Petro postula al Vaticano como sede de una ronda de negociaciones con el ELN tras reunirse con el papa Francisco
Las delegaciones del Gobierno colombiano y la última guerrilla en armas han sostenido hasta ahora cinco encuentros en Venezuela, México y Cuba
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha postulado a la Ciudad del Vaticano como sede para una próxima ronda de diálogos de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). “A mí me interesaría mucho (…) por muchas razones que tienen que ver con la historia del mi...
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El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha postulado a la Ciudad del Vaticano como sede para una próxima ronda de diálogos de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). “A mí me interesaría mucho (…) por muchas razones que tienen que ver con la historia del mismo ELN”, ha dicho el mandatario a los periodistas en la propia Plaza de San Pedro, luego de reunirse, este viernes, en una audiencia privada, con el papa Francisco en la Santa Sede.
“Es posible que hagamos una ronda acá, ya se hablará con el ELN”, agregó Petro a la salida del encuentro, el primero con Francisco desde que llegó al poder. La Iglesia católica ha sido un gran apoyo en todos los esfuerzos de paz que se han desarrollado en Colombia, como recordó y agradeció el presidente. “El papa está de acuerdo en que demos pasos más profundos en los acuerdos de paz”, aseguró.
El país sudamericano ha estado presente en la agenda del Pontífice. Francisco pidió la liberación inmediata de todos los secuestrados hace dos semanas. Semanas antes, se había reunido con la vicepresidente, Francia Márquez, para hablar de la paz en Colombia, y hace un año lo hizo con la primera dama, Verónica Alcocer.
La última guerrilla en armas en Colombia se ha vuelto a sentar en busca de un acuerdo de paz, pero por primera vez lo hace con un Gobierno de izquierdas, el de Petro. Esa mesa es la más avanzada en el marco de la paz total, la política bandera del presidente colombiano. Las delegaciones han sostenido ya cinco ciclos de diálogos en Venezuela, México y Cuba. En unos días, a partir del 22 de enero, La Habana acogerá de nuevo otra ronda. En un paso inédito, la guerrilla se ha comprometido a suspender el secuestro de civiles, uno de sus crímenes más repudiados por la sociedad. También sigue en vigor un cese al fuego de medio año y que expira este mes, aunque se espera que sea prorrogado. Ambos acuerdos implican significativos avances.
La negociación, que ha contado desde su arranque con el respaldo tanto de la ONU como de la Iglesia católica, comenzó con Cuba, Noruega y Venezuela ejerciendo de países garantes. Como parte de sus primeros acuerdos, la mesa de diálogos invitó a Brasil, Chile y México para sumarse como garantes, mientras que Alemania, Suecia, Suiza y España acompañarían el proceso.
El ELN nació en 1964 inspirado en la revolución cubana y marcado por una profunda influencia religiosa. Varios de sus fundadores ―sindicalistas, estudiantes y campesinos― fueron entrenados en la isla caribeña. Muy pronto, se les sumó el cura colombiano Camilo Torres (1929-1966), quien murió en uno de los combates iniciales. El cura Torres, junto a otros tres sacerdotes españoles ―exponentes de la Teología de la liberación y que le siguieron más adelante los pasos―, sellaron la confluencia entre cristianismo y marxismo que ha caracterizado históricamente al grupo guevarista.
Colombia busca extinguir un degradado conflicto armado que ha involucrado a guerrillas, grupos paramilitares y fuerzas estatales. El papa Francisco visitó el país, en septiembre del 2017, con el propósito de apoyar el proceso de reconciliación de la sociedad y de la clase política, muy divididas luego de la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC, hoy desarmada y convertida en un partido político con una bancada en el Congreso.
Después del paréntesis que supuso el cuatrienio de Iván Duque en los esfuerzos apaciguamiento; Petro ha retomado los diálogos con distintos grupos armados en su búsqueda de la paz total. El presidente ―que como candidato, en plena campaña, visitó a Francisco en la Santa Sede― se propone negociar con el ELN y, al menos, con una parte de las disidencias de las FARC que se apartaron de aquel proceso de paz; y a la vez de aplicar la anunciada “política de sometimiento” que busca desmantelar grupos criminales, como el Clan del Golfo, principales narcotraficantes de la región y también involucrados en la violencia armada.
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