La Diputación de Pontevedra sube el precio de su guardería sin aviso previo

Amparándose en la subida de precios de las guarderías dependientes de la Xunta probada por decreto hace dos semanas, la Diputación de Pontevedra ha decidido incrementar a su vez las tarifas de la guardería de la Ciudad Infantil Príncipe Felipe, en Pontevedra, que cobija a 120 niños de hasta tres años. Aunque el decreto no la obligaba y en todo caso retrasaba la subida hasta septiembre, la institución provincial aplica las nuevas tarifas desde el 1 de febrero, como descubrieron sorprendidos los padres, a los que no se avisó con antelación. Las familias que ganen más de 1.064 euros al mes deberá...

Amparándose en la subida de precios de las guarderías dependientes de la Xunta probada por decreto hace dos semanas, la Diputación de Pontevedra ha decidido incrementar a su vez las tarifas de la guardería de la Ciudad Infantil Príncipe Felipe, en Pontevedra, que cobija a 120 niños de hasta tres años. Aunque el decreto no la obligaba y en todo caso retrasaba la subida hasta septiembre, la institución provincial aplica las nuevas tarifas desde el 1 de febrero, como descubrieron sorprendidos los padres, a los que no se avisó con antelación. Las familias que ganen más de 1.064 euros al mes deberán pagar 230 euros si dejan a los niños a comer, un 60,8% más.

Las rentas inferiores a 160 euros quedarán exentas de cuota 

La subida se aplicó de la noche a la mañana. A padres que ya habían pagado la cuota habitual se les avisó de que debían ingresar la diferencia. Algunos dudan de la legalidad de la subida, que no pasó por el pleno de la Diputación. “Había que modificar la ordenanza fiscal y publicarlo en el boletín de la provincia para someterlo a exposición pública”, señala una afectada. Los nuevos precios sí supondrían un alivio para hipotéticas familias con rentas inferiores a 160 euros al mes, que no pagarían nada.

En la Diputación aseguraban ayer que la medida se atiene al decreto de la Xunta. La guardería de la Diputación se guiaba hasta ahora por un decreto previo de 2002, pero por decisión propia, no por imposición. "El contexto económico es el que es", justificó ayer el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, que dijo que pese al incremento de la cuota el precio sigue siendo "extraordinariamente razonable".