Colombia reaparece en las eliminatorias tras su exitosa Copa América

La selección colombiana de fútbol regresa a competencia tras su estelar actuación en la Copa América. Las eliminatorias sudamericanas retornan y con ellas el gran objetivo de lograr un cupo para el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá, el de los 48 equipos, tres países sede y el más largo de la historia. Tras las seis jornadas de 2023, Colombia ocupa la tercera posición y, con la insignia de ser subcampeona de América, tiene un peso significativo.

El último partido del equipo de Néstor Lorenzo por las eliminatorias fue la victoria de noviembre contra Paraguay en Asunción, con gol de penal de Rafael Santos Borré. Suma 12 puntos como resultado de ese triunfo y los obtenidos frente a Venezuela y Brasil, más los empates contra Chile, Uruguay y Ecuador. Visita este viernes a Perú, en el Estadio Nacional de Lima, y recibe a Argentina en el Metropolitano de Barranquilla el martes. Ese partido será una reedición de la final de la Copa América, pero en casa.

A pesar de que en las eliminatorias los 10 equipos de la Conmebol compiten por seis plazas directas y un cupo para una repesca, es imposible anticipar si Colombia clasificará. La eliminación de Qatar 2022 es una herida lo suficientemente reciente como para ser olvidada. La competencia es feroz, desde el juego y la logística. Venezuela, por ejemplo, jugará este jueves frente a Bolivia en El Alto, a 4.095 metros sobre el nivel del mar, y solo cinco días después recibirá a Uruguay en un caluroso Maturín.

Pese a esa incertidumbre, Colombia llega en un momento totalmente diferente al del fracaso de 2022. Más allá de los resultados, ha logrado consolidar una manera clara de jugar, tiene confianza y jugadores de mucho talento. “El reto para Lorenzo es mantener la guardia alta pese a perder la final de la Copa América. Va por buen camino para saldar cuentas históricas contra selecciones más grandes y darle a Colombia la personalidad de un equipo confiable”, explica Enrique Delgado, periodista de ESPN.

Colombia ha construido su juego en torno a la pelota. El fútbol de James, Ríos, Arias, Quintero o Díaz refleja su identidad: alegre, protagonista, creativa. A veces falta suerte ―que también juega―, pero no competitividad, un valor por atesorar: una idea de juego reconocible que permite remontar situaciones adversas, y la convicción para imponerse ante cualquier rival. Justamente desde allí reconstruyó su vínculo con los aficionados en la Copa América. “El equipo transmitió cosas que llegaron al corazón de la gente”, dijo el técnico tras la final.

Ese es un lazo invaluable, pero frágil. Uno de los grandes retos del entrenador argentino es gestionar las expectativas de un país más exitista que futbolero. “El público, la prensa, van a querer más de este equipo. Ese es el costo de hacer las cosas bien. Estimo que Lorenzo querrá seguir por el buen camino así que en realidad el reto es para nosotros: si se pierde ―porque en algún momento va a ocurrir―, el reto será para la prensa y la afición no destruir desde otros lugares lo que se ha conseguido edificar en el campo”, apunta el periodista Nicolás Samper.

Más allá de la necesidad de sumar puntos en la eliminatoria, el proceso apunta a un futuro que puede ser muy diferente. La inauguración del Mundial está programada para el 11 de junio de 2026, y dos años pueden ser eternos si la base de jugadores no es lo suficientemente amplia y no hay piezas de recambio preparadas para asumir responsabilidades en momentos clave. El equipo actual de a poco sale de memoria. Vargas, Muñoz, Cuesta, Lerma, Ríos, Arias, James, Díaz y Córdoba son apuestas confiables en cualquier alineación de Lorenzo. Sin embargo, frente a Perú y Argentina, llamó a jugadores jóvenes, una nueva generación: el portero Kevin Mier, de 24 años; los centrales Yerson Mosquera y Juan David Cabal, de 23 años; el volante Jhon Solís, de 19. A esa nueva legión se suman Jhon Jader Durán (20), Yaser Asprilla (20) y Kevin Castaño (23), quienes ya hicieron parte del equipo subcampeón.

“La Copa América nos dio la oportunidad de estar mucho tiempo juntos, de crecer como equipo y como grupo. Fue un hito muy importante para nosotros. El proceso continúa y sabemos que los objetivos inmediatos son estas fechas que son muy importantes”, explicó Lorenzo. “Fue un mes largo, pero con una convivencia espectacular. El grupo siempre que está junto manifiesta mucha felicidad, mucho orgullo de representar al país. Cada vez que nos vemos se siente esa energía”, agregó Luis Díaz en rueda de prensa en Barranquilla.

