Sandra Urrutia, ministra TIC: “La brecha de conectividad en Colombia es tan profunda que el 40% de la población no tiene acceso a internet”
La abogada boyacense, hija de un cultivador de cebolla y una maestra de escuela, insiste en entrevista con EL PAÍS, en que democratizar la tecnología es la única forma de pasar de una economía extractiva, basada en el petróleo y el carbón, a una economía del conocimiento
La ministra de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia, Sandra Milena Urrutia, está tranquila pese al remezón político que en los últimos días ha sufrido el Gabinete de Gustavo Petro. Alejada de los micrófonos, Urrutia ha dedicado sus seis meses en el cargo a hacer un diagnóstico del sector y a trazar una hoja de ruta para tratar de resolver los problemas más graves. “La brecha de conectividad en Colombia es muy profunda. El 40% de la población no tiene acceso a internet”, reconoce en entrevista con EL PAÍS. Y añade: “En las zonas rurales y periféricas la situación e...
La ministra de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia, Sandra Milena Urrutia, está tranquila pese al remezón político que en los últimos días ha sufrido el Gabinete de Gustavo Petro. Alejada de los micrófonos, Urrutia ha dedicado sus seis meses en el cargo a hacer un diagnóstico del sector y a trazar una hoja de ruta para tratar de resolver los problemas más graves. “La brecha de conectividad en Colombia es muy profunda. El 40% de la población no tiene acceso a internet”, reconoce en entrevista con EL PAÍS. Y añade: “En las zonas rurales y periféricas la situación es mucho peor, solo el 28% de los habitantes tiene conexión”. Por eso, insiste, su principal meta en los próximos cuatro años es conectar al 85% del país, con énfasis en los lugares más apartados a los que nunca ha llegado la señal de los grandes operadores móviles.
¿Es posible?, ¿cómo lo hará?, ¿con qué presupuesto? Desde su despacho en el último piso de un antiguo edificio del centro de Bogotá, con vista panorámica a los cerros orientales, Urrutia (Aquitania, Boyacá, 44 años) explica con orgullo que en el Plan Nacional de Desarrollo quedó incluido un artículo que resume bien sus deseos y que se ha convertido en una bandera del Gobierno: “El acceso a la tecnología no es un privilegio, sino un derecho”. Para ella y para el presidente la conectividad es el único camino posible para cambiar la economía extractiva, basada en el petróleo y el carbón, por las economías de la producción, los saberes y el conocimiento. “Por eso hablamos de democratizar las TICS. No es expropiarlas, es simplemente que los niños del pueblo donde yo nací tengan internet y un computador, igual que mis hijos en Bogotá”.
Pregunta. Muchas personas en Colombia no la conocen, ¿Quién es Sandra Urrutia?
Respuesta. Soy una mujer boyacense, de un pequeño municipio ribereño del lago de Tota llamado Aquitania, famoso por sus cultivos de cebolla. Mi papá era agricultor y mi mamá profesora de una escuela rural de primaria. Cuando me gradué de derecho en la Universidad de Boyacá entré a trabajar a la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, en el cargo más básico. Estuve allí durante 8 años, justo durante el Gobierno Uribe, escalando posiciones. Hice carrera en el sector: trabajé en la Comisión de Regulación de las Comunicaciones, en la naciente Autoridad Nacional de Televisión y en la Superintendencia de Servicios Públicos. Después llegué a este Ministerio como asesora jurídica del viceministerio de conectividad, que era Juan Sebastián Rozo. De ahí pasé a la Superintendencia de Industria y Comercio como directora de protección a usuarios de telecomunicaciones y finalmente a la Contraloría General de la República, como director de vigilancia fiscal para las TIC. Ahí estuve el último año antes de ser ministra.
P. El presidente se demoró casi un mes en nombrar ministra, ¿cómo fue el proceso?
R. Estaban buscando a una ministra mujer, por el gabinete paritario. Yo empecé a sonar por mi experiencia técnica y poco a poco se fueron descartando muchas mujeres valiosas. Quedamos dos candidatas, María Carolina Durán y yo. Entonces le presenté mi hoja de vida a Dilian Francisca Toro, directora del partido de la U y a quien no conocía. Después de la reunión con ella, el presidente me entrevistó. Me dijo: “Sandra, usted qué siente”, algo que jamás me habían preguntado en una entrevista de trabajo. Le dije que estaba muy honrada de que contemplaran mi hoja de vida y le conté mi historia. Me contestó que yo iba a ser la próxima ministra.
P. Usted es una mujer técnica, pero tiene un rol político, ¿cómo ha vivido eso?
R. Vamos aprendiendo, me ha ido bien. Entiendo las dinámicas políticas, entiendo que los políticos tiene un compromiso con sus regiones y hemos aprovechado eso. Si voy a un departamento llamo a todos los políticos de allá, ellos me han ayudado a convocar mucha gente. Ha sido un relacionamiento sano. Nosotros como Estado tenemos una oferta institucional que tiene que llegar a los territorios y ellos están allá. Este ministerio es del partido de la U, todo el mundo lo sabe, es algo transparente. Sin embargo, siempre ha primado el perfil técnico y académico a la hora de elegir a las personas.
