La brecha de género persiste tras las elecciones locales en Chile: las mujeres liderarán solo un 16,2% de las alcaldías

Un análisis del PNUD a los recientes comicios indica que hubo un descenso del 0,9% respecto a las votaciones anteriores, realizadas en 2021

Camila Nieto celebra su victoria como alcaldesa electa de Valparaíso tras los comicios locales en Chile.Cortesía

La brecha entre hombres y mujeres en la administración de regiones y municipios se ha perpetuado tras los comicios locales del 26 y 27 de octubre en Chile. Solo 56 de los 345 alcaldes electos han sido mujeres, lo que representa el 16,2% y un descenso del 0,9% respecto a las votaciones anteriores, realizadas en 2021, según datos del Servicio Electoral (Servel). Tampoco hubo candidatas electas a gobernadoras en las cinco regiones que se definieron en la primera vuelta, y solo cuatro de 11 competirán en un balotaje previsto para el 24 de noviembre.

Las estadísticas tampoco marcan una diferencia en cuanto a los consejeros regionales y concejales municipales. Un análisis del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) pone el foco en las insuficientes candidaturas femeninas presentadas para estos sufragios. La distancia se acercó al 25% en el caso de quienes aspiraron a una alcaldía y a un 23% para postulantes a gobernaciones regionales. También superó los 20 puntos porcentuales en el caso de las concejalías, donde las mujeres fueron minoría (40%) frente a los hombres (60%), y en los consejos regionales se amplió al 34%.

En una entrevista telefónica, Valentina Salas, jefa de Gobernanza y Territorio del PNUD, indica que tras dos procesos constituyentes en el país sudamericano que, si bien fracasaron en su intención de aprobar una nueva Constitución, representaron “innovaciones democráticas en cuanto a la paridad de género”, existe un retroceso en la cantidad de mujeres electas para cargos locales.

La principal barrera que detecta para ejercer cargos de elección popular es la baja nominación de mujeres a las candidaturas: solo representan una de cada cuatro postulantes.

El desequilibrio es histórico. Salas recuerda que el país sudamericano tomó medidas de acción afirmativa —o políticas públicas que buscan corregir desigualdades— destinadas a promover igualdad de condiciones en la participación entre hombres y mujeres en las elecciones legislativas de noviembre de 2017, cuando se incorporaron cuotas de género. Lo que percibe como tardío en relación con otros países de América Latina, como Argentina, que casi tres décadas antes.

En su análisis advierte una diferencia entre las elecciones uninominales (alcaldías y gobiernos regionales) y las plurinominales (consejerías regionales y concejos municipales), donde el proceso de nominación de las primeras está plagado de mayores barreras de entradas que, incluso, sufrirían con mayor intensidad las mujeres. “Si se piensa en los gobiernos locales con poca representatividad de alcaldesas o gobernadoras, vemos además que hay una desigualdad territorial respecto a la participación y representación política de las mujeres”, expresa.

Los partidos que obtuvieron una mayor cantidad de alcaldesas son el Frente Amplio (FA), con un 60%; el Partido Comunista (50%) y la Unión Demócrata Independiente (UDI), con un 27,3%. El resto de las 11 formaciones que han competido no supera el 20%, incluso algunas como, el Partido Radical y Republicanos, no cuentan con ninguna, según un análisis realizado por la Asociación de Municipalidades de Chile (AMUCH). El informe indica que la predominancia masculina en la mayoría de las formaciones políticas sugiere que las mujeres enfrentan mayores obstáculos para acceder a candidaturas, incluso como independientes.

Una inquietud transversal

La baja representación de las mujeres en los comicios locales ha causado inquietud dentro del Ejecutivo. La ministra portavoz del Gobierno de Gabriel Boric, Camila Vallejo, ha comentado fue uno de los asuntos abordados en el comité político, en el Palacio de La Moneda, luego de las votaciones. En conversación con el canal 24 Horas, la ministra ha reconocido que, como Gobierno, les preocupó “la poca cantidad de candidatas mujeres en todos los sectores” y que se debe observar esto: “Esto no se trata solamente de las mujeres que están a disposición, sino que también de las exigencias legales para asegurar que la representatividad que debe mostrar nuestro país involucre a quienes hoy son más del 50% de la población”.

Camila Nieto, militante del partido oficialista Frente Amplio, es la primera mujer electa en el municipio de Valparaíso. Le cuenta a EL PAÍS que está “consciente que para las mujeres consolidar un liderazgo es más complejo”, y opina que se debe “seguir avanzando como sociedad en el cambio cultural que han empujado los feminismos” en el país. “Los partidos políticos tienen una responsabilidad a la hora de potenciar los espacios para la promoción de liderazgos femeninos. La institucionalidad está al debe y a la sociedad en su conjunto también le hace falta entender que las mujeres somos igual de capaces que los hombres de ejercer roles de conducción que permitan sacar adelante las tareas. Para eso, el ejemplo de mujeres líderes que han logrado gestiones exitosas es, sin duda, un elemento necesario, y para eso se requiere la disposición y voluntad de las instituciones”, indica.

Para Hortensia Mora Catalán, alcaldesa reelecta de Calera de Tango, una comuna rural de la Región Metropolitana, a unos 26 kilómetros al sur de Santiago, está de acuerdo con que se necesita más representación femenina en las alcaldías y, sobre todo, en las localizadas en zonas rurales. La edil, de la UDI, partido de la derecha tradicional, admite que para una mujer puede ser más complejo escalar en política: “Es más difícil para nosotras porque cumplimos muchos roles a la vez: desde el hogar hasta manejar una municipalidad, en este caso”.

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