James, Díaz y la sucesión del trono

La Copa no fue el mejor torneo para el delantero Luis Díaz, del Liverpool inglés. Su desempeño individual estuvo lejos del brillo que ha mostrado en la Premier League o en otros capítulos con la selección. Varios sectores agitaron banderas de alerta. “Tenemos malísima memoria y no recordamos que fue héroe ante Brasil y que, con Copa América, jugó más de 70 partidos en la temporada. Díaz sigue siendo importantísimo, más allá de que los rivales lo conozcan o que redoblen los esfuerzos en marcarlo”, explica Samper. “Es verdad que en la Copa perdió explosión, capacidad para resolver de primera y su rendimiento fue de 5 puntos sobre 10. Pero es nuestro mejor jugador en Europa y ya mostró en selección que tiene las variantes de juego en su club”, agrega Delgado.

Además, Lucho aporta en otros sentidos. Los equipos se hacen fuertes fuera del campo, donde la gestión de los egos es tan importante como el entrenamiento, y Díaz fue protagonista de una de las grandes escenas de la Copa América en esa área. Mientras James celebraba un gol frente a Panamá, apareció desde atrás del 10 e hizo el gesto de ponerle una corona. Luego, entre lágrimas, reconoció la emoción que le generaba jugar una final junto a su ídolo, el mismo que vio por televisión durante muchos años.

Justamente es James la gran estrella colombiana. No ha sumado minutos desde que levantó el trofeo como mejor jugador del torneo en Estados Unidos, pero el 26 de agosto firmó contrato con Rayo Vallecano, sellando su regreso a España 10 años después de su fichaje por Real Madrid. Si bien no ha debutado, su rendimiento en el equipo nacional es una discusión saldada: la selección es su lugar en el mundo. Sin problemas físicos, James encuentra allí el mejor contexto para brillar y ser un hombre decisivo en la gestión de Lorenzo. “James cuenta con la admiración de los que están llegando y desde ese lugar se convierte en un hombre indispensable, en el último mohicano ―o uno de los últimos― de aquella generación exitosa de 2014. Y entiende que, si bien el lugar de estrella lo tendrá siempre, su rol espiritual es clave como imán de los malos momentos y dueño de un testigo que por ahora porta, pero que con el tiempo sabrá ceder”, apunta Samper sobre el rol del 10, que será fundamental en estos dos partidos.

Una nueva historia en Lima y Barranquilla

Tras la Copa, las eliminatorias implican un reseteo, un nuevo desafío para la selección. Perú, el primer rival, es el único equipo que no ha ganado un solo partido en la Eliminatoria. Tiene apenas dos puntos y un gol. El técnico Jorge Fossati llegó a inicios de 2024 para recomponer el camino, pero en su primera prueba, la Copa América, quedó eliminado en primera ronda. En la convocatoria frente a Colombia regresan los veteranos Trauco y Tapia, pero quedan fuera dos históricos como Guerrero y Cueva.

Lorenzo ha dicho que el encuentro no será fácil. “La referencia en cuanto a la tabla de posiciones es como la Fórmula 1: hay pocos segundos entre el primero y el último. La eliminatoria sudamericana es muy difícil por eso, fíjate que las últimas veces que jugaron el último y el primero las diferencias fueron muy cortas (...). Necesitamos la mejor versión de todos para sacar el partido adelante. Vamos con mucho respeto a jugar a Lima”, afirmó antes del viaje a Perú, donde Colombia solo ha perdido una vez.

Argentina, líder de la clasificación, recibe a Chile antes de enfrentar a Colombia, con las ausencias de los referentes Lionel Messi por lesión y Ángel Di María tras su retiro. El equipo de Lionel Scaloni ha logrado mantener el hambre competitiva después de ganarlo todo y a la vez ha empezado a renovar fichas, con el Mundial en la mira. Valentín Barco (Sevilla), Equi Fernández (Al Qadsiah), Matías Soulé (Roma), Leonardo Balerdi (Marsella), Valentín Castellanos (Lazio) y Giuliano Simeone (Atlético de Madrid) son las nuevas caras de la Albiceleste en estas jornadas.

Colombia tiene el reto de mirarse frente a la gran versión que la llevó a la final de la Copa, a sus aciertos y errores. Hace 17 años que no vence a Argentina en casa, pero las estadísticas solo cuentan algo del pasado, no del futuro inmediato. “El camino fue hermoso”, expresó Lorenzo cuando cayó el telón de la Copa América. Vienen nuevos retos. La pelota no para.

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