Corea del Norte desafía al mundo
El Gobierno chino descartó ayer la posibilidad de una intervención militar contra Corea del Norte, que según dijo es "inimaginable", pero admitió, en un giro de 180 grados en su política, la aplicación de sanciones por parte de la ONU. Por su parte, Estados Unidos y Japón quieren que el Consejo de Seguridad traduzca ahora sus preocupaciones por la supuesta prueba nuclear en acciones concretas, en forma de sanciones económicas y diplomáticas.
Estados Unidos trata de averiguar si es cierto que la explosión que hubo en la madrugada del lunes cerca de Gilju, en Corea del Norte, fue o no una prueba nuclear, pero la respuesta puede tardar un tiempo en despejarse. Hubo una explosión subterránea que quedó registrada en los sismógrafos, como ocurre cuando hay un terremoto, pero no hay por ahora nada que garantice que su origen fuera nuclear.
G. KESSLER / P. BAKER (TWP) | Washington
EE UU se encuentra en un punto crítico en Irak, Irán y Corea del Norte
FRANCESC RELEA | México
Cascada de protestas en México contra las medidas de EE UU para frenar la inmigración
YOLANDA MONGE | Washington
El Congreso de EE UU suaviza el proyecto a un mes de las elecciones legislativas
JORGE MARIRRODRIGA | Quito
El populista Rafael Correa, amigo de Hugo Chávez, favorito en las elecciones de Ecuador
A. REBOSSIO | Buenos Aires
El hijo del desaparecido testigo clave contra un comisario de la dictadura argentina esboza un retrato de su padre
El Gobierno de Romano Prodi nació hace sólo cuatro meses, pero ya empieza a renquear. El aumento de los impuestos, la falta de reformas visibles y el malestar general del país, heredado de anteriores Gobiernos, han provocado una fuerte caída en la popularidad de Prodi y de la coalición de centro-izquierda en el poder en Italia. Las disensiones internas tampoco ayudan.
Al grito de "¡asesino, asesino!" fue recibido ayer el presidente ruso, Vladímir Putin, en la ciudad alemana de Dresde, donde participó en el Diálogo de San Petersburgo, un foro de discusión germano-ruso que se celebra anualmente desde 2001. Los gritos procedían de un grupo de manifestantes que se encontraban entre las 2.000 personas que esperaban a Putin su llegada al Palacio de Dresde, donde visitó la llamada Bóveda Verde.