Guélfand arrasa como Atila
El israelí crea una obra maestra sobre cómo aprovechar un centro fuerte, en colaboración con otro gran artista del tablero, el georgiano Baadur Jobava
Este vídeo es una fusión magistral de dos conceptos muy importantes en la estrategia del ajedrez: la enorme potencia de un centro muy fuerte y el valor relativo de las piezas, siempre conectado con la posición concreta. El nexo entre ambos es que cualquier sacrificio de material, incluso a medio plazo, puede ser rentable si se dan las condiciones oportunas.
Además, la idea de que hacen falta dos para crear una obra de arte en ajedrez queda muy patente en este caso. Muchos aficionados saben que Borís Guélfand (Minsk, 1968), israelí de origen ruso, lleva tres decenios en la élite. Y los más asiduos al seguimiento de los torneos también saben que el georgiano Baadur Jobava (Gali, 1983) es uno de los jugadores más creativos del mundo. Los talentos sumados de ambos producen esta joya.
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