Sean Mattison, autor del documental ‘Petro’: “Tiene un escudo emocional, una armadura para protegerse”
El cineasta estadounidense estrena en Bogotá una película sobre el presidente de Colombia y su llegada al poder
Los ministros de Gustavo Petro se sentaron el martes por la noche frente a una pantalla de la Casa de Nariño para ver un documental sobre el big boss. En exclusiva, vieron Petro, una película con la que el cineasta estadounidense Sean Mattison (París, 37 años) brilló en México y Estados Unidos en 2023 y que se estrena esta semana en Colombia. Durante hora y media de proyección, los asistentes recordaron la campaña de 2022 y los sueños con los que llegaron al poder, algo motivador en ...
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Los ministros de Gustavo Petro se sentaron el martes por la noche frente a una pantalla de la Casa de Nariño para ver un documental sobre el big boss. En exclusiva, vieron Petro, una película con la que el cineasta estadounidense Sean Mattison (París, 37 años) brilló en México y Estados Unidos en 2023 y que se estrena esta semana en Colombia. Durante hora y media de proyección, los asistentes recordaron la campaña de 2022 y los sueños con los que llegaron al poder, algo motivador en una semana de hundimientos y atascos legislativos. Pero, pese al cálido recibimiento, Mattison se quedó con las ganas de ver al protagonista de su historia. “Me gustó”, es todo lo que recibió hace unos meses cuando le mandó a Petro una versión preliminar y él respondió a través de su equipo de prensa. Sin embargo, el estadounidense no pierde la ilusión y espera que el presidente asista este fin de semana a la Cinemateca de Bogotá.
Retratar al mandatario de izquierdas no ha sido fácil. Para el documentalista estadounidense, que lo conoció en 2007 como senador y lo siguió más de un año durante la campaña de 2022, fue un desafío “acceder al Petro interior”. No solo porque los asesores del entonces candidato veían poco rédito en darle largas entrevistas a un documentalista y quitarle tiempo codiciado a una radio, un canal de televisión o un periódico de publicación diaria. También porque Petro es un enigma; una persona reservada y poco adepta a ser descifrada por propios y extraños. Y razones no le faltan, según el cineasta, que aún intenta interpretarlo. “Hay mucho sesgo mediático en este país y es difícil confiar en la gente”, dice Mattison, que en 2021 ganó un Emmy por Atención! Murderer Next Door.
Pregunta. En 2007, hizo un corto estudiantil sobre Petro. ¿Qué recuerda de su primer encuentro con él?
Respuesta. Me acuerdo que llegamos al Senado y me sorprendió su esquema de seguridad... estar rodeado de escoltas con armas de fuego no era algo común para mí viniendo de las afueras de Washington. Me impactó su valentía frente a las amenazas que estaba recibiendo: señalaba cosas que los demás tenían miedo de señalar [los vínculos entre políticos y paramilitares] y enfrentaba sistemas de poder que llevan muchos años en este país.
P. ¿Y del reencuentro en 2021 para esta película?
R. Yo fui a su oficina de nuevo y le dije: “Tal vez no se acuerda de mí, pero queremos seguir la campaña presidencial. Ya tenemos muchos más años de experiencia haciendo cine documental, hemos ganado premios. ¿Estaría dispuesto a dejarnos seguirlo en campaña hasta el día de las elecciones?”. Me dijo: “¿Cómo vas a hacer eso si no vives acá?”. Le respondí que me mudaba a Colombia entonces. Creo que en ese momento se dio cuenta de que yo estaba hablando en serio.
P. ¿Por qué decidió dedicarle tanto tiempo a Petro?
R. Habíamos visto encuestas favorables que decían que tenía posibilidad de ganar. Y la historia del primer gobierno de izquierdas en Colombia era imposible de resistir. A muchos periodistas extranjeros les interesó. Lo bueno para nosotros fue que llegamos un año y medio antes de las elecciones. Lo malo fue que aun así el acceso fue limitado por la cantidad de compromisos que él tenía. Me quedé con un montón de ideas que al final no se pudieron hacer. Fue difícil que él hable de cosas más personales y siento que podría haber logrado mayor profundidad si hubiera tenido más tiempo con él o la posibilidad de acompañarlo a más lugares. Pero igual estoy orgulloso de lo que logramos.
P. La película tiene mucho de la campaña de 2022 y la historia de Colombia, pero pocos componentes biográficos más allá del paso del presidente por la guerrilla del M19. ¿Por qué?
R. Había poco acceso porque estaba en campaña y no había tiempo para ir hasta Ciénaga de Oro [donde nació Petro] y hablar con todos sus familiares, contando su juventud más a fondo. Entonces la parte biográfica es una entrevista larga que hicimos en la que hablamos mucho sobre el M19, que es lo que me pareció más destacable de su juventud. Siento que cuando la gente habla de su juventud, empieza a abrirse más... es algo nostálgico para ellos.
P. En esa entrevista le cuenta también que se siente solo en la campaña.
R. Habla de unos vientos huracanados que se lo llevan como a una hoja... quizá a la victoria, a la muerte o a la derrota definitiva. Es interesante porque suele hablar así, metafóricamente.
