La digitalización de la ‘vaca’ para las vías de Antioquia agudiza la tensión entre Petro y Rendón
El gobernador insiste en hacer una colecta ciudadana, aunque ya no con dinero en efectivo, y el presidente califica de “bellaquería” la manera en la que el político uribista dirige al departamento
La disputa entre el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, por la vaca para financiar las carreteras de cuarta generación (4G) del departamento, se ha agudizado este miércoles. Lejos de aceptar la petición del jefe del Estado de suspender la colecta de dineros ciudadanos, el político uribista ha anunciado que la recaudación sigue adelante, aunque ahora ...
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La disputa entre el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, por la vaca para financiar las carreteras de cuarta generación (4G) del departamento, se ha agudizado este miércoles. Lejos de aceptar la petición del jefe del Estado de suspender la colecta de dineros ciudadanos, el político uribista ha anunciado que la recaudación sigue adelante, aunque ahora no con dinero en efectivo sino solo por medios digitales. El objetivo del cambio es garantizar que todas las donaciones sean lícitas, y se debe a los cuestionamientos que hubo después de que el Clan del Golfo, el grupo ilegal más numeroso del país, admitiera haber donado 10 millones de pesos. La insistencia del gobernador ha caído mal a Petro, que reaccionó en sus redes sociales: “Es de una bellaquería inmensa lo que el liderazgo político de la derecha de Antioquia está haciendo”.
A comienzos de la tarde del miércoles, parecía surgir una luz para un entendimiento entre Petro y Rendón. El presidente reaccionó en X a una información que anunciaba la suspensión de la vaca, por lo que felicitaba al mandatario departamental y lo invitaba al diálogo: “Podremos conversar cuando quiera sobre la realidad financiera de las 4G y posibles soluciones”. No tardó Rendón en aclarar, por la misma vía, que el fondo no se suspendía, sino que seguía adelante con otros canales. Sin embargo, manifestó interés por el diálogo: “Claro que podemos conversar, y hablar sobre cómo terminamos las 4G, por el bien de todos”. Al comprender que no había suspensión sino cambio, Petro emitió un mensaje en que volvió a criticar al Gobierno antioqueño y se refirió a la afectación que hay a las finanzas del Estado.
Sin mencionar a Rendón por su nombre, el presidente asegura que no se les ha dicho a los ciudadanos de Antioquia que el Ejecutivo ya giró 1,1 billones de pesos (unos 270 millones de dólares) para el proyecto del túnel Guillermo Gaviria Echeverri ―también conocido como túnel del Toyo―, una megaobra de casi 10 kilómetros de longitud con la que se espera mejorar la comunicación entre el centro del país y el Urabá, una región del departamento con costa sobre el mar Caribe. Según Petro, hay posibles sobrecostos de 765.000 millones de pesos (cerca de 195 millones de dólares) en esa obra, producto de una presunta sobrevaluación del tráfico que recibirá el túnel. Es el Estado, añade el presidente, el que termina corriendo con las deudas, a las que califica de “otro desfalco inmenso a la Nación”. Algo similar, agrega, ocurrió con el subsidio de la gasolina o con el sistema de salud.
El lunes, tras las declaraciones del Clan del Golfo, Petro había usado un tono más propositivo. Aunque pidió la suspensión de la colecta ante el riesgo de que fuera “infiltrada por dineros sucios del narcotráfico incorporados a las donaciones”, mencionó la posibilidad de destinar a las vías de Antioquia un porcentaje del cobro de valorización por las obras ya hechas. En otras palabras, cambiar la colecta de privados solo para las vías de Antioquia por una contribución específica que pase por el Estado y vaya en parte para ese departamento. La idea no tuvo eco.
El exalcalde de Medellín Daniel Quintero, aliado del presidente Petro, entró también en la discusión al afirmar que los dineros recaudados en la colecta liderada por el gobernador pueden ser usados no para terminar las vías del departamento, sino para cubrir los sobrecostos que mencionó el presidente. En X, el antiguo mandatario de la capital antioqueña escribió: “En nombre mío, y de todos los donantes de la vaca, exijo que los recursos no sean utilizados para pagar las irregularidades y sobrecostos detectados en el túnel del Toyo —765.000 millones de sobrecostos en la parte construida por la Gobernación de Antioquia―”. Luego apeló a la ironía: “Corrección: no hablo en nombre de todos los que donaron: exclúyase al Clan del Golfo”.
Federico Gutiérrez, actual alcalde de Medellín, exrival y enconado crítico de Petro, también ha entrado en el debate para respaldar la idea de la vaca. De hecho, el martes indicó que había donado un millón de pesos a la colecta. La oportunidad también le ha valido para criticar al presidente: “Los ataques permanentes en contra de Antioquia dirigidos por el presidente Petro se exacerban cada día más. El mal ejemplo lo siguen algunos de sus más cercanos funcionarios. Mi recomendación a los antioqueños es que nos mantengamos unidos, hoy más que nunca, pues los gobiernos pasan y el país continúa”. Afirmó, además, que entre más críticas emita Petro a la colecta, más éxito tendrá: “Mientras más nos ataque a los antioqueños, más gente va a poner en la vaca”.
Rendón, por su parte, se muestra confiado en que el ajuste que le hizo a la vaca a partir de este miércoles impedirá que a ella lleguen dineros ilícitos. A partir de ahora, quien desee aportar a la colecta, deberá hacerlo a través de la página de la Gobernación de Antioquia, en la que están consignadas algunas condiciones. En caso de aceptarlas, los donantes declaran que sus dineros tienen un origen lícito, que no están incluidos en la llamada lista Clinton ni en ninguna otra emitida por organismos policiales ni judiciales de todo el mundo y que no han participado en lavado de activos ni financiación de terrorismo. Hasta este miércoles, según el vaquímetro, se habían recaudado 2.602.560.219 pesos (unos 650.000 dólares). Eso es apenas el 0,26% de la meta del billón de pesos.
El germen de la vaca para las vías antioqueñas fue una idea que lanzó el expresidente Álvaro Uribe, mentor del gobernador Rendón, en sus redes sociales: sin pasar por el Estado nacional, y con la dirección de los mandatarios locales, se puede lograr la financiación de las vías del departamento. “Sin el Gobierno Nacional, incluso, deben concluirse las vías que cruzan por Antioquia de interés para todo el país. Enfrentemos este desafío cívico. Que un millón de antioqueños aporten, aportemos, de a un millón de pesos (250 dólares), unos más, otros menos. Unos a título de donación y otros a título de préstamo”, explicó el exmandatario en un video, con el que parecía tocar la fibra del orgullo antioqueño por su región, la segunda más poderosa del país después de Bogotá.
Esa pisca de orgullo paisa se ha añadido a la inconformidad que había expresado Rendón por la decisión del Gobierno Nacional de no dar prioridad a las vías antioqueñas en el presupuesto de 2024. El mandatario departamental lo leyó como una retaliación política contra una región donde la popularidad del presidente es baja. Desde el Ejecutivo se ha dicho que, en realidad, es una cuestión de falta de recursos y que además obedece a la necesidad de que sean distribuidos en todo el país. El debate, lejos de quedarse en una cuestión meramente técnica o de financiación, se ha transformado en el nuevo escenario de confrontación política y partidista en un país ya de por sí muy fragmentado. Las vías de Antioquia, más allá de comunicar, parecen convertirse en un nuevo elemento de división.
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