Gustavo Petro y Álvaro Uribe se reúnen por tercera vez y evitan la confrontación

El presidente y expresidente, que por años fueron enemigos declarados, se encontraron para discutir las reformas del país que Petro ha prometido este año

El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, y el presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, durante una reunión en Bogotá, Colombia en 2022.GUSTAVO PETRO PRESS TEAM (Reuters)

Aunque el presidente Gustavo Petro derrotó con facilidad al uribismo en las elecciones del año pasado, Álvaro Uribe sigue siendo el interlocutor de la oposición que más respeta. El viernes pasado el presidente y líder de la izquierda volvió a reunirse con el expresidente y líder de la derecha. Fue el tercer encuentro después de que Petro ganara las elecciones, tras décadas de ser enemigos políticos. Uribe no logró que sus candidatos ganaran en las elecciones del 2022, sigue investigado por la Fiscalía, y su partido quedó debilitado después del gobierno impopular del expresidente Iván Duque. Al...

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Aunque el presidente Gustavo Petro derrotó con facilidad al uribismo en las elecciones del año pasado, Álvaro Uribe sigue siendo el interlocutor de la oposición que más respeta. El viernes pasado el presidente y líder de la izquierda volvió a reunirse con el expresidente y líder de la derecha. Fue el tercer encuentro después de que Petro ganara las elecciones, tras décadas de ser enemigos políticos. Uribe no logró que sus candidatos ganaran en las elecciones del 2022, sigue investigado por la Fiscalía, y su partido quedó debilitado después del gobierno impopular del expresidente Iván Duque. Al reunirse con él, Petro refuerza a Uribe como figura importante de la oposición, y puede reducir el impacto de sus críticas en medio de los duros debates sobre las reformas sociales que vienen este semestre.

La primera reunión entre los dos líderes fue en junio del 2022, pocos días después de que Petro ganara las elecciones, y después de esta el expresidente dijo que su partido haría una “oposición razonable” al nuevo Gobierno. Fue una reunión que convocó Petro para demostrar que él podría gobernar para todos, incluidos sus enemigos. La segunda reunión fue en septiembre, cuando Petro ya era presidente, ya había presentado su ambiciosa reforma tributaria y avanzaba en el debate para una reforma agraria. Después de ese encuentro, Uribe reiteró que quería hacer una “oposición constructiva”. El resultado es que Uribe, en seis meses de Gobierno, no ha sido una pierda en el zapato para Petro.

La última reunión fue el pasado viernes en la noche y, de acuerdo a la versión pública, hablaron de las reformas sociales que el Gobierno presentará este semestre: la de la salud, la pensional y la laboral. “Se conversó sobre diferentes temas de la Patria”, escribió brevemente el expresidente Uribe en sus redes sociales.

En el encuentro estuvo también el líder ganadero José Félix Lafaurie, un antiguo precandidato presidencial uribista y contradictor de Petro que también bajó su tono como oposición después de que acordó con el presidente que el Gobierno le comprá tres millones de hectáreas a los ganaderos (ahora también es miembro negociador del gobierno en la mesa de diálogo con la guerrilla del ELN). Lafaurie publicó su versión sobre lo que ocurrió en la reunión.

“Se trata de un presidente respetuoso de la oposición que quiere conocer la opinión de un exjefe de Estado, jefe de la oposición, sobre temas que son críticos en materia de las reformas en curso, especialmente salud, y otra serie de temas que se abordaron con mucho respeto, con mucha cordialidad”, dice en un video que compartió en redes sociales.

La reunión ocurrió pocos días antes de que Petro presente los proyectos de ley para esas reformas, y cuando ya ha habido pronunciamientos en contra de algunas de estas. Especialmente frente a la reforma del sistema de salud que podría acabar con las Empresas Prestadoras de Salud (EPS) y darle un revolcón a un servicio fundamental para los colombianos.

Miembros del gabinete ya se han pronunciado en contra, como el exministro de salud Alejandro Gaviria, encargado de la cartera de Educación. Unos pequeños sectores de oposición planean una marcha contra las reformas para el 15 de febrero, pero que aún no tiene el apoyo del expresidente Uribe.

El expresidente sí ha manifestado en sus redes y en algunos eventos regionales que el sector de la salud necesita “ajustes para mejorar la medicina preventiva”, pero pide “ajustes sin desbarajuste”. Lo ha hecho de forma discreta, sin intentar una fuerte confrontación con el presidente. Ya sea por lo golpeada que está su imagen por la investigación que tiene en la Fiscalía, o por estas tres reuniones estratégicas con Petro, Uribe sigue haciendo una oposición bastante discreta.

Hay una versión extraoficial de qué estaba implícito debajo de la mesa en esa tercera reunión. En ella estaba presente también el abogado Héctor Carvajal, quien en décadas pasadas ha sido abogado tanto de Gustavo Petro (cuando este fue destituido como alcalde de Bogotá) como de los dos hijos de Álvaro Uribe (en una pelea administrativa por un millonario negocio comercial). Es un hombre que se ha ganado la confianza de los dos políticos más influyentes de Colombia en las últimas dos décadas.

Carvajal ya había estado en la primera reunión, y de acuerdo a la revista Cambio, es uno de los más interesados y opcionados para ser el próximo fiscal general cuando el actual deje el cargo. Para eso necesita el beneplácito del presidente, que debe ternarlo, y conseguir votos entre los magistrados de la Corte Suprema. El expresidente Uribe, investigado por la Fiscalía, no quiere evidentemente uno de sus enemigos en ese cargo y Carvajal no está en ese grupo. El presidente Petro, que también confía en Carvajal, le estaría haciendo un gran favor a Uribe ternando una cara amigable. Falta un año, y muchas reuniones más, para saber si un acuerdo parecido se concreta.

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