El ajedrez gira hacia Asia

El talento abunda en India, China, Irán, Uzbekistán y Kazajistán; y Rusia pretende entrar en la Federación Asiática para eludir sanciones

Las selecciones indias que ganaron sendas medallas de bronce en las Olimpiada de Ajedrez 2022 absoluta y femenina en Chennai (India)Lennart Ootes

En India, no pocos matrimonios cambian de vida para potenciar el talento ajedrecístico de sus hijos. En China, Uzbekistán y Kazajistán es el Gobierno quien busca y cuida a los portentos. En Irán también, pero luego los maltrata por motivos políticos y religiosos. El dominio asiático parece inevitable, y más aún si Rusia logra cambiar de la Federación Europea a la Asiática para burlar parte de las sanciones por la agresión a Ucrania. En cierto modo es un regreso al origen, porque se cree que el ajedrez nació en la India hace más de 1.500 años.

Viswanathan Anand, quíntuple campeón del mun...

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En India, no pocos matrimonios cambian de vida para potenciar el talento ajedrecístico de sus hijos. En China, Uzbekistán y Kazajistán es el Gobierno quien busca y cuida a los portentos. En Irán también, pero luego los maltrata por motivos políticos y religiosos. El dominio asiático parece inevitable, y más aún si Rusia logra cambiar de la Federación Europea a la Asiática para burlar parte de las sanciones por la agresión a Ucrania. En cierto modo es un regreso al origen, porque se cree que el ajedrez nació en la India hace más de 1.500 años.

Viswanathan Anand, quíntuple campeón del mundo y asombrosamente longevo en sus éxitos (aún es el 9º del mundo, a los 53 años), es tan famoso en India como Rafa Nadal en España. Con la importante diferencia de que el ajedrez es el deporte menos costoso en infraestructura, y el único que se puede jugar por internet. El carisma de Anand fue la espoleta de una explosión de talento por todo el subcontinente (1.400 millones de habitantes, y subiendo). Abundan los relatos de madres y padres que han cambiado de ciudad, trabajo y forma de vida porque su hijo (en menor medida su hija) tiene potencial para ser el próximo Anand.

Aunque es frecuente que encuentren empresas patrocinadoras o alguna ayuda oficial, el riesgo no es pequeño porque la competencia es atroz y no hay dinero para todos. Los jóvenes portentos indios conocidos internacionalmente son ya tantos que se podría llenar un vuelo chárter para traerlos a los torneos abiertos internacionales de España, el país que más competiciones de ese tipo organiza cada año desde 1988. De los diez mejores sub 20 del mundo, cuatro son indios: Gukesh, Erigaisi, Praggnanandhaa y Nihal Sarin. Otro problema es que casi todos ellos dejan de ir muy pronto a la escuela, a pesar de que su gran ídolo, Anand, recomienda que no lo hagan porque deben recibir una educación integral.

En ajedrez, las mujeres pueden elegir si disputan torneos abiertos, con hombres, o solo femeninos. Esto tiene sentido porque entre los 300 mejores del mundo solo hay una mujer, debido principalmente a estereotipos educativos aún vigentes en muchos países: las muñecas son para las niñas, el juego de ajedrez para los niños. Pero no en China: de las siete mejores del mundo, cuatro son chinas, una india y dos rusas. Además, las chinas copan ahora mismo los cuatro puestos más significativos: la número uno (casi retirada) es Yifán Hou; la campeona, Wenjun Ju; y las finalistas del Torneo de Candidatas, Tingjie Lei y Zhongyi Tan.

La selección china que ganó el oro en el Mundial Femenino de Naciones de 2019 en Astaná (Kazajistán)David Llada

La gran paradoja es que el ajedrez fue prohibido en China durante la agonía del gran líder, Mao Zedong, durante la Revolución Cultural (1966-1976); todo lo que tuviera un sabor occidental fue proscrito, incluida la música de Beethoven. La policía multaba a los jugadores callejeros y registraba las casas en busca de libros técnicos para quemarlos en las plazas.

Pero, con el cambio de líder, el Gobierno de Deng Xiaoping dio un radical golpe de timón: el objetivo era traspasar todos los jugadores posibles del ajedrez chino (con un río transversal en el centro del tablero, entre otras diferencias) al internacional; y dando prioridad a las mujeres, porque -al haber muchas menos practicantes en el mundo- en ese ámbito el progreso de China sería más rápido. En efecto, Xie Jun fue la primera campeona del mundo china, en 1991. Los hombres empezaron a triunfar después, y ganaron el oro en la Olimpiada de Ajedrez de 2014 (Uzbekistán lo consiguió el pasado julio, con un equipo muy joven). Entre las sub 20, las que se perfilan como futuras amenazas para China son sobre todo kazajas e indias, además de las rusas.

El ajedrez también estuvo prohibido en Irán (años ochenta, y en Afganistán más tarde), por razones muy distintas, relacionadas con una interpretación radical del Corán. La situación hoy es tan llamativa como absurda: la Federación Iraní ha hecho un trabajo espléndido y gigantesco, que produce chicos y chicas de inmenso talento. Pero no pocos huyen, hartos o hartas de perder por incomparecencia ante israelíes o de tener que jugar con velo. El mejor de todos es Alireza Firouzja, nacionalizado francés, quien ahora encarna la gran esperanza occidental contra la amenaza asiática.

Rusia quiere ser Asia

L.G.

Ajedrez y Rusia son poco menos que sinónimos desde hace casi un siglo (1926) cuando el nuevo Gobierno soviético decidió fomentarlo masivamente por sus grandes cualidades educativas. Desintegrada la Unión Soviética, Rusia es el país más grande del mundo, con once husos horarios. De ellos, solo tres pertenecen a la Europa geográfica. Es lo que argumenta el millonario Andréi Filátov, próximo al presidente Putin, para solicitar que Rusia pase de la Federación Europea (ECU) a la Asiática (ACF), con el fin de burlar las sanciones internacionales.

    La Federación Internacional (FIDE) y la ECU permiten que los ajedrecistas rusos disputen torneos individuales con la bandera de la FIDE, pero las selecciones rusas están vetadas. Por razones no explicadas, la ACF se ha mostrado más laxa sobre ello hasta ahora, y el asunto está pendiente de la próxima reunión de su Asamblea General, a finales de febrero.

    El asunto es muy delicado, a juzgar por las declaraciones recabadas por EL PAÍS este miércoles. El presidente de la ECU, Zurab Azmaiparashvili, georgiano, atisba un conflicto: “Por canales extraoficiales sé que numerosos países asiáticos están a favor, a pesar de que saben que Rusia está sancionada en Europa y que quiere trasladarse solo para eludir sanciones”. Y añade: “Aparte de que desconozco la postura oficial de la FIDE, antes de entrar en un continente hay que salir del otro. Es difícil imaginar que Rusia pueda ser miembro de dos federaciones continentales a la vez”.

    El ruso Arkady Dvorkóvich admite que “la FIDE no decidirá hasta que lo haga Asia”. En principio, no ve obstáculos legales y cree que el Comité Olímpico Internacional tampoco. Pero advierte: “Las sanciones de la FIDE no dependen de lo que hagan los continentes”. Es decir, las selecciones rusas solo podrían aspirar a ser campeonas de Asia… si ganan a China, India, Uzbekistán, Kazajistán e Irán, entre otras.

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