Maduro rompe su silencio sobre la llamada con Trump: “Fue en un tono de respeto y cordial”
El líder chavista habla por primera vez de la conversación con el presidente de Estados Unidos el pasado 21 de noviembre
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se ha referido este miércoles por primera vez a la conversación que mantuvo con Donald Trump el pasado 21 de noviembre. “Hace unos 10 días de la Casa Blanca llamaron al Palacio de Miraflores y tuve una conversación con el presidente Donald Trump”, arrancó Maduro. “Fue en un tono de respeto, inclusive cordial. Si esa llamada significa que se están dando pasos a un diálogo respetuoso de país a país, bienvenido el diálogo y la diplomacia”, dijo en directo en la televisión. Maduro, que rompe así su silencio sobre la conversación, remarcó que sus años de canciller le enseñaron a guardar “prudencia” en temas de importancia.
El chavismo llevaba días preservando cualquier información sobre esta llamada que ha dado pie a un sinfín de especulaciones. “Sobre eso [la llamada] ha hablado la prensa mundial...”, señaló Maduro que, a continuación, advirtió: “Me gusta la prudencia. A mí no me gusta la diplomacia de micrófono. Cuando hay temas importantes, en silencio tienen que ser. Hasta que se den”, remarcó.
La existencia de esa conversación fue revelada por The New York Times, que la interpretó como un paso hacia el diálogo entre ambos líderes. Fuentes conocedoras de esa charla coincidieron en resaltar a EL PAÍS el tono “correcto” entre ambos líderes y que, como sugiere ahora Maduro, podría ser un primer paso para continuar con el diálogo en un contexto de “alta tensión”.
Trump ya se había referido a la existencia de esa llamada. “No quiero hacer comentarios al respecto. La respuesta es sí”, aseguró este domingo. El magnate republicano volvió a ser ambiguo, como en muchas de las declaraciones que ha hecho en las últimas semanas acerca de Venezuela. “No diría que salió bien ni mal. Fue una llamada telefónica”, zanjó. A preguntas de los periodistas, Trump volvió a hablar este miércoles sobre su conversación con Maduro. Fue escueto. “Hablé brevemente con él sobre un par de asuntos. Vamos a ver qué pasa”, dijo en la Casa Blanca.
En su intervención ante la prensa, Trump negó que haya habido una segunda conversación con Maduro, un escenario con el que se ha especulado en los últimos días. Fuentes familiarizadas con las entrañas de la crisis, consideran que si la hubo, se habría pactado mantenerla en silencio.
Desde que se conoció que ambos dirigentes conversaron, se han filtrado todo tipo de teorías sobre los términos de aquella llamada. Según publicó Reuters, Maduro habría condicionado su salida del poder a una amnistía para él y su familia, el levantamiento de sanciones contra un centenar de altos cargos, así como la instalación de un Gobierno interino comandado por su vicepresidenta Delcy Rodríguez. Esta propuesta habría sido rechazada por Trump, según diversos medios estadounidenses. No es lo que se desprende de las palabras de Maduro.
El líder del chavismo habló desde un barrio en Petare, una zona popular en Caracas, adonde acudió con el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, y otros jefes militares, para celebrar un encuentro con las comunidades. Durante la cita también confirmó la reanudación de los vuelos de migrantes de deportados e informó que uno estaría aterrizando la tarde de este miércoles en Maiquetía, a pesar de que se mantienen las restricciones sobre el espacio aéreo por la advertencia de Washington de un aumento de las operaciones militares. La reactivación de estas deportaciones fue según el chavismo tras una solicitud de Estados Unidos, lo que revelaría que la conversación entre ambos países mantiene algún canal abierto.
En la breve referencia que ha hecho de la llamada, el presidente venezolano parece mantener la puerta abierta a una negociación. El mandatario recordó, cómo lo ha hecho últimamente, su conocimiento de Estados Unidos y todas las veces que ha viajado al país en misiones diplomáticas durante el Gobierno de Hugo Chávez.
No se refirió, sin embargo, a las últimas declaraciones de Trump en las que anunciaba que pronto comenzarían las operaciones por tierra, en referencia a los carteles de droga que operan en Venezuela, y en las que aseguró que acabaría “con todos esos hijos de perra”. Para responder a Trump, Maduro prefiere poner en la primera línea de frente a sus colaboradores más cercanos. El líder chavista maldice al antiimperialismo, envía advertencias de resistencia, pero se cuida de referirse a Trump directamente en términos despectivos.
La conversación se produjo en mitad de la escalada militar que mantiene Estados Unidos contra Venezuela, con un despliegue inédito de aeronaves y buques militares en el Caribe. La llamada supuso un impasse en un tenso escenario en el que Washington aprieta, cada día un poco más, las cuerdas al chavismo: desde los ataques a supuestas narcolanchas, el cierre del espacio aéreo o, más recientemente, los ataques contra narcotraficantes en territorio venezolano. Trump aseguró este miércoles que no se trata de “una estrategia de presión”, contra el régimen. “Es mucho más que eso”, dijo.
Mientras tanto, Maduro huye hacia adelante en medio de la crisis geopolítica que mantiene en alerta a la región. En la mañana de este miércoles, dos bombarderos militares estadounidenses volvieron a sobrevolar cerca de Venezuela, en la línea costera occidental, según las plataformas que hacen monitoreo de vuelos. Semanas atrás se han registrado operaciones similares. Hasta el momento, el chavismo no ha respondido a estos movimientos, a pesar de que en ocasiones anteriores, el Ministerio de Defensa de Venezuela los calificó como provocaciones y denunció amenazas a la soberanía nacional. Fuera como fuese esa llamada, la tensión sigue disparada.