Muere una anciana carbonizada por el fuego en su vivienda de la capital
Otras dos mujeres, hermanas de la fallecida, resultan intoxicadas leves por el humo
Una mujer de unos 80 años falleció anoche carbonizada y sus dos hermanas, de 78 y 80 años, resultaron intoxicadas leves en el incendio de la vivienda en la que vivía junto a ellas, en la cuarta planta del número 28 de la calle Narciso Serra de Madrid.
El fuego se originó por causas que aún se desconocen alrededor de las once de la noche de ayer en la habitación de la anciana. Las otras dos mujeres sufrieron una intoxicación moderada por el humo. El Samur las trasladó al hospital Gregorio Marañón, donde fueron ingresadas con pronóstico menos grave. Los bomberos tardaron en controlar el f...
Una mujer de unos 80 años falleció anoche carbonizada y sus dos hermanas, de 78 y 80 años, resultaron intoxicadas leves en el incendio de la vivienda en la que vivía junto a ellas, en la cuarta planta del número 28 de la calle Narciso Serra de Madrid.
El fuego se originó por causas que aún se desconocen alrededor de las once de la noche de ayer en la habitación de la anciana. Las otras dos mujeres sufrieron una intoxicación moderada por el humo. El Samur las trasladó al hospital Gregorio Marañón, donde fueron ingresadas con pronóstico menos grave. Los bomberos tardaron en controlar el fuego debido a su intensidad. La Policía Científica estudia sus causas.
El primero en tener noticia del incendio fue Martín Giorgi, un vecino de las mujeres que vive en el piso de al lado. Al notar que la pared que comparte con ellas estaba caliente, salió al descansillo y tiró la puerta abajo de un empujón. Encontró a una de las mujeres tirada en el pasillo de entrada de la vivienda; Giorgi, que es médico, comprobó que respiraba bien y que tenía algunas quemaduras en un brazo.
“En una habitación alguien chillaba de forma desgarradora, pero no pude entrar porque había mucho humo y mucho fuego”, explicó a este diario. La otra mujer herida fue rescatada por los bomberos, que nada pudieron hacer por la fallecida. Según contó Giorgi, las tres hermanas prácticamente no salían de casa ni se relacionaban con los vecinos, y residían es ese piso “de toda la vida”.