Vida&Artes
La frase celebrada de la cantante francesa Mistinguette es que el dinero no da la felicidad pero aplaca los nervios. Para Rafael Sánchez Ferlosio, el dicho parece más oportuno en su reverso: el dinero sí da la felicidad, pero destroza los nervios.
La veinteañera Fahmida ha decidido vivir aislada de su familia. Cada día abandona por unas horas su refugio, un centro de ayuda a mujeres en Barcelona, para estudiar. Trata de llevar una vida normal. Y aunque la soledad le hiere, no quiere ver a sus padres desde que, el año pasado, quisieron obligarla a contraer matrimonio.
Un cómic repartido por la consejería de Interior catalana enseña a los jóvenes a luchar contra los enlaces obligados. El hermano de Malika, la niña novia, la anima a oponerse a los planes de sus padres. Sus compañeros de instituto también la apoyan.
JUAN G. BEDOYA | Madrid
El Papa asume que los escándalos de pederastia han sido "como el cráter de un volcán del que salió una nube de inmundicia que ensució a la Iglesia"