Morella ya echa de menos a Puig

Los empresarios reconocen su trabajo por impulsar el turismo de calidad

Ximo Puig, en Morella.ÀNGEL SÁNCHEZ

La elección de Ximo Puig como secretario general del PSPV-PSOE supondrá su abandono como alcalde de Morella, la capital de Els Ports, cuyo Gobierno ha presidido de forma ininterrumpida durante los últimos 17 años. Puig lleva recibiendo el aval de este municipio de 3.000 habitantes desde 1995 (este era su quinto mandato) y dejará la vara de mando sin conocer la derrota electoral.

Para muchos de los vecinos de Morella se trata de una marcha anunciada. No en vano, el actual líder de los socialistas valenci...

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La elección de Ximo Puig como secretario general del PSPV-PSOE supondrá su abandono como alcalde de Morella, la capital de Els Ports, cuyo Gobierno ha presidido de forma ininterrumpida durante los últimos 17 años. Puig lleva recibiendo el aval de este municipio de 3.000 habitantes desde 1995 (este era su quinto mandato) y dejará la vara de mando sin conocer la derrota electoral.

Para muchos de los vecinos de Morella se trata de una marcha anunciada. No en vano, el actual líder de los socialistas valencianos siempre ha compaginado la alcaldía con otros puestos de mayor relevancia, como las Cortes o el Congreso de los Diputados. Y esto le ha apartado del día a día en la ciudad amurallada. “Últimamente ya estaba poco por Morella, había delegado muchas funciones y su vida la hacía más fuera que aquí”, comenta Carlos Ferrer, propietario de una casa rural en esta turística localidad.

Pese a ello, tanto afines como detractores le reconocen su trabajo para situar a Morella en el mapa turístico. “Ya teníamos asumido que se iría, lleva muchos años en la alcaldía y poco a poco ha ido situando a Morella como proyecto de turismo de calidad”, dice Jorge García, presidente de Asetmyco, la asociación de empresarios turísticos de Morella. Hasta el portavoz de la oposición, el popular Guillermo Sangüesa, admite que es indiscutible la difusión que ha dado al municipio.

Aún queda en la memoria la batalla política con el expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra para recuperar la gestión del Castillo de Morella. Entre las facturas pendientes se apunta al Parador, paralizado por el Gobierno de Mariano Rajoy, e infraestructuras básicas como la N-232.

Puig debe pasar ahora la vara de mando. Y aunque todavía no se ha anunciado oficialmente, en el municipio dan por hecho que será el número dos, Rhamsés Ripollés, un joven de 27 años, quien le sustituirá. De ser así, será un gran cambio generacional pero en poco tiempo se ha ganado el reconocimiento vecinal. Él, de momento, es prudente. “Tenemos que comenzar a reunirnos para ver qué es lo mejor para la localidad”, afirma.

Las reuniones no tardarán puesto que ya este lunes Ximo Puig regresó a Morella tras su victoria en Alicante.

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