El segundo tiempo de Boric, trazado por sus reformas, la crisis de seguridad y la reconstrucción tras los incendios
El mandatario se acerca a los dos últimos años de su mandato en un clima político crispado y con un complejo escenario en el Congreso
El Gobierno del presidente de izquierdas Gabriel Boric está próximo a comenzar su segundo tiempo, cuando el 11 de marzo cumpla dos años desde que asumió a La Moneda. En la nueva etapa que empieza los principales proyectos que pretende sacar adelante, parte de sus compromisos, son el pacto fiscal y la reforma de pensiones. Pero se le han sumado otras urgencias: una inédita crisis de seguridad con la irrupción de ...
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El Gobierno del presidente de izquierdas Gabriel Boric está próximo a comenzar su segundo tiempo, cuando el 11 de marzo cumpla dos años desde que asumió a La Moneda. En la nueva etapa que empieza los principales proyectos que pretende sacar adelante, parte de sus compromisos, son el pacto fiscal y la reforma de pensiones. Pero se le han sumado otras urgencias: una inédita crisis de seguridad con la irrupción de una nueva delincuencia y el crimen organizado, además de la catástrofe provocada por los devastadores incendios ocurridos hace un mes en la Región de Valparaíso y que dejaron a miles de personas damnificadas y 134 fallecidas.
El ministro de Vivienda de Boric, Carlos Montes, ha reconocido el jueves que la reconstrucción de los sectores que fueron arrasados por el fuego en Viña del Mar podría demorar aproximadamente un año y medio, lo que coincide con el segundo tiempo del Gobierno. “Hay distintas realidades de una catástrofe fuerte y no se pueden generar falsas ilusiones” dijo a Radio ADN.
Para Rodrigo Pérez de Arce, investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), ante la urgencia señala que lo que marcará este segundo tiempo será la reconstrucción de los sectores afectados por los incendios y responder a la crisis de inseguridad. “La ciudadanía en Chile tiene un miedo que crece rápidamente y, por lo mismo, necesita de un gobierno que aborde esta crisis”, dice. “La contingencia le ha marcado la agenda al gobierno. De ahí que su éxito se mida sobre todo en la capacidad de abordar las materias más urgentes para la población, como la seguridad. También será importante entregar certezas en temas que están juntando presión, como la solución al problema de las Isapres o las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones)”.
Dos primeros años difíciles
Los dos años previos del mandatario fueron difíciles, dice la cientista política Pamela Figueroa. La lista parte con un primer proceso constitucional fallido, cuando en septiembre de 2022 un 62% de la ciudadanía rechazó la propuesta de una convención de izquierdas. En 2023 emprendió el liderazgo de un nuevo intento por cambiar la Ley Fundamental, que también fue votado en contra . “Eso generó un escenario de pensar un rumbo distinto al que tenía”, pues suponía que “con una nueva Constitución se podría avanzar en un proyecto de reformas destinadas, principalmente, a abordar las desigualdades del país”. Y agrega: “Ese contexto complejo se suma a un Gobierno que no logra tener mayoría en el Congreso y en el que tuvo que hacer una nueva alianza con el Socialismo Democrático [hoy la principal fuerza en su Gabinete]” y que, además, dice, enfrentó una situación compleja post pandemia y ahora la catástrofe ocurrida en la Región de Valparaíso.
Para Max Colodoro, analista político y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, cuando la propuesta constitucional de izquierdas se rechazó en 2022, “el Gobierno se quedó sin proyecto político, uno que buscaba terminar con la herencia del régimen militar, hacer cambios sustantivos al modelo económico y poner una lápida al neoliberalismo en Chile. Todas esas ideas eran las que encarnaban, de alguna manera, a esa generación que partió en 2011 en el movimiento estudiantil”. Por ello, señala, es que la Administración de izquierdas se vio obligada a tener que “definir completamente su prioridad y a redefinir la alianza con la que tiene que llevar adelante esas prioridades”, e incorporó al Gabinete, en Interior y Hacienda, a dos figuras del Socialismo Democrático: Carolina Tohá y Mario Marcel.
