La OCDE avala las reformas laboral y pensional del Gobierno de Petro
A pesar de los modestos avances en materia de violencia contra líderes sindicales, representantes de diversos países reconocen desde París las políticas del Ejecutivo encaminadas a mejorar falencias del mercado laboral
Al margen del bombardeo de críticas desde varios frentes en el plano local, los proyectos para las reformas laboral y pensional del Gobierno de Gustavo Petro cuentan con el visto bueno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). “De manera general, la impresión que me dio su intervención”, aseguró el pasado viernes Ilze Zvidrina, la presidenta del comité de empleo, trabajo y asuntos sociales, cuya reunión se celeb...
Al margen del bombardeo de críticas desde varios frentes en el plano local, los proyectos para las reformas laboral y pensional del Gobierno de Gustavo Petro cuentan con el visto bueno de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). “De manera general, la impresión que me dio su intervención”, aseguró el pasado viernes Ilze Zvidrina, la presidenta del comité de empleo, trabajo y asuntos sociales, cuya reunión se celebró en París, “es que sus avances son un motivo para alegrarnos, pero estos esfuerzos deben seguir”.
Las declaraciones de la funcionaria letona aludían a la presentación del secretario general del Ministerio de Trabajo de Colombia, Guillermo Rojas, donde resumió los puntos más importantes y el espíritu tras los proyectos de reformas laboral y pensional que se hallan a la espera de ser votados en el Congreso. Se trata de dos borradores muy resistidos desde amplios sectores políticos y económicos por tratarse, para muchos, de timonazos abruptos en un país gobernado por primera vez en su historia reciente por un presidente de izquierdas y que alcanzó el poder sin antes militar en ninguno de los dos partidos tradicionales: el Liberal y el Conservador.
Por eso, durante su intervención, el embajador colombiano ante la OCDE, el economista y filósofo Luis Fernando Medina, subrayó que se trata del primer Gobierno “prosindicalista en la historia” del país. Una postura secundada por Molly McCoy, subsecretaria del Departamento del Trabajo de Estados Unidos. “Tuve el honor, gracias a mis colegas de la embajada en Bogotá, de examinar la traducción de la reforma laboral propuesta, y fue un gusto. Nos alientan estos planes ambiciosos de reforma laboral en Colombia. Pensamos que los trabajadores deben tener voz y poder colectivo para influir en sus lugares de trabajo, sus comunidades y la nación”, señaló la funcionaria estadounidense.
Y prosiguió: “Por eso me dio gusto escucharle describir a su Gobierno como el más pro sindicatos y pro trabajadores de la historia reciente porque es algo que nos gusta decir de nosotros en el Gobierno Biden, al igual que ustedes”. Los representantes de otros países, como Francia, México, España o Canadá, también manifestaron su apoyo a una serie de medidas que tienen como objetivo ampliar los derechos laborales, robustecer la cobertura de seguridad social o mitigar los índices abrumadores de informalidad laboral. A pesar de que no todos los observadores y analistas están convencidos de que se esté atacando los problemas con las herramientas adecuadas, se ha hecho énfasis sobre la ausencia de profundización en áreas como las nuevas tecnologías, el espaldarazo de la OCDE llega en un buen momento: la antesala al pulso legislativo. “Las reformas tienen un componente de solidaridad y equidad con 2 millones de adultos mayores que están en la pobreza absoluta y no cuentan con posibilidades de obtener una pensión”, afirmó en París, durante el comité de la agencia multilateral, la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez.
Fuentes gubernamentales explicaron a este diario que la OCDE, que agrupa a 38 economías de países desarrollados y a la que Colombia sin serlo accedió en 2020, tiene una visión favorable de la implementación de sistemas de protección social amplios. El proyecto del Gobierno, de hecho, se ha apoyado en algunas recomendaciones del comité en cuatro áreas: informalidad y subcontratación; aplicación de la legislación laboral; negociación colectiva; y violencia contra sindicalistas. Un punto en el que Colombia aún tiene mucho trabajo por hacer. El país ha estado inmerso en una ola de violencia contra sindicalistas y líderes sociales que lo sitúa en el quinto lugar en el escalafón de los peores países para los trabajadores, según el Índice Global de Derechos de 2022.
Lo cierto es que la experiencia contrastada con otros países, añaden desde el oficialismo, le ha servido al país para establecer un diálogo técnico “muy fluido” y poner en perspectiva la efectividad de las políticas públicas colombianas. “Para nosotros es satisfactorio que la OCDE respalde y apoye estas reformas, teniendo en cuenta que son proyectos construidos a partir de las normas internacionales del trabajo y en cumplimiento a mandatos constitucionales para la protección de nuestros trabajadores y trabajadoras”, agregó la ministra Ramírez, militante del partido Comunista.
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