Otros grandes incendios en A Coruña y Lugo arrasan más de mil hectáreas

A Fonsagrada, Negreira y Porto do Son, las localidades más afectadas en el peor día del verano

Fue una noche y una jornada incendiarias. Además del de Carnota, se registraron otros cinco grandes fuegos en A Coruña y Lugo. En dos de los mayores, los de Negreira y Porto do Son, así como en otro más pequeño, en Ponte Caldelas, hubo que activar durante unas horas la máxima alerta, el nivel 1, por amenazar las llamas a núcleos residenciales. Anoche seguían activos cuatro, aunque quedaba controlado el de menor extensión, el de Muxía, en la Costa da Morte, que comenzó sobre las cinco de la madrugada. Casi a la misma hora se inició otro en Ortoño, en la localidad de Ames, limítrofe con Santiago...

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Fue una noche y una jornada incendiarias. Además del de Carnota, se registraron otros cinco grandes fuegos en A Coruña y Lugo. En dos de los mayores, los de Negreira y Porto do Son, así como en otro más pequeño, en Ponte Caldelas, hubo que activar durante unas horas la máxima alerta, el nivel 1, por amenazar las llamas a núcleos residenciales. Anoche seguían activos cuatro, aunque quedaba controlado el de menor extensión, el de Muxía, en la Costa da Morte, que comenzó sobre las cinco de la madrugada. Casi a la misma hora se inició otro en Ortoño, en la localidad de Ames, limítrofe con Santiago, como consecuencia del de Negreira. Es el único de los seis incendios (incluida Carnota) del día de ayer que se logró extinguir a media tarde, tras calcinar 20,4 hectáreas de monte arbolado y dos de raso.

 Pero no es el caso del de A Fonsagrada (Lugo), donde tras conseguir ayer alejar el peligro para las viviendas que la víspera habían tenido que ser desalojadas, siguieron ayer muy activos dos de los cinco focos que llegó a sumar este incendio. Quemaron más de 500 hectáreas hasta el momento.

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En Negreira, fueron pasto de las llamas, desde el mediodía del miércoles, al menos otras 400 hectáreas en la parroquia de Liñaio. Casi 24 horas estuvieron cercadas por el fuego varias aldeas. El peligro para los vecinos remitió sobre las 13.30 horas, aunque el fuego seguía sin estar controlado al cierre de esta edición. La noche también fue larga y angustiosa para los habitantes de la parroquia de Noal, en Porto do Son, por el incendio que comenzó pasada la medianoche de ayer. Durante dos horas, esta madrugada, hubo que declarar la máxima alerta. Ardieron 100 hectáreas.

Ya por la tarde la alerta se trasladó a la provincia de Pontevedra, por un incendio en Ponte Caldelas próximo a varias aldeas de la parroquia de Anceu. El nivel uno estuvo activado durante una hora por acercarse el fuego al núcleo de A Esfarrapada. No obstante, se logró con rapidez dar por controladas las llamas, tras arrasar unas nueve hectáreas. Se suman a las 600 que ardieron la semana pasada en otra parroquia.Más tranquila fue la jornada en Ourense, aunque también se registraron focos, como en Paderne, donde el bosque autóctono del Val da Rábeda sufrió a mediodía su noveno incendio este verano.

“El problema es de orden público” aseveró ayer el presidente de la Xunta, al tiempo que se confesaba preocupado por “el deterioro de la imagen de Galicia” que producen los fuegos en parajes emblemáticos. Ayer fueron imputadas otras cuatro personas. Pero sus fuegos se debieron a la imprudencia o la mala suerte, como una quema sin permiso que arrasó nueve hectáreas en O Pino; las actividades ganaderas en el caso de dos vecinos de Baños de Molgas; o las chispas de una segadora en Ordes. Fueron también las chispas, pero del tren, las que provocaron el fuego que cercó el martes 50 viviendas de Taboadela.

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