Se suicida en la Modelo el detenido por matar a un joyero en Connecticut

Andrew Levene se ahorcó con las sábanas en la celda de la cárcel de Barcelona

Andrew Levene

Andrew Levene, de 41 años, detenido el martes en Barcelona acusado de matar a un joyero en Connecticut (EE UU) se suicidió la madrugada del miércoles en la prisión Modelo, en la capital catalana. El hombre fue encontrado muerto en su celda, que compartía con otro preso. El detenido se colgó con las sábanas de la cama. Un juez ha abierto una investigación.

Fuentes judiciales aseguran que Levene no mostró ningún indicio en el interrogatorio que se practica en la prisión de querer quitarse la vida. Levene estaba pendiente de que la Audiencia Nacional decidiese si le extraditaba. En Connect...

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Andrew Levene, de 41 años, detenido el martes en Barcelona acusado de matar a un joyero en Connecticut (EE UU) se suicidió la madrugada del miércoles en la prisión Modelo, en la capital catalana. El hombre fue encontrado muerto en su celda, que compartía con otro preso. El detenido se colgó con las sábanas de la cama. Un juez ha abierto una investigación.

Fuentes judiciales aseguran que Levene no mostró ningún indicio en el interrogatorio que se practica en la prisión de querer quitarse la vida. Levene estaba pendiente de que la Audiencia Nacional decidiese si le extraditaba. En Connecticut está en vigor la pena de muerte, aunque el convenio existente entre España y Estados Unidos establece que en ese caso la extradición se otorga únicamente si no se impone esa pena o no se ejecuta.

El hombre fue detenido la noche del lunes al martes en el 7º 1ª del número 17 de la avenida de Pau Casals de Barcelona. El hombre vivía allí desde hacía tres meses, con su mujer y sus dos hijos. En ese intervalo de tiempo, Levene viajó a Westport (Connecticut), donde supuestamente mató a un marchante de joyas, malhirió a otro y les robó seis diamantes de entre tres y cuatro quilates, valorados en 300.000 euros.   

La policía buscaba al hombre desde el pasado 8 de diciembre, cuando se cometió el crimen. Las llamadas telefónicas y las imágenes captadas por cámaras de seguridad sirvieron para trazar una línea de investigación que llevó hasta él. Un mes después del crimen fue detenido en Barcelona, pero sin rastro de los diamantes. Su mujer y su hijo continúan en la capital catalana.

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