Promesas inseguras
La última manifestación de la delincuencia organizada en Madrid -el tiroteo entre malhechores colombianos, sospechosos de dar muerte a una persona, y agentes policiales, en el que resultaron...
La última manifestación de la delincuencia organizada en Madrid -el tiroteo entre malhechores colombianos, sospechosos de dar muerte a una persona, y agentes policiales, en el que resultaron...
La Administración de George W. Bush está llevando a límites surrealistas su hostilidad hacia la Corte Penal Internacional, primer foro permanente para enjuiciar a individuos acusados de genocidio...
El Barcelona se la juega nada más empezar la temporada, un síntoma inequívoco de lo mal que acabó el curso pasado y de la necesidad que tiene de empezar bien el presente. El enfrentamiento con el...
Son las dos de la madrugada. Un matrimonio del Estado español descansa tras haber disfrutado de unas aceptables relaciones íntimas. Pero, por favor, pasen y véanlos. No se corten. Él no es Ben...
Después de comer en el restaurante cantonés al que nos llevó el cocinero Cheong-Liew, nos trasladamos, sin salir de Adelaida, a la sede de la escuela Cordon Bleu, donde teníamos que hacer nuestra...
Envidio a las personas que viven sin palabras. Quiero decir las que sólo hablan de pensiones y salarios, de guisos y retales, de niños y de tráfico (iba a poner 'amor', pero el amor es palabra...
En España tenemos una condesa mentecata, viuda de Romanones y autora de un 'best seller' minoritario del que ha vendido siete ejemplares, en el que asegura haber trabajado para la CIA, sin que la inteligencia americana lo haya desmentido.
'Me mentalicé y no he sufrido', dijo Belén Esteban al referirse a la boda de Jesulín. No prestamos suficiente atención a las expresiones de la vida cotidiana. 'Me mentalicé' significaría que la chica se puso una mente, como 'me abrigué' quiere decir que me puse el abrigo o, 'me perfumé', que me eché colonia. En la entrevista no aclaraba en qué parte del cuerpo se colocó la mente, pero aunque se la hubiera puesto en el culo, con perdón, da pánico imaginar a esta mujer manipulando un material tan peligroso.
En las afueras de Sevilla, sobre un otero, se eleva una vieja construcción que es mezcla de castillo y convento y que aloja el monasterio de San Isidoro del Campo, fundado en 1301, abierto ahora...
Con la salida de los talibanes, los afganos han recuperado la paz, por precaria que sea. La justicia tardará más en llegar. Dos décadas largas de guerra han dejado muchas heridas abiertas, la más grave de las cuales es, sin duda, la desconfianza interétnica. Abordar los agravios puede encender de nuevo la violencia. Sin embargo, las cuentas pendientes suponen un lastre para la reconstrucción en un país con cuatro grupos étnicos principales y hasta una veintena de minorías
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