Joyas que crean un vínculo para la eternidad
Con un legado histórico de más de 4.500 piezas diseñadas a medida, Suarez crea joyas únicas que perduran de generación en generación.
Una joya es un objeto único, el resultado de un diseño medido, una labor de artesanía y de precisión, pero sobre todo es una historia que se extiende en el tiempo. Desde 1943, cuando Emiliano Suárez Faffián fundó la primera tienda-taller de joyería en Bilbao que se convertiría en el grupo Suárez, el archivo Sur Mesure (“a medida”, en francés) de la casa ha ido creciendo con diseños realizados a medida, hasta llegar a los más de 4.500 que atesora hoy en día. 75 años de historia en el cuidado al detalle y la búsqueda de diseños a la vez innovadores y atemporales que se plasman en un proceso que establece un vínculo directo con la persona que lucirá esa joya. Lo que comienza como una serie de bocetos en papel continúa con la búsqueda de las mejores piedras y la fabricación artesanal hasta crear una pieza exclusiva que se transmitirá de generación en generación. Como explica Benito Suárez, director de la firma, “es emocionante ver la reacción de nuestros clientes cuando reciben su joya terminada”.
El proceso de creación de una joya a medida de Suarez está abierto a cualquier cliente a partir de 3.000 euros y suele durar un mínimo de dos meses, aunque en ocasiones puede dilatarse hasta llegar al medio año. Hay materia prima única que a veces no es tan fácil de encontrar. Dependemos de los viajes que hacemos al lugar de origen en busca de piedras únicas para nuestros clientes”, explica Gabriel Suárez, director creativo. El equipo de diseño crea bocetos que se van mostrando al cliente hasta encontrar esa pieza personalizada y especial para momentos únicos en la vida, e incluso el proceso se graba en vídeo para ser recordado toda la vida.
La elección de la materia prima es uno de los pasos fundamentales de la creación de una joya Sur Mesure. La propia familia Suarez selecciona y compra personalmente en el lugar de origen las piedras que se utilizarán en sus piezas, inspeccionando la pureza y la calidad de diamantes, gemas, piedras preciosas y perlas. Un 99,5% de las gemas son descartadas por no llegar a los estándares de calidad.
Los diamantes llegan directamente de las bolsas de Amberes, Bombay, Hong Kong, Tel Aviv y Nueva York. Las piedras de color son seleccionadas y compradas por Benito y Gabriel Suarez en sus lugares de origen. Las esmeraldas naturales provienen de Colombia, Brasil y Zambia, mientras que los rubíes, de un rojo puro, intenso y brillante, se encuentran en Birmania, y los zafiros, de distintas tonalidades, se adquieren en Sri Lanka. La selección directa de la materia prima, sin intermediarios, garantiza su calidad excepcional y permite conseguir piedras que de otra manera no sería posible. Por otro lado, todos los diamantes empleados por Suarez cumplen las condiciones del Proceso de Kimberley, sistema que certifica que no proceden de países en conflicto.
La creación de joyas Sur Mesure permite a Suarez contar historias sobre las personas que las portan, crear un vínculo con ellas que, más tarde, es transmitido dentro de la línea familiar, de generación en generación.
Un proceso minucioso
La creación de una joya Sur Mesure establece una relación entre el cliente y la joyería. Una primera conversación con el equipo de diseño sirve para establecer qué tipo de joya se está buscando, que se empieza a plasmar en bocetos. Un segundo encuentro sirve para descartar y definir el diseño definitivo. La búsqueda de las piedras perfectas para su realización es la parte que puede dilatar más el proceso, debido a los altos estándares de calidad.