La otra primavera renace en Sevilla

¿Es usted también bailarina? “No, yo no”. Pero, participa en el espectáculo, ¿no? “¡Ah, esto es baile!”, exclama María Jesús Carrillo, limpiadora jubilada de 71 años y una de los 14 mayores de Sevilla que interpretarán …du printemps! bajo las órdenes del coreógrafo francés Thierry Thieû Niang. La obra, que es estreno en España y podrá verse los días 29 y 30 en el Teatro Central de la capital andaluza, es un tierno experimento en el que 28 personas de 60 a 87 años...

¿Es usted también bailarina? “No, yo no”. Pero, participa en el espectáculo, ¿no? “¡Ah, esto es baile!”, exclama María Jesús Carrillo, limpiadora jubilada de 71 años y una de los 14 mayores de Sevilla que interpretarán …du printemps! bajo las órdenes del coreógrafo francés Thierry Thieû Niang. La obra, que es estreno en España y podrá verse los días 29 y 30 en el Teatro Central de la capital andaluza, es un tierno experimento en el que 28 personas de 60 a 87 años cuelgan sus prejuicios en los vestuarios y se entregan a una especie de danza tribal que termina en un trance colectivo.

“Es un contraste muy fuerte que personas de las que se dice que están en el otoño de su vida interpreten ‘La consagración de la primavera’. No se trata de un taller para que los mayores se sientan mejor, sino de un espectáculo, de participar en una escritura coreográfica. Una especie de ritual a través de gestos simples, cotidianos”, apunta Thieû Niang, quien ya desde los primeros ensayos se ha ganado el respeto y el cariño de los nuevos intérpretes. Desde su estreno en el Festival de Avignon en 2011, …du printemps! ha ido recorriendo el mundo y coproduciendo un nuevo montaje en cada teatro de Francia, Brasil y Estados Unidos en los que se ha representado. La fórmula es mezclar a la mitad de la compañía inicial, 14 mayores franceses, con otros tantos de la cuidad que visitan.

Los 14 sevillanos, seleccionados entre 40 a través de cinco Centros de Participación Activa de la ciudad, no habían pisado nunca un escenario y, salvo dos de ellos que son espectadores asiduos, tampoco conocían el Central ni su apuesta por los espectáculos de vanguardia. De ahí la sorpresa de María Jesús Carrillo cuando alguien la llama, por primera vez, bailarina. “Yo he bailado toda mi vida sevillanas, boleros, pasodobles pero nunca en un escenario. ¡Esto es otra cosa. Esto vale un imperio! Thierry nos ha hecho sentir el baile”, dice, aunque, a pesar de su entusiasmo, aun no se crea una bailarina.

El espectáculo, que solo podrá verse en Sevilla, es un doble homenaje. Por una parte, celebra los cien años de La consagración de la primavera, el ballet de Igor Stravinski que se estrenó con la coreografía de Nijinski, y, por otra, recuerda al recientemente desaparecido Patrice Chéreau, el gran director de escena francés con el que Thierry Thieû Niang ha trabajado durante muchos años. Estaba previsto que Chéreau, muy vinculado a Sevilla donde tenía una casa, apareciera al final del espectáculo leyendo fragmentos del diario de Nijinski.

“Más allá del discurso enfrentado de profesional/‘amateur’, joven/viejo, para mí este es un gesto poético y político al mismo tiempo. Es importante poder transmitir mis herramientas profesionales a gente que no lo es, porque la danza no es solo técnica sino también una manera de estar en el mundo”, explicó Thieû Niang.