Cien ideas para el arte del futuro

Críticos, comisarios y artistas conviven y debaten durante cinco días en Santiago

El artista lucense Carlos Maciá, ayer, en la Cidade da Cultura. ANXO IGLESIAS

El chiste fácil es comparar el encuentro que desde ayer se celebra en la Cidade da Cultura con una especie de Gran Hermano del mundo del arte. Durante cinco días un centenar de artistas jóvenes convivirán con críticos, comisarios y otros creadores que ya cuentan con una trayectoria artística consolidada y que compartirán sus experiencias con los que dan sus primeros pasos. La mayoría de los asistentes al encuentro son gallegos pero también hay representantes de otras partes de España y del extranjero porque uno de los objetivos prioritarios del evento es que los jóvenes gallegos que quieren de...

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El chiste fácil es comparar el encuentro que desde ayer se celebra en la Cidade da Cultura con una especie de Gran Hermano del mundo del arte. Durante cinco días un centenar de artistas jóvenes convivirán con críticos, comisarios y otros creadores que ya cuentan con una trayectoria artística consolidada y que compartirán sus experiencias con los que dan sus primeros pasos. La mayoría de los asistentes al encuentro son gallegos pero también hay representantes de otras partes de España y del extranjero porque uno de los objetivos prioritarios del evento es que los jóvenes gallegos que quieren dedicarse al arte compartan experiencias con compañeros de otras latitudes.

La sesión de ayer se abrió con las intervenciones de la artista andaluza Cristina Lucas y del lucense Carlos Maciá, uno de los artistas gallegos que ultimamente están destacando por su presencia habitual en espacios expositivos, dentro y fuera de Galicia. En su intervención, Maciá realizó un recorrido por lo que ha sido su trayectoria durante la última década, en la que ha experimentado con diversos formatos aunque la pintura siempre ha estado muy presente en toda su producción.

El artista lucense considera que este tipo de encuentros son una fórmula “fantástica” para que los más jóvenes puedan tomar nota de algunos de los problemas con los que pueden encontrarse en su camino dentro del mundo profesional del arte. “El panorama está muy complicado y hay pocos lugares en los que los jóvenes pueden exponer sus obras. Lo tienen muy difícil pero si se deciden a apostar por dedicarse a esto les recomendaría que se implique totalmente en su trabajo y tengan una visión a largo plazo”, indica Maciá. En su opinión, deberían abrirse más posibilidades para que los creadores que empiezan puedan exponer sus trabajos en espacios institucionales. “Con muy poco dinero se puede hacer mucho para dar oportunidades a los jóvenes. Más que dinero, lo que se necesita es imaginación para hacerlo”, añade.

Entre los comisarios que pasarán varias jornadas con los artistas que asisten al evento figura el ferrolano David Barro, habitual responsable de diversos proyectos expositivos dentro y fuera de Galicia. A su juicio, este tipo de encuentros son importantes ya que permiten realizar una reflexión en grupo y alejada de intereses individuales. “Los comisarios descubrimos artistas y nuevas necesidades, al tiempo que rejuvenecemos y aportamos soluciones que son producto de las experiencias vividas. En estos encuentros también se enseña a no tener miedo a intentarlo ni a fracasar varias veces antes de conseguir algo”, explica Barro.

David Catá, un joven de Viveiro que participa en el evento, explica que uno de los mayores atractivos es la posibilidad de poder presentar su trabajo ante comisarios, críticos y otros artistas. Las sesiones de tarde del encuentro se dedican a que los creadores hagan una presentación pública de su trabajo ante un auditorio compuesto por sus propios compañeros y profesionales del mundo del arte. “Resulta muy interesante esta experiencia porque puedes ver proyectos muy dispares e incluso puedes llegar a encontrar vínculos con tu propio trabajo”, explica Catá, quien ha montado un estudio de fotografía y pintura en Viveiro aunque asume que dedicarse exclusivamente al arte es “muy complicado” y supone una carrera de fondo.

La madrileña María Sánchez se enteró de la iniciativa a través de las redes sociales y decidió apuntarse ante la posibilidad de compartir experiencias con otros compañeros noveles. “Por ahora todo está resultando muy bien”, explica, “puedes escuchar las experiencias de otros compañeros que tienen problemas similares a los que tú te encuentras y ver como los resuelven”. Sánchez ha realizado algunas exposiciones en espacios madrileños y cree que una ciudad grande ofrece más posibilidades a los artistas para desarrollar su trabajo, aunque también “hay mucha competencia”.

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Las sesiones continuan hoy con las intervenciones del artista madrileño Pablo Valbuena y del orensano Jorge Perianes. Además, un nuevo grupo de jóvenes artistas podrá exponer sus ideas a los demás asistentes. En realidad, la única semejanza con Gran Hermano es que la convivencia es muy estrecha durante los cinco días del evento. Aquí hay mucho más que conversaciones banales sobre temas insustanciales que caracterizan al programa televisivo.

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