Las disidencias de las Farc y el ELN escalan sus ataques en el puente de velitas
Una motobomba en Cauca; un hostigamiento contra la policía en Tolima, y un atentado con explosivos en Norte de Santander ensombrecen el inicio de la temporada navideña
Las disidencias de las extintas FARC y la guerrilla del ELN han escalado los ataques terroristas en el primer fin de semana de diciembre, un puente en el que se celebra la tradicional noche de velitas. La arremetida violenta en distintas regiones de Colombia ha dejado al menos dos muertos y decenas de personas heridas. El presidente Gustavo Petro aseguró en su cuenta de X que las bombas, los disparos y las explosiones son una reacción a la ofensiva estatal contra los criminales: “Toda respuesta terrorista demuestra una derrota militar”, escribió en una respuesta a las críticas de la precandidata Claudia López por la oleada de violencia.
El primero de los ataques ocurrió en la tarde del sábado 6 de diciembre en el municipio de Balboa, en el Cauca, al suroccidente de Colombia. Allí, un grupo de las disidencias de la extinta guerrilla de las FARC, parte del llamado frente Carlos Patiño, detonó una motocicleta cargada de explosivos en el parque del pueblo en frente de la estación de Policía. La explosión dejó 14 personas con heridas graves, entre ellas una niña de siete años que jugaba en el parque.
El ministro de Defensa, el general en retiro Pedro Sánchez, condenó el atentado y ofreció una recompensa. “Los cobardes del ‘cartel de alias Mordisco’, junto con alias Marlon, responden con terrorismo y atacan a las comunidades porque nuestras operaciones los están debilitando”, escribió en X. Entre tanto, la Defensoría del Pueblo, liderada por Iris Marin, solicitó la protección de la vida de los civiles. “Este atentado constituiría una nueva infracción al derecho internacional humanitario, en particular por desconocer el principio de distinción, que obliga a proteger y respetar a la población civil. Lejos de ello, lo ocurrido fue un ataque indiscriminado que afectó la vida e integridad de civiles y causó daños a bienes de carácter civil, entre ellos la sede de la Alcaldía, viviendas y locales comerciales”, se lee en su comunicado de prensa.
De acuerdo con la entidad, el ataque es parte de una lucha por el control de un territorio clave para el narcotráfico y otras economías ilícitas. “Balboa y Patía conforman un enclave cocalero del Cauca y hacen parte de una región también golpeada por la minería ilegal. La violencia cotidiana y las reiteradas vulneraciones a los derechos de sus habitantes responden a las disputas por el control de economías ilícitas que, además, afectan gravemente a la naturaleza mediante la deforestación y la contaminación de fuentes hídricas”.
El segundo hecho violento ocurrió al otro lado del país, en la ciudad de Cúcuta, capital de Norte de Santander, en la madrugada del domingo 7 de diciembre. Allí, de acuerdo con las autoridades locales, milicianos de la guerrilla del ELN hicieron varios ataques simultáneos. Pusieron explosivos en al menos tres torres de energía eléctrica, atacaron una estación de policía en el municipio vecino de Villa del Rosario, y atacaron a una patrulla de policía, en el barrio La Concordia. Allí fallecieron dos uniformados: el intendente Franklyn Alfonso Guerrero y el subintendente Jairo Andrés Holguín Calderón. Además, la onda explosiva de los ataques afectó el carro en el que viajaban el gimnasta y medallista olímpico Jossimar Calvo y su esposa.
El entrenador de Calvo, Jairo Ruiz, explicó en medios de comunicación que el deportista fue atendido y está estable. “Del atentado terrorista que sufrió anoche el gimnasta Jossimar Orlando Calvo Moreno, afortunadamente salió ileso. No tiene heridas que sean de peligro, solamente el golpe, el impacto. El carro en el que viajaban está totalmente destruido“. El director general de la Policía, el general William Rincón, aseguró en un comunicado oficial que los atentados en la zona fronteriza con Venezuela serían una respuesta a la ofensiva militar. ”Las primeras líneas investigativas indican que estos hechos serían una retaliación del ELN frente a las acciones ofensivas que adelanta la Policía Nacional contra sus estructuras criminales”.
El último de los ataques sucedió en la tarde noche del domingo, en la zona rural del municipio Chaparral, Tolima, en el centro del país. Allí, Quienes serían miembros de otras de las llamadas disidencias con ráfagas de fusil a los policías apostados en el corregimiento de El Limón, a pocos kilómetros del casco urbano del pueblo. La gobernadora Adriana Magaly Matiz condenó aseguró que se trata de un ataque directo a la tranquilidad de todo un territorio. “Estos grupos armados ilegales pretenden silenciar a la comunidad a punta de terror, pero no lo van a lograr. Rechazo total. No es posible que, en pleno 2025, estemos reviviendo las mismas escenas de guerra que marcaron nuestras peores décadas”, escribió en su cuenta de X.