María Pagés abre un centro sobre la danza en Fuenlabrada

El centro trata de ser la casa común de coreógrafos, bailaores y músicos flamencos

María Pagés, en el Círculo Bellas Artes de Madrid.INMA FLORES (EL PAÍS)

La directora, coreógrafa y bailaora María Pagés (Sevilla, 1963) tiene en marcha en Centro Coreográfico que lleva su nombre en Fuenlabrada. El lugar, una nave de 400 metros, es el instrumento cultural cuyo objetivo, según Pagés, es ser “la casa común de coreógrafos, bailaores y músicos flamencos y estar abierto a otros lenguajes de la danza”. El Gobierno municipal de este municipio apuesta con este proyecto por “la innovación cultural” en la localidad.

El centro, explica la artista, “servirá para tender puentes entre los artistas y las i...

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La directora, coreógrafa y bailaora María Pagés (Sevilla, 1963) tiene en marcha en Centro Coreográfico que lleva su nombre en Fuenlabrada. El lugar, una nave de 400 metros, es el instrumento cultural cuyo objetivo, según Pagés, es ser “la casa común de coreógrafos, bailaores y músicos flamencos y estar abierto a otros lenguajes de la danza”. El Gobierno municipal de este municipio apuesta con este proyecto por “la innovación cultural” en la localidad.

El centro, explica la artista, “servirá para tender puentes entre los artistas y las instituciones”. Si hay algo que pueda definir la singularidad creativa poliédrica de María Pagés es su arraigado sentido ético de la cultura. Su capacidad creativa está arraiga en el compromiso con la vida y con la memoria. El Consistorio afirma, en un comunicado, que la elección de Fuenlabrada para ubicar este equipamiento se debe a su “su empeño de facilitar el acceso a las distintas actividades culturales al conjunto de la ciudadanía”.

Pagés, que lleva en los escenarios desde los 15 años, desea que tanto alumnos como profesionales que lleguen hasta el centro profundicen “en la investigación de la obra desde todos los elementos artísticos que influyen en esta desde la dramaturgia, música, luz o el vestuario. Aspectos necesarios para que la obra sea perfecta”, explica.

Para esta artista sevillana, iconoclasta por naturaleza, la danza flamenca es “su patria poética. La modernidad es la tradición en movimiento y la fuente del dinamismo de nuestros lenguajes e ideas”.

En sus obras utiliza “los códigos fundamentales del lenguaje flamenco e investiga dentro y fuera del mismo. Entiendo el flamenco como un arte contemporáneo y vivo”.

Pagés está convencida de que “el diálogo y el intercambio enriquecen el arte y favorecen una mayor comprensión entre los seres humanos”. Tanto Pagés como su esposo El Arbi El Hartí, codirector del proyecto de Fuenlabrada, quieren dejar documentado todo el proceso creativo de las obras de la bailaora además de recuperar a los grandes maestros del flamenco del siglo XX. "Queremos que Fuenlabrada sea punto de referencia para la danza con el intercambio de ideas y conversaciones de todo aquel que tenga algo que decir tanto en el terreno nacional como internacional”, puntualiza la artista.

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El último estreno de la compañía María Pagés, integrada por 29 personas, ha sido Una oda al tiempo, coreografía flamenca sobre la contemporaneidad y diálogo con la memoria, que después de girar por España comenzará su carrera internacional. “Esta obra plantea desde el flamenco una reflexión ética y artística sobre el presente. ¿Qué está pasando en el mundo?. Es la pregunta que se cuestiona sobre el escenario y habla de lo efímero, la eternidad y de la implacable irreversibilidad del tiempo sobre el cuerpo, el deseo, el arte y la vida”, indica Pagés.

En esta obra las secuencias coreográficas son rápidas, cortantes, y se hacen y se deshacen casi a la manera rítmica de un proyector de diapositivas. “Hay tensión constante entre el individuo y la comunidad, el círculo y la recta, el argumento y la abstracción, el silencio y la percusión. Y han ella ideas que manejaron autores como Pablo Neruda o José Luis Borges, resultado de un profundo trabajo de investigación”, explica la creadora.

Campañas para los jóvenes

El espacio de Fuenlabrada, según el alcalde, Javier Ayala (PSOE), “se convertirá en un lugar en el que se esté en permanente experimentación artística donde se fomente la exploración, la convivencia y el intercambio de conocimientos sobre el patrimonio coreográfico español”. Anteriormente el lugar estaba destinado al estudio profesional de mecánica de vehículos.

El Centro Coreográfico María Pagés dispone, en los 400 metros que han estado en desuso, de una sala de ensayo, otra de dimensiones más reducidas y un área de formación, así como vestuarios, camerinos y un área para gestión administrativa. La fundación se encargará de desarrollar campañas para aproximar al colectivo juvenil al mundo de la danza y fomentar su sensibilidad por esta expresión artística. Además, organizará seminarios para las escuelas de danza de la ciudad, con el objeto de mejorar la calidad de sus producciones y de proporcionarles nuevos conocimientos impartidos por profesionales.

Otro de los compromisos de la fundación, según el Ayuntamiento, es la oferta de seminarios a colectivos locales de artes escénicas para que profundicen en conceptos como la expresión corporal, la coreografía y ampliar su conocimiento con oficios relacionados con artes escénicas como iluminación, sonido o escritura de guiones.

María Pagés ha agradecido al Ayuntamiento su colaboración en la puesta en marcha de este "sueño artístico" y ha asegurado que se convertirá "en la casa común de los coreógrafos, bailaores y músicos y permanecerá abierta a todos los lenguajes dancísticos españoles e internacionales".

María Pagés se define como "sevillana de nacimiento, madrileña por vocación e iconoclasta por naturaleza". Obtuvo en el 2002 el Premio Nacional de Danza para la Creación, además de otros reconocimientos a su carrera artística y profesional.

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