Alcalá de Guadaíra estrena 'Cinco horas con Mario'

Cinco horas con Mario, la versión teatral de la novela de Miguel Delibes, se estrena el 25 de febrero en el Teatro Auditorio Riberas del Guadaíra. Natalia Millán protagoniza la obra teatral. El montaje está dirigido por Josefina Molina, Goya de Honor 2012. Esta revisión de Cinco horas con Mario contó en su inicio con la supervisión del propio autor, Miguel Delibes, que con sus comentarios y sugerencias ...

Cinco horas con Mario, la versión teatral de la novela de Miguel Delibes, se estrena el 25 de febrero en el Teatro Auditorio Riberas del Guadaíra. Natalia Millán protagoniza la obra teatral. El montaje está dirigido por Josefina Molina, Goya de Honor 2012. Esta revisión de Cinco horas con Mario contó en su inicio con la supervisión del propio autor, Miguel Delibes, que con sus comentarios y sugerencias enriqueció esta nueva propuesta teatral. Una puesta en escena que a él le gustó y que tiene una gran novedad: Carmen Sotillo, el personaje único y principal, está interpretado ahora por Natalia Millán, que toma el relevo de Lola Herrera.

Natalia Millán se encuentra durante una hora y media sola en el escenario, sin más armas que la palabra. La historia se desarrolla en marzo de 1966. Carmen Sotillo, a los 44 años, acaba de perder a su marido, Mario, de forma inesperada. Una vez que las visitas y la familia se han retirado, ella sola vela durante la última noche el cadáver de su marido e inicia con él un monólogo-diálogo en el que descubrimos sus personalidades y los conflictos de su matrimonio. Cinco horas con Mario habla de los asuntos eternos del ser humano: de la culpa, de la soledad, de la incomunicación, del sentido de la vida.

Josefina Molina, buena conocedora de la obra de Delibes, pues además de Cinco horas con Mario, adaptó también El camino para televisión (Gran Premio en el Festival de Praga) escribió al estrenar la obra: "Cinco horas con Mario es, a mi juicio, un delicado encaje de bolillos, un trabajo cuidadoso de disección que una vez finalizado nos ofrece el retrato perfecto no solo de Carmen Sotillo y de Mario, su marido, sino también de una época todavía reciente de nuestra historia y de las formas de vida provinciana".