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Verónica Alcocer reaparece tras los señalamientos por la compra de los aviones Gripen: “Duele la persecución y la calumnia”

La primera dama de Colombia niega cualquier vínculo entre la vida de lujos que lleva en Suecia y la adquisición de 19 cazas en ese país

La primera dama de Colombia, Verónica Alcocer, ha roto este jueves el silencio que mantuvo durante semanas frente a los cuestionamientos por sus finanzas. Ha negado cualquier vínculo entre la vida de lujos que lleva en Estocolmo y la compra que hizo el Gobierno de 19 aviones suecos para equipar a la Fuerza Aeroespacial. “Duele profundamente cuando la persecución y la calumnia intentan quebrar la verdad, la justicia y tu buen nombre”, ha escrito en X para refutar los señalamientos en redes sociales, basados únicamente en la coincidencia en el tiempo de su mudanza al país nórdico y el cierre de una contratación que se negociaba hace años. “El odio y la mentira no pueden convertirse en las fuerzas que guíen nuestra convivencia”, ha agregado.

La expareja del presidente Gustavo Petro también ha compartido un comunicado en el que la compañía sueca Saab, fabricante de los aviones Gripen, niega “la participación de personas externas o intermediarios” en la contratación. “Toda la negociación y adquisición se llevó a cabo con representantes oficiales de la empresa y con la contraparte oficialmente designada por Colombia, con el acompañamiento del Gobierno de Suecia y sus estándares de transparencia”, se lee en el texto, fechado el 1 de diciembre. Respecto a los costos, de 3.135 millones de euros (unos 13,6 billones de pesos), la nota de prensa explica que es “la primera vez que el país adquiere esta capacidad integral y nueva” y que el contrato va más allá de las aeronaves: incluye apoyo logístico, transferencia de tecnología y obras como la instalación de una planta de producción de paneles solares en La Guajira.

Los señalamientos contra Alcocer comenzaron a mediados de noviembre, cuando el tabloide sueco Expressen reveló la vida de lujos que lleva en el país nórdico: se codea con empresarios millonarios y con figuras de la farándula local, acude a costosos restaurantes y vive en un apartamento en el centro de Estocolmo, una de las ciudades más caras de Europa. La prensa colombiana y la oposición, entonces, empezaron a preguntarse cómo hacía para sostener ese estilo de vida si no recibe un sueldo ni viáticos, pues su residencia en la capital sueca no consiste en una visita oficial.

Algunos opositores vincularon la vida de lujos con la compra de los aviones Gripen, confirmada unos días antes de la publicación periodística. “Expressen reveló que ‘la ex’ de Petro vive como millonaria. ¿Con qué dinero? No olviden que justo ese país acaba de cerrar un billonario negocio con Colombia. ¿Qué será?”, dijo la excomunicadora Vicky Dávila, precandidata presidencial de la ultraderecha. Camilo Enciso, director del Instituto Anticorrupción y exsecretario de Transparencia de Juan Manuel Santos, presentó una denuncia en Suecia “para iniciar una indagación preliminar sobre soborno extranjero”, según reportó El Colombiano. “La presencia prolongada de la Sra. Aloócer en Estocolmo y su estilo de vida de alto lujo coinciden con —o preceden— el cierre público del acuerdo de aeronaves suecas entre Colombia y SAAB”, argumentó.

El presidente Petro defendió a su expareja desde el primer momento. “Veo a la extrema derecha envidiosa con Verónica, la madre de mis hijas. Hace conjeturas calumniosas como siempre, ya le hicieron mucho daño, un enorme daño, y ella no es como yo. Es una mujer libre, no gasta ni un peso del erario [público]”, escribió en X tras la publicación de Expressen. Unos días después, agregó en la misma red social que Alcocer “no deriva ingresos públicos”, que vive en un apartamento arrendado de 40 metros cuadrados, que está en Suecia por un curso de inglés y que tiene derecho a la intimidad. Según el presidente, la primera dama no ha podido volver a Colombia por las sanciones que les impuso a ambos el Gobierno de Donald Trump a finales de octubre: la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) los incluyó, sin pruebas, en la llamada lista Clinton, que enumera a personas vinculadas con actividades ilegales.

El mandatario también se refirió a los supuestos vínculos con la compra de los aviones suecos, que durante años compitieron con los franceses Dassault Rafale y los estadounidenses F-16 para reemplazar a los antiguos Kfir israelíes, repotenciados a más no poder. “Con mucha ignorancia, periodistas de la oposición afirman que los aviones Gripen, comprados por mi Gobierno, tienen sobrecostos. Ni siquiera se leyeron el contrato. Se olvidaron que son aviones nuevos con mantenimiento incluido y repuestos y transferencia tecnológica”, enfatizó Petro, que también definió a Suecia como “un ejemplo de transparencia”.

Otros cuestionamientos

Esta no es la primera vez que Alcocer queda en medio del escrutinio mediático. En septiembre de 2023, el general Ricardo Díaz, quien fue viceministro de Estrategia y Planeación en la cartera de Defensa en los primeros meses del Gobierno, señaló en la revista Semana que un coronel había mencionado “un interés especial de la primera dama” cuando se refirió a un intento de soborno para comprar tres helicópteros cataríes. Alcocer lo denunció por calumnia, pero Díaz murió antes de que el proceso llegara a una decisión. En enero de 2024, La Silla Vacía señaló que la primera dama tenía un séquito “que le ha costado al Estado más de mil millones de pesos [unos 250.000 dólares]”: un fotógrafo, un maquillador personal y vestuarista ­y una asesora personal, contratados por tres entidades públicas distintas, con sueldos que superaban los de un ministro.

Aquellos primeros meses, de una inusual actividad e influencia política para una primera dama, contrastan con el último año y medio de bajo perfil. Alcocer denunció en junio de 2024 que había funcionarios del Ejecutivo que maniobraban para desprestigiarla, y redujo al máximo sus apariciones públicas: la última significativa había sido participación como representante de Colombia en el funeral del papa Francisco, en abril de este año. Tras meses de rumores y especulaciones, Petro comentó en octubre que habían terminado su relación de pareja. “Verónica Alcioer está separada de mí hace años, la perjudican gratuitamente”, escribió cuando Estados Unidos los incluyó en la lista OFAC.

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