas al potencial de crecimiento futuro, y no son ciencia ficción porque son cosas que están ocurriendo hoy en día.