Música de 20 artistas contra la sinrazón de la violencia machista

Cadena Dial recauda fondos para los hijos de las víctimas

Luz Casal, este sábado en Vive Dial, en el WeZink Center de Madrid.Víctor Sainz

Lucía tiene 13 años, y un discurso desconcertantemente adulto: “Si mi padre matara a mi madre y me dejara huérfana, haría lo que fuera para que eso no volviera a pasar nunca más de los jamases”. Su padre la coge de la mano, y la mira con aprobación. Hacen cola frente al WiZink Center, son dos de las 15.000 personas que vieron actuar anoche a 20 músicos, desinteresadamente, contra la orfandad consecuencia de la violencia machista.

El de ayer fue un megaconcierto organizado por Cadena Dial en apoyo a Fundación Mujeres, con un eslogan: La igualdad necesita ritmo. Pablo Alborán, Sergio Dalm...

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Lucía tiene 13 años, y un discurso desconcertantemente adulto: “Si mi padre matara a mi madre y me dejara huérfana, haría lo que fuera para que eso no volviera a pasar nunca más de los jamases”. Su padre la coge de la mano, y la mira con aprobación. Hacen cola frente al WiZink Center, son dos de las 15.000 personas que vieron actuar anoche a 20 músicos, desinteresadamente, contra la orfandad consecuencia de la violencia machista.

El de ayer fue un megaconcierto organizado por Cadena Dial en apoyo a Fundación Mujeres, con un eslogan: La igualdad necesita ritmo. Pablo Alborán, Sergio Dalma, Rosana, Pablo López, Antonio Orozco, Luz Casal... Hasta veinte artistas que rompieron sus agendas para unirse por una causa: recabar fondos para las becas Soledad Cazorla, que destinan ayudas económicas a los hijos e hijas cuya madre ha sido asesinada por su padre. Suena inconcebible, pero es más frecuente de lo que parece: en los últimos cinco años, se han quedado huérfanos más de 300 menores de edad por esta circunstancia. “Son estadísticas, pero estas víctimas colaterales de la violencia machista son difíciles de encontrar”, dice Marisa Soleto, presidenta de la Fundación Mujeres. “Se enfrentan a muchos años de sufrimiento y traumas irrecuperables, que no se tienen en cuenta. Nuestras becas están destinadas a facilitarles este trance”, añade.

Antonio Orozco abrió el concierto. Un par de canciones, luego tenía un bolo en la otra punta de Madrid. “No podía dejar de estar aquí. Este es un problema de todos”, dijo. Luz Casal acababa de llegar de Galicia: “Los músicos que tenemos cierta repercusión, debemos ser solidarios siempre. Más con causas como esta”. Rosana le daba un toque al gremio: “Deberíamos aprender de aquellos conciertos solidarios que organizaban en los ochenta gente como David Bowie o Bob Marley. Aún más importante que el dinero que recaudamos es el mensaje que somos capaces de dar”.

Antonio Orozco, durante su actuación en la galaVíctor Sainz
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