La Cubana monta una boda con toda su parafernalia en Sevilla

"Todos sabemos que montar una boda es como montar un espectáculo. Nos vestimos y comportamos de una forma determinada, seguimos siempre el mismo guión porque los seres humanos necesitamos del teatro en nuestra vida cotidiana. Con Campanadas de boda no nos reímos de la boda en sí, sino de toda la parafernalia que montamos para casarnos", comentó este miércoles en Sevilla Jordi Milán, director del espectáculo, autor de la idea y del guión. Campanadas de boda, la última p...

"Todos sabemos que montar una boda es como montar un espectáculo. Nos vestimos y comportamos de una forma determinada, seguimos siempre el mismo guión porque los seres humanos necesitamos del teatro en nuestra vida cotidiana. Con Campanadas de boda no nos reímos de la boda en sí, sino de toda la parafernalia que montamos para casarnos", comentó este miércoles en Sevilla Jordi Milán, director del espectáculo, autor de la idea y del guión. Campanadas de boda, la última producción de la compañía catalana La Cubana, cerrará la temporada del Teatro Lope de Vega de Sevilla y estará en cartel del 6 al 23 de junio, todo un récord para este espacio que no ha ofrecido tantas representaciones del mismo espectáculo en la última década.

La compañía, que no actuaba en la capital andaluza desde 2005, desembarcó este miércoles con todo lo necesario para la boda en la plaza del Salvador, en pleno centro de la ciudad y se convirtió, como siempre, en el centro de atención. La novia, papel que interpreta Montse Amat, dejó boquiabierto a más de un viandante probándose varios vestidos de novia a la vista de quien quisiera mirar, en el escaparate del primer piso de Rosa Clará, una de las tiendas del ramo que abundan en la zona. Desde abajo, a voz en grito, su madre Hortensia -interpretada por Annabel Totusaus- y su tía Margarita -que encarna Alexandra Gonzàlez- le daban su opinión sobre los modelos que se iba poniendo. Abajo, en el escaparate principal, otras tres actrices de la compañía hacían de maniquís vivientes con sus vestidos de novias.

La Cubana, que siempre organiza espectaculares presentaciones de sus producciones, lo tenía todo dispuesto para la fiesta, incluso una alfombra rosa adornada con flores que unía la tienda de novias con una gran tarta nupcial, de casi tres metros de altura, ante la que los 11 actores, todos ataviados como para dar el "si quiero", interpretaron uno de los temas del montaje.

El montaje, dirigido por Jordi Milán, pone de manifiesto el teatro que contiene la vida cotidiana

Esta "comedia-vodevil-costumbrista", como la define su director, se estrenó en el Teatro Tívoli de Barcelona en marzo de 2012 y durante el año que ha estado en cartel la han visto 250.000 personas. El pasado abril inició una gira por los escenarios españoles. Con música de Joan Vives y coreografía de Leo Quintana, La Cubana emplea dos horas y cuarto para hacer un retrato en el que, como siempre, quiere demostrar que "detrás de cualquier evento cotidiano siempre hay teatro".

La boda es la de Violeta y el actor indio Vickram Sodhi, pero más bien parece la que les hubiera gustado tener a su madre y a su tía, dos catalanas que llegaron a Sevilla en los años 70 y montaron una floristería. "Adaptamos el texto a cada ciudad y aquí los tres hijos de Hortensia hablan con acento andaluz", precisa el director. Y con acento andaluz explica la novia: "Yo no me quería casar, porque a estas alturas no hace falta. Me quería ir a India a vivir con mi novio, que lo conocí aquí en el rodaje que hicieron los de Bollywood en la Plaza de España, pero mi madre y mi tía -que en su juventud fueron muy hippies pero con la edad se han vuelto conservadoras- no me han dejado y llevamos seis meses preparando el bodorrio", resume Montse Amat, luciendo el vestido con el que ha decidido quedarse, no sin antes enseñarle su inmaculada ropa interior a media Sevilla.