P. De todos modos, parece difícil acceder al Petro más íntimo, más allá del político.
R. Creo que por haber estado en la guerrilla y por toda su historia, es una persona muy privada. Es difícil llegar al Petro interior. Si uno se pone a analizar, la gente alrededor de él es la misma desde hace décadas. No aparece un nuevo amigo cada seis meses, sino que son los mismos. Es casi como que tiene un escudo emocional, como una armadura para protegerse. No solo por las amenazas, sino también por el sesgo mediático en su contra... es difícil confiar en la gente.
P. ¿Cuál es la diferencia entre estar con Petro en un carro de la campaña y verlo en las tarimas?
R. Cuando uno está con él, habla en voz baja. Cuando está en tarima, es más eléctrico... tiene esa capacidad de proyectarse. Pero no hay un solo Petro... él cambia según quién está a su alrededor. En la costa y con las comunidades indígenas o campesinas, él parecía más abierto... ahí se sentía como esa confianza de estar con gente con la que se relaciona bien. Que lo entienden a él y él los entiende a ellos.
P. Algunos, por otro lado, retratan a un Petro arrogante y distante, poco propenso a aceptar las críticas. ¿Usted lo percibió así en algún momento?
R. Cuando se juntaba con los asesores o el voluntariado, escuchaba a todo el mundo antes de ponerse a hablar. Siento que es capaz de trabajar en equipo. Y es un hombre inteligente... cuando cree que tiene la razón, puede que sea un poco terco, pero siento que la crítica de que es arrogante no es válida.
P. En una de las tomas el candidato aparece sonriente con Francia Márquez y Armando Benedetti, una figura que fue cercana en la campaña y que el año pasado ensombreció al Gobierno. ¿Cuál fue su contacto con él?
R. Sabíamos que Petro lo quería en la campaña por la influencia que tenía en Barranquilla y en la costa. Y sabíamos que había estado en otros partidos, que era como un camaleón político y que era necesario para crear alianzas. Pero el contacto siempre fue limitado. No parecía tener mucha voluntad de hablarnos... después de uno o dos intentos, dejamos de pensar en desarrollarlo como personaje.
P. ¿Y con Laura Sarabia?
R. [Risas] Es una figura interesante ahora, pero en el momento no lo vimos así. Inicialmente pensábamos que era la asistenta de Benedetti... luego empezó a organizar la agenda y tener más importancia. Se esforzó en darnos tiempo con Petro, pero no le pedimos entrevistarla.
P. El documental refleja la ilusión de muchas personas con un cambio para Colombia. Pero, en entrevista con este periódico un año después, el presidente ha reconocido que ese cambio ha sido más difícil de lo que pensaba.
R. Siempre he sentido que él necesitaba más amigos y alianzas políticas. Uno no puede hacer las reformas sin eso. Y entiendo su desconfianza, pero tanto la oposición como el Gobierno deberían hacer un esfuerzo mayor para entenderse. Lo mismo podríamos decir de los republicanos en Estados Unidos. No hay que confiar en Mitch McConnell, pero si en algún momento debemos dialogar para hacer algo, entonces tu enemigo también te puede ayudar.
P. Su documental se basa en que la elección de Petro fue un fenómeno político sin precedentes. Pero, si en el Gobierno no se producen esos cambios que ilusionaron a tantos, ¿su película pierde relevancia?
R. [Duda] Vamos a ver... tiene dos años más de Presidencia todavía. Se pueden lograr más cosas, aunque luego de este año empiecen las próximas campañas. Además, creo que nadie diría que este Gobierno ha sido peor que el de [Iván] Duque.
P. El Ministerio de Cultura ha anunciado que la película “está lista para cautivar al público colombiano” y ha compartido la convocatoria a varias proyecciones. ¿Cómo piensa evitar que su trabajo se vea como propaganda?
P. Yo le dije a Petro desde el primer momento que esto no era propaganda y él lo respetó. No nos puso ninguna condición para hacer el documental. Ahora lo que toca es consolidar una estrategia de comunicación y marketing que venimos hablando con la distribuidora. Tenemos que hacer frente con argumentos a la percepción de que es propaganda: entrevistamos a líderes de la oposición [como María Fernanda Cabal] y se trata de las elecciones, de un momento de cambio y lucha colectiva.
P. ¿Qué le pareció que Petro recomendara la película en X?
R. Me parece bien. Necesitamos todo el marketing que podamos. No quiero que se vea como algo de él o del Gobierno, pero tiene siete millones de seguidores en X y no me voy a quejar si esa gente va a ver el documental.
P. Usted apoyó a Petro y es de izquierdas. Eso seguramente permea su trabajo.
R. Sí. Pero, por ejemplo, me interesa Javier Milei [el presidente de Argentina]. Está haciendo cambios grandes y a mí me interesan los personajes fuertes que dividen a la opinión pública. La raíz de un documental está en un conflicto. En el caso de Petro, siempre lo pensamos como un fenómeno político y no como un líder con una ideología que compartimos. Apoyo su lucha contra el cambio climático y su búsqueda de la paz en Colombia, pero soy perfectamente capaz de ir y hacer un documental sobre un líder o personaje que me parece malo.
P. ¿Y ganarse su confianza?
R. Sí, de eso se trata. Hay que poder dialogar con los villanos también.
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