Arranca el desmantelamiento del último poblado de la capital
Unas 100 familias del Ventorro, en el distrito de Villaverde, serán realojadas a lo largo de 2014
Unas 100 familias del poblado del Ventorro, en el distrito madrileño de Villaverde junto al municipio vecino de Getafe, serán realojadas a lo largo de 2014, en una operación que se ha iniciado esta mañana con el derribo de las primeras viviendas. Se pone así el punto final al último poblado chabolista de la capital.
El consejero de Transportes, Infraestructuras y Vivienda, Pablo Cavero, ha entregado esta mañana las llaves de un piso de alquiler a Gema y César, un matrimonio con tres hijos pequeños que residirán en Villaverde. Son los primeros de este centenar de familias de este poblado...
Unas 100 familias del poblado del Ventorro, en el distrito madrileño de Villaverde junto al municipio vecino de Getafe, serán realojadas a lo largo de 2014, en una operación que se ha iniciado esta mañana con el derribo de las primeras viviendas. Se pone así el punto final al último poblado chabolista de la capital.
El consejero de Transportes, Infraestructuras y Vivienda, Pablo Cavero, ha entregado esta mañana las llaves de un piso de alquiler a Gema y César, un matrimonio con tres hijos pequeños que residirán en Villaverde. Son los primeros de este centenar de familias de este poblado. La pareja se mostraba contenta pese a que dejaban atrás, muchos recuerdos y muchos momentos muy buenos. De hecho, la mujer se ha echado a llorar al ver cómo se venía abajo la vivienda donde había residido los últimos 25 años.
El consejero ha recordado que en 2014 también se intentará acabar con otro poblado de gran importancia en la región como es el del río Guadarrama en Móstoles. Algunas familias del poblado se han quejado de que no se les de una vivienda en propiedad y de que tengan que pagar alquileres de 300 o 350 euros cuando prácticamente no tienen dinero ni para vivir. “¿Dónde nos metemos ahora los cuatro matrimonios que vivimos aquí con 11 hijos? Y eso que los terrenos son nuestros y los compramos hace 25 años y nos hicimos nuestras casas”, preguntaba uno de los moradores.
La anécdota del día ha surgido cuando la excavadora que derribaba las primeras viviendas ha tirado abajo parte de otra casa cuyos propietarios no iban a ser todavía realojados. En esta vivía Raquel con su marido y sus cinco hijos.
“Menos mal que no estaban los pequeños, que si no, no sé lo que habría pasado. Mira que se lo ha dicho que fueran con cuidado y no me han hecho ni caso”, ha protestado la propietaria. Fuentes de la consejería han explicado que esta noche vivirá en casa de un familiar y que a partir de mañana el IRIS le dará un piso en alquiler.