El futuro de la educación en Colombia dependerá de la infraestructura y la digitalización

Los dirigentes de las instituciones educativas del país, reunidos en el evento “El futuro de la educación” de PRISA Media, coinciden en su diagnóstico

Aurora Vergara Figueroa ministra de Educación de Colombia, durante su participación en el evento “El futuro de la educación” de Prisa Media.Cortesía

La educación es una manera de mirarnos al espejo y preguntarnos qué tipo de sociedad queremos ser. Es la tesis de Alejandro Santos Rubino, director de contenidos de PRISA Media (sociedad editora de EL PAÍS). Con ella en mente, debatieron este martes decenas de líderes y protagonistas de la educación en el foro El futuro de la educación, incluyendo a la ministra de Educación, ...

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La educación es una manera de mirarnos al espejo y preguntarnos qué tipo de sociedad queremos ser. Es la tesis de Alejandro Santos Rubino, director de contenidos de PRISA Media (sociedad editora de EL PAÍS). Con ella en mente, debatieron este martes decenas de líderes y protagonistas de la educación en el foro El futuro de la educación, incluyendo a la ministra de Educación, Aurora Vergara Figueroa; el excandidato presidencial Sergio Fajardo y la directora de Empresarios por la Educación, Andrea Escobar. A lo largo de la jornada, coincidieron en que el sistema actual es “fragmentado” e “inequitativo”, y que su reforma de fondo pasa necesariamente por la infraestructura de los centros educativos y la digitalización de la educación superior.

Santos abrió el foro con una entrevista a Figueroa, en la que la ministra informó de que el presupuesto para la educación será cerca de 70 billones de pesos en 2024, casi un 21% más que este año. Una parte importante de ese dinero, explicó, será destinada a mejorar la infraestructura. “Infraestructura es dignidad”, declaró. Argumentó que Colombia vive un “apartheid educativo” que se refleja en el mal estado de los colegios en las regiones más apartadas o empobrecidas, donde todavía hay escuelas primarias sin luz eléctrica ni agua potable. La semana pasada, Figueroa visitó una de ellas en Nuquí (Chocó), y contó que conoció a una niña de cinco años. “Necesito, señora ministra, que usted me arregle el baño”, le dijo.

Ante estas dificultades, Figueroa hizo hincapié en la necesidad de “repensar” la escuela en departamentos con altos índices de pobreza, como Chocó, Cauca o Arauca. Los niños en estas regiones enfrentan obstáculos para llegar a las escuelas por falta de transporte y dinero, y también por los enfrentamientos entre grupos armados. De acuerdo con datos del Consejo Noruego para los Refugiados, este año cerca de 5.600 niños y trabajadores de centro educativos han tenido que suspender temporalmente o indefinidamente las clases por la violencia.

Minutos después de la intervención de Figueroa, el excandidato presidencial y otrora alcalde de Medellín Sergio Fajardo se subió al escenario, y desde allí se sumó al llamado para mejorar la infraestructura de la educación. En una animada charla con el director editorial de PRISA Media, Roberto Pombo, marcada por risas y sarcasmos, el político hizo eco de las palabras de la ministra. “La infraestructura es importante porque es dignidad”, dijo.

La situación de la educación en Colombia, según el también exgobernador de Antioquia, refleja exactamente las profundas igualdades de la sociedad colombiana. Un ejemplo de esto es la diferencia entre los estados de los edificios de las universidades públicas y privadas. “En Bogotá, la Universidad Nacional y la Universidad Pedagógica Nacional, que son las más importantes del país, están con los edificios caídos”, declaró. Por otra parte, la Universidad de los Andes, la Javeriana y la Sabana “tienen unos edificios espectaculares”, sostuvo quien justamente empezó su vida profesional como profesor de Los Andes. Figueroa explicó en su conversación con Santos que el Gobierno planea dedicar fondos a arreglar los edificios de las universidades públicas que están en mal estado, y a construir centros en las regiones que carecen de educación superior.

Una respuesta a las falencias de la infraestructura física es la digitalización de la educación. Aunque no es una tendencia nueva, la virtualidad ha permitido a muchas universidades desarrollarse “acorde con la evolución de la sociedad actual”, según el rector de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD), Édgar Guillermo Rodríguez. La institución estatal se dedica desde 1987 a la educación no presencial. En los más de 35 años que han pasado desde su fundación, la transformación digital ha llevado a que la virtualidad sea tan común que hoy el 25% de la matrícula de la educación superior del país se da en programas virtuales o a distancia.

La UNAD tiene estudiantes en más de 1.000 municipios del país, aseguró Rodríguez. El Politécnico Grancolombiano casi alcanza la misma cifra, según datos que dio su rector, Juan Fernando Montañez, durante el panel ¿Qué significa transformación digital en Educación Superior?. Los dos educadores explicaron que la digitalización no solo les ha permitido llegar a alumnos en diferentes regiones, sino que también facilita la educación de personas en distintas etapas de vida: el Politécnico tiene estudiantes entre los 24 y los 50 años de edad, e incluso nueve mujeres por encima de los 70.

Sin embargo, la conectividad no basta para resolver los problemas. Arauca, por ejemplo, está en solo un 7% de cobertura de educación superior, de acuerdo con datos oficiales del departamento. Por eso, Figueroa enfatizó que todas las reformas que se hacen deben reconocer las numerosas inequidades y diversidades que existen en Colombia. “No podemos seguir como país con la imagen de la escuela en ruinas”, sentenció.

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