La tensión aprieta el corazón de la izquierda petrista, que busca recuperar el poder en Bogotá

La coalición por la que fue elegido el presidente tiene la posibilidad de retomar la joya de la corona en las elecciones de octubre, pero sus miembros están divididos sobre la estrategia electoral

El exsenador de Colombia Gustavo Bolívar y los concejales de Bogotá, Carlos Carrillo y Heidy Sánchez.SenadoGovCo / ConcejoDeBogota / Heidy_up (Twitter)

Trabajar unidos o separados. Ese suele ser el dilema para los múltiples partidos de izquierda en Colombia que pasaron décadas divididos, por diversos motivos, pero que el año pasado lograron unirse liderados por la enorme popularidad de Gustavo Petro. Se unieron bajo la sombrilla de la coalición política llamada Pacto Histórico, y en una lista cerrada al Senado con el sello del petrismo se ganaron la bancada más grande del Legislativo. En las elecciones locales de octubre ...

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Trabajar unidos o separados. Ese suele ser el dilema para los múltiples partidos de izquierda en Colombia que pasaron décadas divididos, por diversos motivos, pero que el año pasado lograron unirse liderados por la enorme popularidad de Gustavo Petro. Se unieron bajo la sombrilla de la coalición política llamada Pacto Histórico, y en una lista cerrada al Senado con el sello del petrismo se ganaron la bancada más grande del Legislativo. En las elecciones locales de octubre tienen la posibilidad de recuperar la Alcaldía de Bogotá, donde el petrismo es fuerte y donde los partidos del Pacto Histórico tuvieron el poder entre 2004 y 2015. Pero tienen un problema: el escenario cambió, la popularidad del presidente está en picada y su imagen desfavorable no jalará electores tan fácilmente. La izquierda empieza a sentir la misma tensión del pasado ante las elecciones locales. ¿Les va mejor presentando candidatos unidos? ¿O separados?

El fin de semana se conoció que los dos partidos más grandes del Pacto Histórico, la petrista Colombia Humana y el tradicional Polo Democrático, decidieron que la lista para escoger a los candidatos al Concejo de Bogotá se elegiría por una consulta electoral a principios de junio, para dar a los votantes la posibilidad de manifestar cuáles son sus candidatos favoritos para octubre. A los partidos más pequeños, o menos poderosos en la capital, la noticia no les cayó nada bien. Crisis en la coalición de izquierda, anunciaron.

“Lamentamos que se haya impuesto por parte de algunos sectores de la Colombia Humana y el Polo Democrático la opción de separarse de una opción unitaria”, dice un comunicado firmado por 11 pequeños partidos, entre los que están la Unión Patriótica (UP), Comunes, el Partido Comunista, el Partido del Trabajo, o el Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS). “El mecanismo de consulta adoptado por dos integrantes de la coalición no es el más democrático”, añaden en este mensaje, titulado El Camino de la victoria del Pacto es la unidad. Algunas congresistas reconocidas esos partidos, como Aida Avella, de la UP, o María José Pizarro, del MAIS, compartieron el mensaje de alarma en sus redes sociales. “Es equivocado dividir el Pacto Histórico en Bogotá”, dijo Avella.

En ingeniería electoral, la tensión entre los dos bandos es entendible. Los partidos con menos peso electoral se verían más beneficiados con una lista cerrada que se organice internamente en la coalición. Esto porque podrían tener candidatos en los primeros puestos de la lista, y aumentar las probabilidades de ganar una curul si lo que debe jalar a los votantes es el sello del Pacto Histórico y no las trayectorias individuales de los candidatos.

“Desde el año pasado hemos sido partidarios de las listas cerradas”, dice a EL PAÍS Heidy Sánchez, concejal de Bogotá por la Unión Patriótica, y precandidata a la Alcaldía. “Aunque definir el orden de la lista cerrada sea muy difícil, porque los que quedan después del puesto 20 o 25 no le meten esfuerzo a la campaña, con la lista cerrada se garantiza la paridad de género en la bancada que quede (porque la lista tendría que ser cremallera: una mujer, un hombre)”, explica Sánchez. “Hacer una consulta nos parte en dos y hace más difícil todo: para el elector, porque tiene que escoger entre muchos tarjetones y muchos números; para los partidos, porque siempre es más fácil la logística con los testigos electorales si vamos unidos”, añade.

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Pero a los partidos con candidatos más visibles y más trayectoria electoral en Bogotá, el Polo Democrático o la Colombia Humana, les conviene lo contrario: sus candidatos pueden jalar más votos para la consulta electoral y garantizarse los primeros puestos en la lista para las elecciones de octubre. Pero además, en particular el Polo, prefieren que la lista de octubre sea abierta y no cerrada. Es decir, a diferencia de lo que pasó en las legislativas del año pasado, donde los votantes señalaban solo el logo del movimiento político de Petro, en la lista abierta los votantes escogerán al individuo que prefieran de esa lista.

“Debemos ser honestos: la lista cerrada no nos favorece cuando la popularidad de Petro está abajo”, dice el concejal Carlos Carrillo, del Polo Democrático y también es precandidato a la Alcaldía. Defiende la consulta electoral y la lista abierta, en parte porque teme que políticos tradicionales aprovechen el mecanismo más cerrado para incluir en la lista a sus familiares o amigos sin trayectoria política en la capital. Pero también porque considera que la lista cerrada no es la estrategia electoral correcta cuando la popularidad del presidente va bajando. ”El año pasado tanto Petro como Francia Márquez arrastraron votos a las legislativas, hubo una gran estrategia para eso, pero esa estrategia no obligatoriamente se replica en las elecciones locales por la popularidad y porque además son más los ediles quienes arrastran votos para los concejales”, añade Carrillo.

Esa opción, que ganó el fin de semana, perdió dos días después. La izquierda no está segura sobre qué hacer. Después del llamado a no dividirse, el comité político nacional del Pacto Histórico convocó a una reunión urgente este martes. “Punto uno: cómo superar la crisis y restablecer la unidad del Pacto”, dice un comunicado interno sobre el encuentro. La reunión fue a puerta cerrada, pero las conclusiones fueron tres. “Se retiran las consultas”, fue la primera. “Sacaremos un comunicado público con mensaje de unidad”, fue la segunda. “Se creará una comisión, con un integrante por partido, para elaborar una propuesta al 23 de mayo, para definir la propuesta de lista al Concejo de Bogotá”, fue la tercera. No dice nada sobre si la lista, que será decidida internamente, será abierta como quisiera el Polo, o cerrada como quisieran los más pequeños.

Esta tensión por cómo decidir el orden de la lista al Concejo es un abrebocas a otra mayor: cómo definir el candidato a la Alcaldía de Bogotá. De acuerdo con las últimas encuestas, ninguno de los posibles candidatos del Pacto Histórico a la Alcaldía jalona aún a los miles de votantes de izquierda en la capital. Carrillo ha apoyado una consulta entre los precandidatos como él y Heidy Sánchez, para decidir a quién apoya todo el Pacto Histórico. Eso, imaginando que el Pacto logre irse unido.

Pero aún no es del todo claro si Gustavo Bolívar, el popular guionista de telenovelas que fue senador del Pacto Histórico, se lanzará al ruedo, y todo indica que no estaría dispuesto a una consulta. “Otra opción es que escojamos por encuesta”, dice Sánchez. Si decidir cómo hacer la lista al Concejo ha sido tensionante para la izquierda, escoger el candidato a la Alcaldía lo será mucho más.

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