Más allá de la ciudad

1. Casa Museo Lope de Vega. Conocí la casa del poeta cuando era estudiante de Arte Dramático y me encanta llevar a mis hijos y a mis amigos a este rincón del Madrid de los Austrias. Entre sus paredes, imagino que Lope ha salido a comprar el pan y no sé qué cara pondrá cuando llegue y vea a un par de intrusos en la intimidad de su hogar (Cervantes, 11).

2. Jardín Botánico. Me encanta introducirme en esta realidad natural en el centro de la capital, rodeado de asfalto y, a la vez, tan fuera de la ciudad (Plaza de Murillo, 2).

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1. Casa Museo Lope de Vega. Conocí la casa del poeta cuando era estudiante de Arte Dramático y me encanta llevar a mis hijos y a mis amigos a este rincón del Madrid de los Austrias. Entre sus paredes, imagino que Lope ha salido a comprar el pan y no sé qué cara pondrá cuando llegue y vea a un par de intrusos en la intimidad de su hogar (Cervantes, 11).

2. Jardín Botánico. Me encanta introducirme en esta realidad natural en el centro de la capital, rodeado de asfalto y, a la vez, tan fuera de la ciudad (Plaza de Murillo, 2).

3. Museo del Prado. Intento visitarlo siempre que puedo y cada vez que algún amigo de fuera viene a verme lo llevo a la pinacoteca. Porque no se trata de saber mucho de pintura, sino de sentirla. Puedo pasarme horas observando los cuadros surrealistas de El Bosco (Ruiz de Alarcón, 23).

4. Plaza de Santa Ana. Un buen lugar para tomar un vermú al mediodía mientras lees un libro. No me gusta el barullo de las noches, pero por las mañanas es una plaza muy tranquila.

5. Ermita de San Antonio de la Florida. Me gusta acercarme a esta iglesia, situada en la ribera del río Manzanares, y disfrutar de los frescos que pintó Goya en su interior. Después me paso por Casa Mingo (Paseo de la Florida, 34) a tomar una sidra.

6. Parque del Oeste. Suelo hacer las reuniones de trabajo en este parque. Ya saben, en el mundo del espectáculo somos bastante informales. Es muy ameno hablar sobre personajes o proyectos sentado en algún banco o sobre la hierba. Es un lugar que invita a la charla (Paseo de Camoens).

7. Plaza Mayor. Me gusta ver pasar las cuatro estaciones entre sus soportales. Nada tiene que ver la estampa de la plaza en invierno, con la decoración navideña, que ahora en verano. Me gustaría conocer a alguien que viva en alguna de sus buhardillas y que me invitase a ver las vistas de la plaza desde arriba.

8. Alcalá de Henares. Me parece que este municipio es uno de los mejores tesoros de Madrid y que no se le da la relevancia que merece. ¡Se nos olvida que en este pueblo nació Cervantes! Suelo visitar su corral de comedias y me encanta pasear por la calle Mayor, visitar la casa de Cervantes y disfrutar de la gastronomía castellana.

9. Monte de El Pardo. Es uno de mis escondites preferidos. Lo suelo visitar en mis días libres y me gusta ir solo. Aparco el coche y echo a andar bordeando la orilla del Manzanares. Las vistas de Madrid que se contemplan desde la cima del monte son impresionantes. Es un bosque muy cuidado. Se nota que la especulación inmobiliaria no le ha hincado el diente.

10. Restaurante de la Casa Grande de Torrejón. Es una antigua casa de labor que mandó construir una de las hermanas del emperador Felipe II. Perteneció al Colegio Imperial de los Austrias. Se conserva muy bien la bodega y el lagar del siglo XVI. Además, tiene un museo de iconos de varias escuelas de arte religiosas. Recomiendo las perdices, el gazpacho ahora en verano, el jamón ibérico… (Calle de Madrid, 2, Torrejón de Ardoz).