La justicia condena a Margareth Chacón por ser una de las organizadoras del asesinato de Marcelo Pecci
La barranquillera es sentenciada por los delitos de homicidio agravado en concurso con tráfico, fabricación y porte ilegal de armas de fuego. En los próximos días, se conocerá cuántos años de cárcel pagará
Una jueza ha condenado este lunes a una de las organizadoras del asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, ocurrido el 10 de mayo 2022 en las playas cercanas a Cartagena de Indias, mientras celebraba su luna de miel con su esposa embarazada. Se trata de Margareth Lizeth Chacón quien, de acuerdo con el fallo, participó en la planificación del crimen, incluyendo su financiación, la adquisición de las armas y el uso de su camioneta para que lo...
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Una jueza ha condenado este lunes a una de las organizadoras del asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, ocurrido el 10 de mayo 2022 en las playas cercanas a Cartagena de Indias, mientras celebraba su luna de miel con su esposa embarazada. Se trata de Margareth Lizeth Chacón quien, de acuerdo con el fallo, participó en la planificación del crimen, incluyendo su financiación, la adquisición de las armas y el uso de su camioneta para que los asesinos viajaran de Medellín a Cartagena. Se le condena por los delitos de homicidio agravado en concurso con tráfico, fabricación y porte ilegal de armas de fuego. En los próximos días, se conocerá cuántos años de cárcel pagará.
Chacón, barranquillera de 42 años, es la pareja del empresario Andrés Felipe Pérez Hoyos, quien ya aceptó su participación en el crimen del fiscal antimafia. Chacón asistió a cuatro reuniones entre el 5 y 8 de mayo de 2022, en las que se planificó el asesinato de Pecci, que investigaba el crimen organizado transnacional en el continente.
El 5 de mayo de 2022, Chacón, los hermanos Andrés y Ramón Pérez Hoyos ―ambos condenados a 25 años y 6 meses de cárcel― y el militar en retiro Francisco Luis Correa Galeano ―el principal coordinador del crimen y testigo estrella del caso, que aceptó cargos en abril― se reunieron en un restaurante de Medellín. Al día siguiente, todos viajaron a Cartagena en una camioneta Toyota blanca de placas IWV-738, facilitada por Chacón. El 7 de mayo llegaron a la capital del departamento de Bolívar, donde, a lo largo de los siguientes días, hicieron múltiples desplazamientos en el vehículo.
Según la jueza, una vez en Cartagena, Chacón participó de tres reuniones más en las que planearon todos los detalles del asesinato: las rutas de acción, las órdenes exactas y las entregas de dinero. Justamente, durante entre el 5 y 8 de mayo, la Fiscalía alega que uno de los hermanos Hoyos hizo dos retiros de 3 millones de pesos (unos 800 dólares). El 9 de mayo, todo el dinero para el crimen estaba en manos de Correa Galeano. A la mañana siguiente éste viajó al hotel Decamerón en la isla turística de Barú, donde se hospedaba el confeso asesino de Pecci, Wendre Still Scott Carrillo. Unas horas más tarde, Scott Carrillo arribó en lancha a una playa de Barú y disparó tres veces al fiscal. El pasado octubre, el gatillero recibió una sentencia de 23 años y 6 meses de cárcel.
El 11 de mayo de 2022, el día después del asesinato, todos los participantes, incluyendo a Chacón, se reunieron frente al hotel Palmeto Eliptic en Cartagena. Allí se hicieron los últimos pagos y Chacón volvió a Medellín. No duró mucho tiempo en la capital antioqueña. Se dio a la fuga y terminó en El Salvador, donde el 18 de enero de 2023, las autoridades la capturaron. Pocos días después, fue trasladada a Colombia y, frente a un juez, se declaró inocente en el asesinato de Pecci.
Este lunes, tras ser condenada en un juicio virtual, Chacón reiteró su inocencia desde la cárcel El Buen Pastor, en Bogotá. Insistió que los señalamientos en su contra forman parte de un complot orquestado por Correa Galeano, y argumentó que la señala para recibir beneficios de la justicia. “Que Colombia sepa que yo he sido un pasaporte para Francisco Luis (Correa Galeano), para su libertad. Jamás he tocado armas, no tengo audios, no hay nada que se me acuse”, declaró. Es la octava persona condenada por el asesinato de Pecci, que fue el resultado de un acuerdo de bandas criminales de Brasil, Paraguay y Colombia, según la Policía colombiana.
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