Ir al contenido

Fecode sale a marchar tras las críticas de Petro a su sistema especial de salud

El presidente cuestionó el régimen especial de los maestros en un Consejo de Ministros. Algunos lo refutan, otros optan por enfocarse en respaldarlo ante los insultos de Donald Trump

Las consignas para marchar hacia el norte de Bogotá, y no hacia el centro, se multiplican entre los participantes de una marcha de maestros. “¡Fiduprevisora! ¡Es la Fiduprevisora!”, exclaman decenas de asistentes, el jueves por la mañana en el Parque Nacional. Hay un tira y afloja: las directivas de la Federación Colombiana de Educadores (Fecode) convocan a marchar hacia la Plaza de Bolívar, el corazón político de Colombia, pero los afiliados al sindicato de maestros de Cundinamarca —que son mayoría entre los participantes— quieren ir a la sede de la fiducia estatal que administra el sistema de salud de maestros, inmerso en una crisis interminable. Dicen que la Plaza de Bolívar se puede interpretar como otra de las marchas en apoyo al Gobierno de Gustavo Petro. Esta movilización, enfatizan, no es sobre eso, sino un llamado a resolver la crisis que amenaza su salud.

La marcha de este jueves es parte de un paro nacional de Fecode, el sindicato de maestros oficiales que respalda a Petro. La reforma de su sistema especial de salud, una promesa del presidente en la campaña, sigue sin dar frutos: el Gobierno y el sindicato reconocen que la implementación de un nuevo modelo en mayo de 2024 no ha acabado con la corrupción, los sobrecostos y la deficiente atención médica. Si algo, ha profundizado algunos problemas. Como en otras ocasiones, las consignas son contra la Fiduprevisora, que en el nuevo modelo administra directamente las redes de clínicas y laboratorios. “Ustedes son los responsables de la muerte de los maestros”, dice una mujer por un megáfono. “Siguen viendo la plata de los maestros con deseo”, añade. Nadie señala, al menos en voz alta, al Gobierno que implementó la reforma y designó a los funcionarios de la fiducia. Tampoco al presidente que cuestiona el régimen especial, al que describen como una de sus grandes victorias sindicales.

Fecode convocó al paro unos días después de que el presidente Petro expusiera todos los problemas del nuevo sistema en un Consejo de Ministros televisado, a mediados de septiembre. El mandatario señaló que es “un desastre financiero”, con sobrecostos exorbitantes por la contratación por eventos. Cuestionó a su viejo aliado Aldo Cadena, vicepresidente de la Fiduprevisora para asuntos del Fondo del Magisterio (FOMAG), y le dijo que se tenía que ir si era incapaz de implementar la soñada reforma a la salud del Gobierno, de la cual el sistema de los maestros es un piloto. Denunció, además, que algunos ejecutivos de Fecode tienen negocios corruptos con despachos de abogados que se lucran con las demandas de los maestros por la deficiente atención médica. Petro puso patas arriba a sus aliados: les dijo que él siempre se había opuesto al régimen especial que ellos reivindican.

William Javier Díaz, directivo de la Asociación Distrital de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación (ADE; el sindicato de Bogotá), señala que esas declaraciones obligaron a Fecode a “tomar la iniciativa”. “Hubo una junta nacional y fueron presionados, con gran parte de la gente diciéndoles a las directivas que el régimen especial estaba en riesgo. Entonces se convocó el paro, pero sin enfrentar a Petro, sino a la Fiduprevisora”, comenta. Según explica, las directivas de la federación temen que un paro “se salga de control y se interprete como algo contra el Gobierno”. Esta versión coincide con el lenguaje cauto de los comunicados de Fecode, que no critican directamente a Petro, pero cuestionan sus declaraciones. “No aceptamos ninguna intención de trasladar nuestras pensiones, cesantías o salud a ninguna otra entidad distinta del FOMAG”, se lee en un comunicado emitido tras el Consejo de Ministros.