Pero, añade, que el Gobierno, “pese a todas las dificultades que ha tenido y las tentaciones en términos de gastos, se ha manejado de manera responsable. El ministro de Hacienda tiene el control de la política fiscal y en eso hay que ser muy justo y muy claro: ha podido hacer lo que ha hecho porque tiene el respaldo político del presidente. Ese es el principal logro”.
Urgencias y proyectos programáticos
Este viernes, ya de vuelta de sus vacaciones, Boric encabezará un consejo de gabinete para marcar la hoja de ruta de su segunda etapa. Para Colodro, tras el primer periodo, hoy el Gobierno tiene dos grandes objetivos políticos y programáticos: la reforma previsional y el pacto fiscal. Dos iniciativas que se enfrenta a un escenario complejo en el Congreso, por lo ha tenido que “hacer concesiones y ajustes”.
Es un segundo tiempo al que se suma un problema que “no estaba en los cálculos iniciales del Gobierno, porque el país lleva dos años de muy bajo crecimiento y en que las expectativas de crecimiento de este año se han ido ajustando más bien a la baja. No tiene recursos y ha tenido que hacer un ajuste fiscal”. Y agrega otros dos desafíos a la agenda: la reconstrucción después de los incendios y abordar la crisis de seguridad.
Para Pamela Figueroa uno de los principales desafíos será construir mayoría para las reformas prioritarias de esta Administración. “La reforma de pensiones es muy relevante no solo por la necesidad real que tiene la sociedad chilena de tener un sistema de pensiones más sólidos”, sino también, añade, porque en la pandemia hubo miles de chilenos que retiraron el 10% de sus fondos previsionales ante la emergencia y “quedaron prácticamente sin recursos”. “Es algo prioritario y también un sello del Gobierno del presidente Boric tener una política social fuerte donde el Estado cumpla un papel relevante. Eso ha mostrado muchas diferencias en la discusión pública entre las derechas y las izquierdas. Un desafío para el presidente es lograr un gran acuerdo”.
Pero también admite que la crisis de seguridad es uno de los problemas más complejos “no solo para el presidente Boric, sino para cualquier gobierno, porque ha traspaso distintas administraciones”. Destaca el liderazgo de la ministra del Interior, Carolina Tohá, y del subsecretario de esa cartera Manuel Monsalve, pues “han hecho acciones muy importantes y han logrado dar ciertos giros en cómo se estaba abordado la política y la seguridad para poder controlar esta crisis que ha cambiado mucho en relación a periodos anteriores y que para la ciudadanía es una prioridad”.
Un periodo electoral
El clima político en torno a este segundo tiempo de Boric será relevante, coinciden los analistas políticos. “Pese a la breve tregua que se vivió durante los funerales del presidente Sebastián Piñera, sigue tan crispado como antes. Lamentablemente, ni la composición del Congreso, ni el hecho de que estemos en un año electoral, ni los vacíos de poder que se observan, nos permiten estar muy optimistas. Es poco probable que el ambiente mejore, menos en el corto plazo”, señala Pérez de Arce.
Ese año electoral al que se refiere Pérez de Arce son las municipales y de gobernadores que se realizarán en octubre. Será una etapa, mientras el Gobierno emprenda sus reformas emblemáticas, en que la seguridad, la principal prioridad ciudadana, será el asunto central de las elecciones locales.
“Se añade una variable electoral, pues estos dos años son de elecciones. Y, después de octubre, ya el escenario es presidencial. Entonces, con todas las complicaciones que tiene el Gobierno, además va a tener que batallar porque los resultados electorales no sean demasiado negativos en este contexto”, dice Colodro.
Pero, en medio del escenario adverso que vislumbra, agrega: “Hay una regla de oro en Chile, desde el retorno a la democracia en 1990, todos los gobiernos han tenido segundos mejores años. Porque, en general, los más difíciles son los primeros”.
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