El riesgo de racionamiento eléctrico crece mientras los embalses colombianos se secan
El CEO de Enersic alerta que el ritmo de la caída de los embalses “ya es preocupante”
El bajo nivel de llenado de los embalses en Colombia ha despertado preocupación en el sector de la energía. El pasado 14 de marzo, cuando los embalses estaban a un 38,6% de su capacidad, el director de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) aseguró que la alerta se enciende cuando, en promedio, tienen el 27% del agua que pueden contener. Cinco días más tarde, han bajado casi tres puntos porcentuales, hasta el 35,7%. El ritmo de la caída de ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El bajo nivel de llenado de los embalses en Colombia ha despertado preocupación en el sector de la energía. El pasado 14 de marzo, cuando los embalses estaban a un 38,6% de su capacidad, el director de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME) aseguró que la alerta se enciende cuando, en promedio, tienen el 27% del agua que pueden contener. Cinco días más tarde, han bajado casi tres puntos porcentuales, hasta el 35,7%. El ritmo de la caída de los embalses “es preocupante”, ha advertido este martes en W Radio Jorge Sierra Almanza, CEO de Enersinc, uno de los principales consultores para los mercados de energía en Colombia. “En una o dos semanas vamos a registrar el mínimo histórico que hemos alcanzado en Colombia”, ha avisado. Almanza augura que “ya comienza a aumentar” el riesgo del peor escenario posible: el racionamiento eléctrico en partes del país.
La gran mayoría de la electricidad de Colombia es generado por las hidroeléctricas, con una cifra que en condiciones normales ronda el 70%. El resto es generada por plantas térmicas, que funcionan a carbón y con gas natural y producen emisiones mucho mayores. Estas plantas se prenden en épocas de estrés hídrico, cuando bajan los embalses, para respaldar el sistema eléctrico. Según ha explicado Almanza, esto es exactamente lo que se está haciendo en este momento. “Todas las plantas que respaldan a los embalses ya están a tope. Solo faltan dos o tres plantas por entrar a generar, pero la situación es preocupante”, ha dicho.
La semana pasada, el ingeniero industrial y profesor asociado de la Universidad de los Andes, Sergio Cabrales, explicó en X que las centrales a carbón estaban operando al 90% de su capacidad, mientras que las de gas natural lo hacían al 72%.
Almanza ha alertado que con un llenado tan bajo de los embalses “cualquier cosa, por ejemplo el cierre en la planta de PAGUA [la central hidroeléctrica Paraíso-Guaca, que genera 600 megavatios para el Sistema Interconectado Nacional] o cualquier falla húmedo eléctrica, podría dejar sin energía a parte del país”. La primera medida que hay que tomar para evitar un riesgo de racionamiento, ha afirmado, es prender todas las plantas térmicas.
El presidente Gustavo Petro, que desde hace años promueve una agenda ambiental en Colombia, ha reiterado en múltiples ocasiones que no quiere depender ni construir más de estas generadoras. En un discurso a mediados de febrero dijo que “la orden del presidente” es que se reemplace la energía termoeléctrica por “energía limpia”. En todo caso, las térmicas son el respaldo actual de las hidroeléctricas, pero no bastan para evitar un racionamiento si los embalses se secan.
El impacto de El Niño
El CEO de Enersinc ha atribuido el bajo nivel de llenado de los embalses al fuerte fenómeno de El Niño ―que suele provocar sequías en Colombia― que el país ha atravesado en los últimos meses. Justamente, varios expertos le dijeron en enero a EL PAÍS que El Niño, la temporada seca de todos los años y las temperaturas inusualmente altas debido al cambio climático eran los responsables de los cientos de incendios forestales que se propagaron a lo largo del territorio colombiano a inicios de este año.
Y aunque el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) anunció a principios de marzo que la primera temporada de lluvias del año había empezado, el nivel de los embalses sigue cayendo. Según Almanza, la temporada de lluvias no ha sido lo suficientemente intensa como para recuperar los embalses o producir energía eléctrica. “Por las condiciones del suelo, el agua que cae en las primeras lluvias se absorbe y no se alcanzan a llenar las cuencas para producir energía eléctrica o embalsar una represa”, ha explicado.
Según la página web de XM, los aportes hídricos diarios en este momento han bajado un 72,46% respecto al 31 de marzo de 2023. La única región del país que actualmente tiene reservas hídricas por encima del 50% es el Caribe, de acuerdo con la empresa. La región que, de lejos, está en la peor situación es la que la empresa define como Oriente. Los embalses de la zona, que se compone de los departamentos de Santander, Norte de Santander, Boyacá, Casanare y Arauca, tienen reservas hídricas de apenas el 16,79%.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS sobre Colombia y aquí al canal en WhatsApp, y reciba todas las claves informativas de la actualidad del país.