P. ¿Ese criterio incluye a José Nicolás Barrios, subdirector de capacidades digitales del Ministerio, primo del parapolítico Musa Besaile y de quien hay denuncias que fue director del Sena en Córdoba por intervención de Nicolás Petro?
R. Sí, así es. Él llegó por sus capacidades académicas y su trayectoria profesional.
P. ¿Habla más con Dilian Francisca Toro o con el presidente Petro?
R. Con el presidente. Tenemos consejo de ministros todos los lunes y además los dos hablamos permanentemente por chat. Con Dilian es un relacionamiento respetuoso. Me he ganado un posicionamiento con los resultados.
P. ¿Cuáles?
R. En seis meses tenemos una estrategia para conectar al país. Logramos avances importantes en el Plan Nacional de Desarrollo: la tecnología ya no será un privilegio, sino un derecho. Sabemos que la tecnología puede cambiar vidas y es clave en la transición de las economías extractivas, de petróleo y carbón, a las economías de la producción, los saberes y el conocimiento. Por eso hemos hablado de democratizar las TICS. Eso no significa expropiarlas, es simplemente que los niños del pueblo donde yo nací tengan internet y un computador, igual que mis hijos en Bogotá.
P. ¿Cuál es esa estrategia?
R. Se llama Conecta TIC 360. En Colombia, las brechas de conectividad son muy profundas: el 40% de la población no tiene acceso a internet. Sin embargo, la situación en los territorios más apartados, es peor. Solo el 28% de la gente en departamentos como la Guajira, el Chocó, Nariño, Putumayo, Amazonas, Guainía, Guaviare o Vichada tiene buena señal de internet. El reto es conectar el 85% del país.
P. ¿Cómo va a lograrlo en tan poco tiempo?
R. Dos formas: en las zonas donde ya hay buena cobertura, como en el centro y el norte de Colombia, vamos a trabajar con los operadores móviles para garantizar la mejor calidad y velocidad con la renovación de la subasta del espectro, incluida la de 5G que se hará en el tercer trimestre de este año. En las zonas donde la brecha digital es más grave, donde estamos desconectados, vamos a trabajar en una oferta regional focalizada. La idea es llevar el internet a través de diferentes tecnologías: fibra óptica, satélite, irradiado, en láser. Las que se adapten al lugar específico. Para eso vamos a trabajar con los pequeños operadores de internet, con las juntas comunitarias de las que ha hablado el presidente Petro.
P. ¿Cuáles son esos pequeños operadores de internet?, ¿cómo funcionan?
R. Hace una semana fuimos con el presidente a conocer una experiencia de un resguardo indígena del pueblo Nasa en Caldono, Cauca. Ellos pusieron un nodo de internet en las montañas, con un cable de más de 15 kilómetros que lo conecta a otro cable más grande. Es una conexión sencilla, con computador en un salón y unos con cables pegados a la pared, pero le da señal a la comunidad. Lo hicieron porque los jóvenes ya no estaban hablando su lengua nativa, y usan la tecnología para enseñárselas de nuevo. Tienen, además, redes de comercio justo virtuales y medios de comunicación propios gracias a ese nodo. En redes sociales nos critican porque dicen que vamos a regresar al pasado con estos pequeños prestadores de internet. Es falso. Ellos van a ser nuestros aliados para llegar a las zonas más lejanas, los vamos a apoyar con recursos y capacitación, serán un complemento para los sitios donde no llega el mercado.
P. ¿Cuántos pequeños prestadores de internet hay en el país?
R. Tenemos registrados 3.400 nodos con menos de 30.000 usuarios cada uno, y 400 redes comunitarias como esta de Caldono.
P. ¿La industria ha recibido bien la inclusión de estos pequeños prestadores?
R. Sí, desde el primer día lo estamos hablando. Colombia es de los últimos países de América Latina en conectividad y en transformación digital y los operadores lo saben, conocen las brechas. Ellos van a trabajar en las zonas donde tenemos con conectividad media y alta, ahí tienen suficiente trabajo y suficiente mercado. Nosotros vamos a generar mercados regionales y vamos a crear una gran red neutra del Estado, que no sea propiedad de nadie, y nos permita ayudar a conectar a todos los que están en la periferia.
P. ¿Cómo se va a financiar?
R. Tenemos recursos. En este Gobierno nos corresponde renovar el 66% del espectro móvil, de la banda de 1900 MHz. Esto pasa cada 20 años y deja recursos, porque el espectro se concesiona vía subastas. El 2 de febrero se hizo una primera subasta, y ahora vienen los espectros remanentes de otras bandas. En el tercer trimestre, vamos a abrir la subasta de la banda de 3.500 MHz, que es la 5G. Ya sacamos una resolución iniciando el proceso y tenemos 9 manifestaciones de interés.
P. ¿Cómo ve al Gobierno en estas semanas de remezón de Gabinete, escándalo de Nicolás Petro, caída en las encuestas?
R. Creo que la gente nos tienen que rodear. Somos el Gobierno del cambio y de la esperanza. Vinimos a saldar deudas históricas, pero nos posesionamos hace apenas siete meses. Para mí es muy inspirador ver al Gabinete, trabajamos en equipo. Creo que la sociedad debe darnos la oportunidad de mostrar resultados, pero necesitamos tiempo.
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