El esposo de la ministra Irene Vélez consigue un contrato público de 129 millones de pesos

La ministra de Minas y Energía asegura que no tiene relación con las actividades de su marido y que no existe un conflicto de interés

Sjoerd Van Grootheest e Irene Vélez.CORTESÍA/EL PAÍS

La ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, ha vuelto a quedar en el centro de la atención mediática. Su esposo, el antropólogo Sjoerd van Grootheest, se quedó en junio con un contrato de 129 millones de pesos (unos 31.000 dólares) para liderar un proyecto de comunicación sobre sustitución de cultivos ilícitos, según reveló el lunes en Twitter el abogado Daniel Briceño. Tras la polémica, la ministra ha asegurado que “no hay ninguna irregularidad, ...

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La ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, ha vuelto a quedar en el centro de la atención mediática. Su esposo, el antropólogo Sjoerd van Grootheest, se quedó en junio con un contrato de 129 millones de pesos (unos 31.000 dólares) para liderar un proyecto de comunicación sobre sustitución de cultivos ilícitos, según reveló el lunes en Twitter el abogado Daniel Briceño. Tras la polémica, la ministra ha asegurado que “no hay ninguna irregularidad, ilegalidad o conflicto de interés”.

“Las actividades que ejerce mi esposo no son nuevas, las ejecuta desde hace años y su trabajo es reconocido. No hay ninguna relación entre sus actividades y mis funciones. Como cualquier familia en Colombia, trabajamos por la sostenibilidad de nuestros hijos y los gastos del hogar”, ha defendido la funcionaria.

La polémica, sin embargo, no se limitó al contrato en sí mismo. La ministra había asegurado que no tenía pareja en su última declaración de bienes, rentas y registro de conflictos de interés, días antes de la contratación de su todavía esposo Van Grootheest. “Hubo un error de digitación durante la última actualización [de la declaración] y ya fue corregido”, explicó la funcionaria.

El contrato de 129 millones de pesos es con el Fondo Colombia en Paz, una entidad que surgió de los acuerdos de paz de 2016 y que está adscrita al Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (DAPRE). Contempla el pago mensual de 10.730.861 pesos (alrededor de 2.600 dólares) durante un año y fue aprobado el pasado 6 de junio. La contratación no es ilegal, pese a que genera dudas sobre si el nombramiento fue meritocrático o si influyó en algo el alto cargo de la ministra.

Van Grootheest es un antrópologo neerlandés formado en la Universidad de Amsterdam (Países Bajos) y la Universidad de KwaZulu-Natal (Sudáfrica), de acuerdo con su LinkedIn. Tiene una productora audiovisual en Cali y hace años que realiza documentales sobre el conflicto armado en Colombia, algunos de ellos junto a su esposa. Asimismo, es profesor de la Universidad Autónoma de Occidente.

Algunos políticos han salido a cuestionar a la ministra. “En 11 meses de improvisación estas actuaciones de nepotismo se vuelven recurrentes en eso que llamaron el ‘cambio”, comentó en Twitter la senadora María Fernanda Cabal, del uribista Centro Democrático. Por su parte, el partido opositor Cambio Radical señaló que el desempleo no parece afectar a las “altas esferas”. Asimismo, los reproches también llegaron desde aliados del Gobierno. La representante Katherine Miranda, de Alianza Verde, criticó el “nepotismo” de la contratación. “El cambio que se prometió era para acabar estas viejas y malas prácticas. Ministra, esto está mal, muy mal”, dijo.

Vélez es una de las ministras más cuestionadas del Gobierno de Gustavo Petro. El año pasado, generó preocupación en el sector petrolero cuando afirmó que Colombia no firmaría más acuerdos de exploración y explotación de hidrocarburos. Eran frecuentes los desacuerdos con el entonces ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, que la desmintió públicamente en varias ocasiones. Después, en enero, se enfrentó con la entonces viceministra de Energía, Belizza Ruíz. Su subalterna salió a polemizar en los medios de comunicación respecto a supuestos errores metodológicos en un informe sobre la autosuficiencia de gas hasta 2037. “Nunca nadie me dijo que estaba en desacuerdo [con el informe]”, se defendió la ministra.

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