El evangelio según Petro
Aunque insista en afirmarlo, el presidente nunca hizo parte de la Constituyente de 1991, ni puso ideas, ni concepto alguno en la Carta Magna y hoja de ruta para los colombianos
1: 1. Gustavo Petro nació en Ciénaga de Oro, o en Zipaquirá, o en donde él quiera, según la necesidad que su gobierno tenga. 2. Sus padres, sus hijos y su familia, por gracia divina, no tendrán que atender a los llamados de la Justicia pues ellos, iluminados por un Dios omnipotente, estarán cubiertos por el manto de la pureza, así comercien con cargos, puestos o decisiones judiciales de cualquier tipo. 3. Su magia y su excelsa forma de gobernar no tendrán parangón, sólo, y tal vez con dificultad, el Rey David podría asemejarse a sus logros únicos para un pueblo necesitado de esperanza e...
1: 1. Gustavo Petro nació en Ciénaga de Oro, o en Zipaquirá, o en donde él quiera, según la necesidad que su gobierno tenga. 2. Sus padres, sus hijos y su familia, por gracia divina, no tendrán que atender a los llamados de la Justicia pues ellos, iluminados por un Dios omnipotente, estarán cubiertos por el manto de la pureza, así comercien con cargos, puestos o decisiones judiciales de cualquier tipo. 3. Su magia y su excelsa forma de gobernar no tendrán parangón, sólo, y tal vez con dificultad, el Rey David podría asemejarse a sus logros únicos para un pueblo necesitado de esperanza e ilusión.
2: 1. Aunque él insista en afirmarlo, nunca hizo parte de la Constituyente de 1991, ni puso ideas, ni concepto alguno en la Carta Magna y hoja de ruta para los colombianos. 2. Su insistencia en decir que hizo parte de la Constituyente es una gran falacia, aunque compañeros suyos de combate en la guerrilla del M-19 sí estuvieron en ese momento único de la historia nacional. 3. Los camaradas del EME no quisieron convertir a Colombia en un país comunista porque sabían que ese sistema político y económico estaba caduco y que la vía de Marx, Engels, Lenin y Stalin resultaba suicida. 4. Los verdaderos combatientes del M-19 aceptaron que el libre mercado era el camino de la prosperidad, porque Cuba y la URSS habían demostrado ser meras dictaduras que nunca garantizaron progreso y bienestar para sus compatriotas.
3: 1. Jesús, perdón, Petro vio que sus seguidores no cuestionaban ni contrastaban sus propuestas, por eso, en un acto inverosímil, dijo que iba a multiplicar los puestos de trabajo, iba a incrementar los salarios e iba a lograr que los empleadores crearan más y más puestos de trabajo. 2. Pero los empresarios, por costos, no hicieron caso a Petro. No crearon nuevos cargos. No crearon más trabajo. Bajo las condiciones laborales existentes los esperanzados en las ‘promesas de Petro’ esperaron y esperaron, pero nunca se generó una nueva vacante laboral. Las condiciones para contratar cada vez eran más complejas y costosas. 3. No hubo nuevos trabajos, sin embargo, la esperanza creció y creció. Petro se mostró como el innovador del mundo productivo y por eso mucho empezaron a seguirle en sus sermones.
4: 1. La multitud crecía y crecía y crecía, pero Petro no lograba consolidar su mayor promesa: trabajo para todos. 2. Entonces en un acto sublime y costoso dijo: “háganse los trabajos en el Estado” y así, en un plis plas, hubo una ocupación remunerada para todos en el Petro-reino. Sin importar de donde venía el dinero. 3. Todos eran felices. Petro había cumplido su promesa de dar a todos un poco de lo mucho que ofrecía el país.
5: 1. Pero ningún camino es jardín de rosas. Pronto Petro descubrió las bandas criminales del narcotráfico y la corrupción, junto a la necesidad de conseguir en el Congreso el apoyo de los políticos, que otrora cuestionaba, y que ahora exigía más y más cariño. De ahí concluyó que solo había dos caminos: 2. ¿Cerrar el Congreso? ¿Dictadura? ¿Acabar con la democracia? 3. Petro se preguntó cuál debía ser la ruta a seguir y la solución lo llenó de desesperanza: esperar lo que decidan los congresistas. 3. Una tristeza mayor le inundó: la carencia de futuro es clara.
6: 1. Los políticos ganaron. Petro cedió a sus urgencias. ¿Cambios? Sí, pero pagando a los corruptos de siempre: liberales, conservadores y la U. El presidente aceptó pagarles. Por eso el cambio no fue cambio. Y los de siempre reinaron. Como siempre.
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