Concluye la huelga de las universidades federales en Brasil para alivio del presidente Lula
Los funcionarios ambientales endurecen, en cambio, su movilización y paran en cinco Estados
El profesorado y el resto del personal de las Universidades Federales de Brasil ha puesto fin a la huelga que emprendió hace más de dos meses en demanda de mejoras laborales. La protesta ha concluido con un acuerdo con el Gobierno que no incluye la subida salarial que los huelguistas demandaban para este año sino un incremento diferido a cobrar el año próximo y el siguiente. El fin de la movilización supone un alivio para el Gobierno del presidente Luiz Inácio da Silva, presionado por protestas laborales de diversos sectores de funcionarios, pero con las cuentas públicas al límite. Los empleados públicos de medio ambiente, en cambio, han decidido endurecer su movilización y parar totalmente en cinco Estados salvo para atender emergencias; llevan medio año sin salir de sus despachos.
Las clases se irán reanudando gradualmente en todas las universidades e institutos federales tras el acuerdo alcanzado por ambas partes. Hace un par de semanas, el presidente Lula anunció una inversión de 5.500 millones de reales (como 1.000 millones de dólares) para renovar aulas, laboratorios, bibliotecas… y crear una decena de nuevos campus adscritos a instituciones ya existentes.
El sindicato que representa a los huelguistas, Andes, sostiene que el proceso negociador llegó al límite y ha asumido que el Gobierno no iba a atender sus demandas. El Ejecutivo sostiene que las restricciones presupuestarias le impiden conceder ninguna subida para este año, pero sí se ha comprometido a un incremento salarial por encima del 12% en varias tandas hasta 2026.
El presidente ha dedicado este lunes a una agenda privada, incluida una visita a Noam Chomsky, de 95 años, en su casa de São Paulo. “Eres más viejo que yo, pero tienes mucho más pelo”, ha bromeado el mandatario, a lo que el intelectual estadounidense ha respondido con una sonrisa, según el relato del encuentro publicado por Folha de S.Paulo. Pero la mala noticia para el mandatario izquierdista y antiguo líder sindical es que los funcionarios ambientales, que desde enero protestan para reclamar subidas de sueldo y una reestructuración de la carrera, han endurecido su movilización. A partir de ahora, paralizan todas sus actividades en cinco estados salvo las que sean de emergencia, como sofocar incendios o atender a los afectados por inundaciones. Esta previsto que la huelga total, que ha empezado en Acre, Espírito Santo, Pará, Paraíba y Río Grande do Norte, se extienda al resto del país a partir de la semana próxima.
La tarea de estos inspectores es central para que Brasil desarrolle su política medioambiental, uno de los pilares de su política exterior, y que alcance las metas que se ha puesto cuestiones como la deforestación de la Amazonia.
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