Luis Gilberto Murillo, nuevo embajador de Colombia en Estados Unidos

El exministro de Medio Ambiente en el Gobierno de Juan Manuel Santos será la representación del país en Washington

El exministro de Ambiente Luis Gilberto Murillo (centro), junto al candidato Gustavo Petro y su fórmula vicepresidencial, Francia Márquez, en el Congreso de la República, en Bogotá, el 31 de mayo de 2022.PRENSA PETRO

Como se especulaba hace unas semanas, el presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, ha anunciado a Luis Gilberto Murillo como su nuevo embajador en Estados Unidos. Murillo es un político afrocolombiano con una carrera admirada por sus pares por su pasado como exministro de Medio Ambiente, y también por su trabajo fortaleciendo las relaciones bilaterales entre Colombia y Estados Unidos. Por sus años viviendo en EE UU, Murillo tiene cercanía al partido demócrata de Joe Biden, particularmente a la bancada...

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Como se especulaba hace unas semanas, el presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, ha anunciado a Luis Gilberto Murillo como su nuevo embajador en Estados Unidos. Murillo es un político afrocolombiano con una carrera admirada por sus pares por su pasado como exministro de Medio Ambiente, y también por su trabajo fortaleciendo las relaciones bilaterales entre Colombia y Estados Unidos. Por sus años viviendo en EE UU, Murillo tiene cercanía al partido demócrata de Joe Biden, particularmente a la bancada afroamericana, lo que le da ya una buena puerta de entrada para su nuevo rol. Sin embargo, Murillo se ve obligado a hacer un gran sacrificio al aceptar este cargo: hace unas semanas Petro explicó que, por conflictos jurídicos y políticos, Murillo se vería obligado a renunciar a su ciudadanía estadounidense para ser embajador de Colombia. Al aceptar el cargo, el exministro de ambiente demostraría su compromiso con el proyecto del Pacto Histórico de Petro.

Murillo fue uno de los líderes del centro político que, para la segunda vuelta presidencial, no dudó en aliarse con Petro y su vicepresidenta Francia Márquez con el mensaje de llevar al Pacto Histórico “una perspectiva ideológica del centro”. Había sido fórmula vicepresidencial del candidato Sergio Fajardo, que a diferencia de Murillo, decidió acercarse al candidato a la derecha, Rodolfo Hernández, pero finalmente se decidió por votar en blanco. Murillo, en cambio, explicó que apoyaba al Pacto Histórico porque veía en ese proyecto la posibilidad de implementar los acuerdos de paz del 2016 y gobernar teniendo en cuenta las zonas más alejadas del país. También le motivó la candidatura de Márquez, ya que tener la primera vicepresidenta afrocolombiana tendría “un enorme significado histórico para las mujeres, para las comunidades de esa otra Colombia, incluidas las comunidades negras, afrodescendientes, raizales y palenqueras”.

Luis Gilberto Murillo tendrá el reto, como embajador en Estados Unidos, de mantener buenas relaciones diplomáticas pero también llevar algunos de los planteamientos del Petro a Washington. Como lo explicó recientemente el presidente electo a EL PAÍS, Petro quisiera que Estados Unidos apoye su reforma agraria ya que, si es exitosa, podría ser una mejor solución para reducir la producción de coca en el país que otras medidas del pasado. “Los Estados Unidos han concentrado su esfuerzo de una manera muy ineficaz en el glifosato y las extradiciones. El resultado ha sido un fracaso total”, dijo.

Luis Gilberto Murillo tiene un recorrido excepcional en la política colombiana. Nació en el pequeño pueblo de Andagoya, hace 55 años en el departamento del Chocó, uno de los más pobres del país y donde la gran mayoría de la población es afrocolombiana. “Fue un campamento minero, ahora es un pueblo como cualquier otro en el Chocó, en medio de la selva. Somos cultura del río, del agua”, contó Murillo a EL PAÍS. Cuando se graduó del colegio, Murillo logró el mejor puntaje en las pruebas estatales de su departamento y eso le permitió obtener una beca para estudiar ingeniería de minas en la antigua Unión Soviética— llegó allí en los años ochenta, cuando el bloque ya estaba en declive.

Murillo regresó en los años noventa a Colombia y empezó a vincularse a la política cuando se unió al movimiento estudiantil que llevó a la Constitución de 1991, y obtuvo algunos cargos en el Chocó y en Bogotá como director encargado del departamento del Medio Ambiente. Pero después de ser víctima de un secuestro en el 2000, se fue del país para encontrar refugio en Estados Unidos. Allí comenzó como bouncer de una discoteca pero luego hizo lobby con varios congresistas afroamericanos y se vinculó a organizaciones de derechos humanos. Al ser nuevo embajador en Washington, Murillo arranca con un acercamiento previo con el partido demócrata. También ha sido investigador en la American University de Washington, consultor de la organización de Naciones Unidas la Alimentación y la agricultura (FAO) de Naciones Unidas, y más recientemente fue asesor de una Iniciativa para soluciones ambientales en Massachusetts Institute of Technology (MIT).

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