Mia Mottley, primera ministra de Barbados: los mercados discriminan en contra de los países más pobres
Durante la Reunión Anual de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la mandataria caribeña acusa a inversionistas y calificadoras de riesgo de discriminación
Que los países ricos, aun cuando tienen perfiles crediticios similares a países más pobres, gocen de menores tasas de interés en sus bonos de deuda es un tipo de discriminación, dijo Mia Mottley, primer ministra de Barbados el jueves. La funcionaria compartió el escenario de la Reunión Anual de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con el presidente del banco, Ilan Goldfajn y el ministro de Economía y Finanzas de P...
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Que los países ricos, aun cuando tienen perfiles crediticios similares a países más pobres, gocen de menores tasas de interés en sus bonos de deuda es un tipo de discriminación, dijo Mia Mottley, primer ministra de Barbados el jueves. La funcionaria compartió el escenario de la Reunión Anual de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con el presidente del banco, Ilan Goldfajn y el ministro de Economía y Finanzas de Paraguay, Carlos Fernández.
“El mercado ha afectado desproporcionadamente a los países del sur global”, dijo la mandataria en el evento que se lleva a cabo esta semana en la ciudad costera de Punta Cana, en República Dominicana. Antes de la pandemia, señaló Mottley, Ghana y Grecia tenían efectivamente los mismos perfiles crediticios, pero el país europeo se endeudaba mucho más que el otro debido a los activos que la Unión Europea puede aportar. “No hay duda de que, lamentablemente, el mundo no ha visto a muchos de los países que se independizaron en la era posterior a la Segunda Guerra Mundial como ve a los países ricos. Los mercados financieros no los tratan del mismo modo que tratan al norte global”, opinó.
“¿Está diciendo que hay discriminación?”, preguntó Michael Stott, editor para América Latina del Financial Times y moderador del panel en el evento.
“Sí, lo hay”, respondió Mottley. “Y también les digo que falta una conversación difícil, pero madura y necesaria, con las agencias de calificación crediticia. Es posible que ellos mismos ni siquiera necesariamente estén reflexionando sobre el hecho de que existe un sesgo inherente”.
Sus palabras hacen eco a lo que líderes en América Latina han dicho en los últimos años, incluyendo a Carlos Alvarado, ex presidente de Costa Rica, y José Manuel Restrepo, ex ministro de Finanzas de Colombia. Durante la etapa más dura de la pandemia, los países tuvieron que cumplir con sus compromisos de pago de deuda de mercado, aun cuando necesitaban sus recursos para hacer frente a una emergencia de salud sin precedentes.
Para esto, Mottley impulsa desde hace un par de años la Iniciativa Bridgetown, que lleva el nombre de la capital de su país. Mottley se ha acercado con el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y Gobiernos para proponer una “cláusula de pausa”, que les permita a los países más vulnerables a los desastres naturales, como Barbados, no pagar su deuda en el periodo que más necesitan los recursos para atender a sus poblaciones. Mottley también ha abogado por reducir las tasas de interés que pagan los países más pobres en el mercado global.
“Uno de los principales problemas a los que nos hemos enfrentado, y de hecho será una de las cosas que incluiremos en la próxima etapa de Bridgetown, es que el acceso a los seguros se está volviendo muy, muy difícil, ciertamente mucho más caro, y en algunos casos no estará disponible”, dijo Mottley. Conforme los episodios de clima extremo se vuelven más impredecibles, las empresas aseguradoras han encarecido sus precios.
“Cuando una región o un sector deja de ser asegurable, el sistema financiero que utilizamos se ve desafiado desde su fundamento porque cada préstamo tiene una cláusula de seguro, ya sea una hipoteca para un hogar o un préstamo grande o pequeño para empresas”, dijo Mottley. Los países del sur global “no queremos dinero sólo después de la catástrofe, lo queremos también antes para evitar la pérdida y, por lo tanto, tenemos que aumentar la financiación disponible tanto para el clima”.
En su intervención, el presidente del BID compartió que, en sus conversaciones con empresarios interesados en América Latina, cada vez surge más la preocupación por el crimen y la inseguridad. señaló. “Es increíble cuántos países de la región señalan la seguridad ciudadana como un problema. Solía ser así en algunos países y ahora se convirtió en una cuestión completamente regional porque se elevó a un nivel de amenaza a estabilidad”, dijo Goldfajn. “No es que el crimen no estuviera aquí, pero ahora está afectando la capacidad de atraer inversiones”, agregó.
Fernández, por su parte, coincidió. “Es un gran problema”, dijo, “si miras las encuestas, antes la corrupción o el empleo salían a la cabeza en la lista de preocupaciones. Ahora, la seguridad es la principal preocupación de la población en muchos países. Es algo que debe abordarse con conocimiento y también con apoyo financiero”.