¡Pobre Argentina!
La noche del 20 de diciembre de 2001, la conservadora clase media argentina salía a la calle para decir basta. Era la primera vez, desde los años cincuenta, que una cacerolada lograba que un ministro, Domingo Cavallo, y un presidente de la nación, el radical Fernando de la Rúa, dimitieran. La segunda fue en protesta por los políticos de oscuro pasado que había nombrado el presidente Rodríguez Saá. La tercera cacerolada coincidió con la designación del peronista Eduardo Duhalde, quinto presidente de Argentina en 15 días