Con niños

Pulgarcito se hizo abuelo

Teatro Paraíso revisita el cuento para hablar de un hombre mayor en el día en que su hijo lo lleva a una residencia

Escena de la obra 'Pulgarcito' de la compañía Teatro Paraíso.Aitor Audicana

Siempre se dice que los clásicos lo son porque abordan cuestiones de cualquier tiempo y lugar. El principio es aplicable a los cuentos clásicos de la literatura infantil, que siguen estando vivos no solo porque se lleven a escena o al cine una y otra vez, sino porque sirven para abordar situaciones muy actuales. Abandono, envidia, crueldad o miedo están presentes en títulos tan conocidos como Cenicienta o Blancanieves, por ejemplo. Y a pesar de la edulcoración a que fueron sometidas sus historias por la industria del entretenimiento, los cuentos de Perrault o los Hermanos Grimm recoge...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Siempre se dice que los clásicos lo son porque abordan cuestiones de cualquier tiempo y lugar. El principio es aplicable a los cuentos clásicos de la literatura infantil, que siguen estando vivos no solo porque se lleven a escena o al cine una y otra vez, sino porque sirven para abordar situaciones muy actuales. Abandono, envidia, crueldad o miedo están presentes en títulos tan conocidos como Cenicienta o Blancanieves, por ejemplo. Y a pesar de la edulcoración a que fueron sometidas sus historias por la industria del entretenimiento, los cuentos de Perrault o los Hermanos Grimm recogen zonas oscuras del alma humana y zonas luminosas (el triunfo de la inteligencia frente a la fuerza). Así, el Pulgarcito de la premiada compañía Teatro Paraíso, revisita el cuento para hablar de un hombre mayor, un abuelo, en el día en que su hijo lo va a llevar a una residencia de la tercera edad, porque ya no puede vivir solo. La propuesta, recomendada para espectadores a partir de 6 años, la defienden dos estupendos actores en la escena. La obra ganó el pasado verano, el Premio al Mejor espectáculo, en el certamen Barroco Infantil del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. Sala Cuarta Pared. C/ Ercilla, 17. Domingo, 17.30 

¿Cuánto pesa un corazón?

Si es de elefante, unos 20 kilos, el peso de un niño; eso cuenta Marisa Amor en su nuevo espectáculo Corazón de elefante, que se estrena este fin de semana. La artista sigue adentrándose en el terreno de la creación para los públicos de menos edad. Tras su primer trabajo, Paisajes, Marisa Amor vuelve a proponer un espacio de proximidad espacial, complicidad en los símbolos e indagación en los sonidos. Corazón de elefante es un trabajo de movimiento y música en vivo que parte de la premisa de que cualquier objeto, sonido o movimiento pueden ser disparadero de una historia, de una invención, de un juego. 

La Casa Encendida. Ronda de Valencia, 2. Sábado y domingo, 12.00 

Millás para niños.

No toda la cartelera infantil se da en la capital; Aranjuez, Torrelodones y Arganda del Rey exhiben este fin de semana montajes para ir en familia. En los tres relatos que componen la pieza, los protagonistas son números y en clave de humor y ternura, abordan asuntos como el respeto. Con el título Cuenta hasta 3, (La Nave de Cambaleo, Aranjuez. Sábado y domingo, 18.00) la compañía Higiénico Papel ha buceado en los relatos de Juan José Millás en un espectáculo de actor y objetos, recomendado para público de 3 a 8 años. El Pinocho (Teatro Bulevar, Torrelodones. Sábado, 18.00) de Ultramarinos de Lucas, sigue recorriendo caminos. Con una escenografía, atrezzo y marionetas construidas a partir de utensilios y materiales de carpintero, esta versión del clásico de Collodi, incide en la fuerza transgresora de la infancia. Sin estridencias, con una sencillez tan impresionante como eficaz, se desarrolla el espectáculo El Príncipe Envidioso, (Auditorio Montserrat Caballé, Arganda del Rey. Domingo, 12.30) de Eme2 Producciones. Un castillo, un árbol, una casa, dos pequeños personajes que descubren el valor de la amistad y dos titiriteras, que inhalan emoción y ternura a la historia.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En