Fredy Molina, ejecutivo de Fecode y quien proviene del movimiento sindical de Cundinamarca, reconoce que las palabras del presidente ofendieron a varios de sus compañeros. “No las esperábamos. A los amigos no se los trata así”, comenta. Se acaba de bajar de la tarima en el punto de partida, luego de que se impusiera la solicitud de los cundinamarqueses de marchar hacia la Fiduprevisora. Rechaza que el reclamo por el sistema de salud se mezcle con consignas que promueve la Confederación Unitaria de Trabajadores (CUT), central sindical a la que pertenece Fecode, para apoyar a Petro por las agresiones del presidente estadounidense, Donald Trump. “Aunque hemos apoyado al Gobierno en sus reformas, hoy no estamos acá por eso. El día de hoy es por las conquistas que no vamos a entregar”, dice.

Mientras tanto, los que querían marchar hacia el centro se reacomodan en la dirección opuesta. El presidente de la CUT y aliado de Petro, Fabio Arias, comenta que “lo peor que podía suceder” era dividirse: por eso, explica, cedió en su postura de que la Plaza de Bolívar era “un escenario más potente” para reclamos, que considera que deberían incluir la defensa de la democracia y la soberanía nacional. Afirma que él y sus compañeros “se cuidan mucho” en señalar que la marcha es específicamente contra la Fiduprevisora para evitar que “se malinterprete” y la aprovechen los opositores al Ejecutivo. “El Gobierno ordena cosas y las organizaciones hacen lo que se les da la puta gana. La correlación de fuerzas no está decidida y nos toca lidiar con eso”, subraya, en referencia a cuotas políticas que la Administración de Petro habría entregado a políticos ajenos a la izquierda en la Fiduprevisora.

Las consignas de los dirigentes son diversas. Molina enfatiza una y otra vez la defensa del régimen especial. “Vamos a decirle a los que quieren acabarlo que no vamos a permitirlo”, exclama a través de un megáfono. Pero Arias y la fiscal de Fecode, María Eugenia Londoño, señalan que este no se encuentra en riesgo: comentan que su eliminación debería pasar por el Congreso y el sindicato, algo que ni siquiera está en carpeta. Por eso, los más cautos se enfocan en otros reclamos, como que la Fiduprevisora vigile mejor los contratos y que los prestadores cumplan con un manual tarifario elaborado en agosto para reducir los costos. La unidad se mantiene gracias a la fiducia estatal, a la que todos coinciden en señalar como la principal responsable de la crisis.

Leidy Pardo y Deissy Martínez, dos maestras de Cáqueza, Cundinamarca, permanecen ajenas a la puja política. Dicen que no oyeron los cuestionamientos de Petro a la Fiduprevisora, a Fecode, y al régimen especial. Comentan que vienen porque no hay un dispensario de medicamentos en su pueblo, no hay servicios médicos en las zonas rurales y varios compañeros fallecieron sin tratamientos adecuados en los últimos meses. Las dos señalan, eso sí, que su reclamo no es contra el Ejecutivo.

Linna Hernández y Jina Riaño, dos maestras de Soacha, en Cundinamarca y conurbada con Bogotá, señalan algunos matices. “El Gobierno también tiene responsabilidad. Es el que le gira el dinero a la Fiduprevisora y el que los puede presionar”, comenta Hernández en una cafetería, minutos antes de reincorporarse a la marcha. Tanto ella como su compañera dicen que no son ni petristas ni antipetristas, y que no vienen por los intereses sindicales. “A veces nadie nos dice que vamos a apoyar a Petro, y cuando llegas a la plaza te enteras de que hablan de él. Pero yo vengo porque los aportes de salud son dinero que nos descuentan de nuestro sueldo. Quiero que me digan qué pasa con todo ese dinero”.

Donald Trump

Cuando los maestros llegan a la sede de la Fiduprevisora, unos cuatro kilómetros al norte del Parque Nacional, la diversidad de reclamos vuelve a evidenciarse. Mientras Molina insiste con la defensa del régimen especial, otros se enfocan en las agresiones de Trump. “Queridos maestros y maestras, hoy nos jugamos la soberanía nacional del pueblo colombiano (...). Si tocan a Petro, tocan al pueblo”, dice Londoño, candidata a senadora por el oficialista Pacto Histórico, al inicio de su discurso. “¡Abajo la injerencia gringa en Colombia! ¡Abajo el presidente de Estados Unidos!”, exclama Arias, de la CUT. Aunque los cundinamarqueses ganaron el pulso por el escenario de la marcha, los reclamos de apoyo al Gobierno marcaron el cierre de la jornada.

Sobre la firma

Más información

Archivado En